26. Vendidos. Larry-Ziam/ Omegaverse (Terminada)

Capítulo once

A su llegada al hospital y antes de ir con su hermana, Harry quiso hablar con el médico en su despacho, allí este le dijo que su padre seguía en coma y no le dio muchas esperanzas de una pronta recuperación.

Mientras el omega ojiazul lo esperó fuera sentado en una silla, donde cada alfa o beta que pasaba se le quedaba mirando e incluso más de uno se le acercaba pues creían que estaba solo.

Eso no gustó nada al ojiverde, que tras salir del despacho esperó unos minutos para digerir todo lo que el doctor le había hablado y observaba desde la distancia.

Finalmente vio como un alfa muy alto y apuesto se acercó a Louis comenzando a hablar pareciendo estar muy a gusto pues el omega le sonreía y se sonrojaba alegremente, enfurecido el ojiverde sintió su sangre hervir e inmediatamente fue junto a ellos.

—¡Largo de aquí idiota!—gruñó empujandolo—¡Este omega ya tiene un dueño!.

El otro alfa recobró la compostura y tras arreglarse el traje, lo miró molesto.

—¡No deberías dejar a una hermosa criatura tan sola!, ¡cualquiera podría robarselo!.

Harry levantó el puño pues deseaba fervientemente golpearlo, olvidando completamente donde estaba y que su padre permanecía postrado en una cama debatiendose entre la vida y la muerte.

—Detente Harry... esto es un hospital y él tan solo estaba siendo amable.—habló el omega sacando fuerzas de su flaqueza pues el intenso aroma de las feroces feromonas de los dos alfas lo tenían aturdido.

El alfa ojiverde entonces se detuvo y tan solo volvió a empujar al otro alfa.

—¡Vete ya estúpido!....¡Lárgate de mi vista y buscate a otro que follarte hoy!.

Tras verlo alejarse, Harry volvió a centrarse en Louis, el cual estaba temblando en su asiento y con la cabeza entre sus rodillas.

—¿Estás bien?—preguntó éste preocupado.

—N-No estaba haciendo nada ma-malo....Que ha-haya salido de un pro-prostíbulo, no quiere d-decir que me vaya a e-entregar a ca-cada uno de los alfas que se me a-acerque. Des al menos n-no me hace sentir tan ba-bajo como tú lo haces.

El ojiverde sintió su corazón estrujarse y su alfa interior removerse loco por abrazar al indefenso omega, no sabía el motivo pero desde ese preciso instante, deseó que el omega en verdad fuese suyo y que su padre no se recuperase nunca.

—Lo siento Louis...perdóname por favor.