RECOVER || 5SOS Fanfiction.

2. Te echaré de menos, mundo.

Por Evelyn:

- Ahora lo entiendo todo. - mi padre rompió el silencio que se creó en toda mi casa. Ninguno de los tres se movió un ápice pues, estábamos conmocionados con lo que acabábamos de ver por la televisión. Hoy, lunes 18 de octubre de 2017, emitían por las noticias la posible destrucción de la humanidad. El conocido apocalípsis. Pero sin arcángeles ni caídos, a los que sinceramente prefería mil veces ante que a esas cosas que salían por la tele. - Hace un par de días mi jefe me dio unos pases. Me estuvo advirtiendo de que algo muy gordo se avecinaba y dijo que los iba a necesitar. Me dijo que había una nave industrial en Fitzroy Crossing que estaban adecuando para recibir solo a la gente que tuviera esas tarjetas. Habló de un virus que estaba fuera de control y que, los barcos procedentes de Asia no exportaban solo mercancía... - con aquello dejó claro que Australia iba a ser invadida por ese virus. Creo que en ese momento mi corazón se paralizó por unos segundos y mi boca estaba repentinamente seca. - El gobierno ha pedido a los ciudadanos que nos quedemos en casa con suficientes provisiones hasta que sea seguro salir. Decían que nos mantendrían al tanto de la situación en todo momento y que no había que alarmarse. Mi jefe no está de acuerdo. Los peces gordos de los alrededores de Fitzroy Crossing van a ir hasta esa nave y van a quedarse allí. Al parecer el gobierno ha creado diferentes refugios por el país solo para los grandes de Australia. Es un sitio seguro. Ofrecen alojamiento, pensión completa y seguridad. Esa es la razón por la que no puede acoger a toda la población, por eso han mandado el mensaje rogándoles que no se muevan de sus hogares. Ellos saben que están en peligro pero es un riesgo que están dispuestos a correr... Cuando mi jefe me lo contó no quise creerle. Me parecía exagerado y un poco surrealista, pero ahora lo entiendo todo. Él me dio cuatro pases. Soy el único de mi empresa al que se los ha dado. Me dijo que él también tenía hijas... No soy el único que tiene familia en esa empresa, tengo compañeros con mujeres en cinta y niños pequeños. ¿Por qué a mí? - se llevó las manos a la cara frotándosela con desesperación. 

- Porque si el mundo se acabara mañana, solo quieren salvar a los grandes, a "los importantes", a los que necesitarán para recuperar nuestro mundo. Por eso te eligió a ti. - Mi madre tenía un nudo en la garganta y eso hacía que su voz se quebrase al hablar. Aún seguía en la misma posición, con la misma expresión de horror y desconcierto en la cara. 

- Si es verdad que ese virus está fuera de control, deberíamos ir, papá. No quiero ni pensar en la gente que dejamos atrás y a la que podríamos llegar a perder, pero son solo cuatro pases... sé que puede sonar frívolo y egoísta, pero, papá, no conozco a nadie más que se haya ganado esos pases. Has trabajado muy duro durante toda tu vida, y ahora la vida te lo recompensa con esta oportunidad. Quiero creer y, rezaré si es necesario porque todas las personas a las que quiero sigan a salvo. No creo que yo me lo merezca. No pienso que merezca vivir más que nadie. Solo creo que tú y mamá, habéis luchado y sufrido tanto durante toda vuestra vida... os lo merecéis. Si es como dice mamá, si el mundo se acaba mañana, el mundo os espera para que seáis el ejemplo a seguir que habéis sido para mí y para Joyce. En el nombre de todos los ciudadanos de a pie, no queremos un nuevo mundo lleno de gente rica y egoísta. Ese nuevo mundo necesita buenas personas, necesita gente trabajadora y necesita gente que enseñe lo que es el amor... Pero yo... yo solo soy una beneficiada de vuestro esfuerzo y vuestra recompensa. Me doy asco. - y era cierto, me repudiaba en ese momento a mí misma. Yo no merecía más que cualquier otro la oportunidad de seguir con vida. Mis ojos se llegaron de lágrimas de vergüenza y tristeza y me fue imposible evitar que algunas de ellas mojaran mis mejillas. 

- ¿Pero qué estás diciendo Evelyn? ¡Tú vas a venir con nosotros! - mi padre alzó la voz alterado. - No pienso irme de aquí sin vosotras. No quiero ninguna vida ni ningún mundo sin vosotras tres. Tú eres mi mayor logro en la vida, tú y Joyce. Si me he esforzado tanto durante toda mi vida ha sido para daros una buena vida. Y ahora es cuando se va a cumplir mi deseo. Voy a daros la oportunidad de salvaros. No hagas que todos mis esfuerzos y los de tu madre sean en vano. Hemos luchado mucho por sacaros adelante y convertiros en las mujeres que hoy en día sois. Nuestro mayor deseo ha sido veros crecer y dar la vida como nosotros os la dimos a vosotras. Mi vida no habría servido para nada sino me dejas verte envejecer... - suspiró e hizo una pausa. Aquello era una confesión. Mi padre me estaba mirando a los ojos fijamente mientras estaba apoyado e inclinado sobre la mesa de la cocina. Quería hacerme entrar en razón y estaba recurriendo a sacar a la luz sus sentimientos y deseos más profundos para convencerme. - Estoy muy orgulloso de ti, Lyn. ¿Cómo puedes decir que te das asco? No eres ninguna beneficiada de nada. En mi vida he visto que tú hayas ganado algo porque sí. Desde que eras una cría siempre te has buscado la vida tú sola para conseguir aquello que querías por difícil que fuese. El mundo necesita a gente ambiciosa y luchadora como tú. Porque, cuando tu madre y yo no ya no estemos, ¿quién va a seguir nuestro legado? ¿Quién va a hacer del mundo un lugar mejor?