RECOVER || 5SOS Fanfiction.

9. Abby.

Por Evelyn:

Un bache fue lo que me hizo despertar. El brusco movimiento consiguió que abriese los ojos por fin. Me había quedado dormida de tanto llorar. Sentía mis ojos hinchados y una gran congestión que me dificultaba respirar. Me incorporé del banco donde estaba sentada y eché un vistazo al cielo a través de la ventanilla del camión. Estaba atardeciendo. El cielo se estaba tiñendo de colores pasteles y cálidos creando una imagen llena de belleza. Parecía como si nada hubiera ocurrido de verdad, como si todo hubiese sido una horrible y muy real pesadilla. Pero por desgracia no era así.

- Toma. - una mujer que había sentada frente a mí me tendió un pañuelo. Ella también parecía cansada y disgustada. Probablemente habría vivido unos acontecimientos similares a los míos. Parecía viajar sola a sus, según a mi parecer, cincuenta y tantos años. Quizás había perdido todo como yo.

- Gracias... - mi voz sonaba ronca y quebrada. Ya no lloraba pero el disgusto aún hacía mella en mí física y emocionalmente.

El pañuelo me ayudó a despejarme un poco y con ello me centré ahora en mi situación. Estábamos aproximadamente unas treinta y pocas personas metidas allí adentro sin saber qué nos depararía el mañana. ¿A dónde nos dirigíamos? Estaba asustada. Me sentía sola y perdida. ¿Había ya razones para luchar y seguir con todo esto? Definitivamente el mundo se había ido a la mierda, ¿para qué sobrevivir? Entonces recordé a Joyce. Recordé como la vi subirse al helicóptero y conseguir escapar seguida de aquel soldado. ¿A dónde irían? ¿Había alguna posibilidad de encontrarla? Tenía que haberla. Necesitaba encontrarla.

- Veo que ya te has despertado. - esa voz que ya se me estaba haciendo familiar y perfectamente reconocible, me reconfortó hasta conseguir que el nudo instalado en mi garganta aflojase la presión.-

- ¿Dónde vamos? - fue mi primera pregunta. Alcé mis ojos hasta él recorriendo antes su uniforme para llegar finalmente a su tenso e inquieto rostro.

- Se está haciendo tarde. Buscamos un lugar seguro donde pasar la noche. Pero, ¿cómo saber que es seguro? Además somos muchas personas. Llevamos un par de horas dando vueltas, desde que te quedaste dormida. - ¿tanto tiempo llevaba dormida? Aunque quizás tendría razón, cuando escapamos del refugio, apenas eran las cuatro de la tarde y ahora podrían ser casi las ocho de la noche. - Uno de los supervivientes tiene un almacén aquí cerca y está vacío. Podemos pasar allí la noche. Haremos guardia y controlaremos en todo momento el perímetro. Estarás a salvo. - me dedicó una débil sonrisa y se acercó a mí para colocar bien la manta que hasta ahora ni sabía que estaba cubriéndome.

- Mi hermana escapó. - Recordé. Clavé mis ojos en los suyos con firmeza mientras dejaba que acomodase aquel trozo de tela de algodón sobre mis hombros. - Cuando escapamos, la vi subirse a uno de los helicópteros. Iba con un tal soldado... - mierda, ¿cómo se llamaba? - aaajj... - gruñí. Por más que me estrujaba los sesos no conseguía recordar su nombre. - parecía asiático. Moreno, alto y tenía un lunar en la mejilla. - ¿y me acordaba de eso y no de su apellido? Bravo Evelyn.

- - El sargento parecía estar pensando en posibles candidatos hasta que finalmente dijo un nombre. - ¿Hyun? - negué con la cabeza.- Eh... pues no sé... no hay muchos asiáticos... espera, ¿Hood?

- ¡SÍ! - grité llamando la atención de todos los allí presentes. Mis mejillas se tiñeron de rosa y agaché la cabeza mirando de reojo al Sargento Hoyuelos que ahora intentaba disimular la sonrisa que sus labios esbozaban. - Se fue con ese. - susurré avergonzada, con el ceño fruncido, sintiéndome inquieta y ansiosa por obtener más respuestas.