Capítulo 16

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XVI

ALISON SE DESMAYÓ en el acto y Percy la sostuvo. Ella pudo haber terminado todo entre ellos, pero Percy la quería y la protegería cuándo fuera y dónde fuera.

-Alison - Nico se rodillo y le dio golpecitos en el rostro - Oye despierta.

Pero ella no respondía.

-Por Zeus, déjenla. - Annabeth se acercó al cuerpo inconciente de Alison - Solo necesita descansar. Nico, cárgala.

-Yo lo haré. - dijo Percy tomándola en sus brazos.

Percy se detuvo a observar su rostro. No había tenido la oportunidad de tenerla tan cerca y de contemplarla desde antes de perder la memoria. Apartó los cabellos negros y acarició su rostro. Para Percy, Alison parecía una musa del Olimpo, tan hermosa que él podría desvanecerse por ella.

-Percy - repitió Annabeth sacándolo de sus pensamientos - Plutón te está hablando.

Él volteó a ver al dios. Su rostro parecía tan compasivo, muy diferente a la primera impresión que le dio (un dios super soberbio y amargado).

-Hay una habitación doblando a la derecha por el pasillo. Llévala a descansar, griego. Luego vuelve.

-Sí, señor. - respondió y salió caminando rápido por el pasillo.

Reyna permanecía serena, no indiferente, pero sí calmada.

-Señor. ¿Podría explicarnos cómo fue que esto sucedió? Me refiero a...

-¿Lo mío con Izanami? - el dios interrumpió y Reyna asintió - Os contaré, pero que regrese el hijo de Neptuno, no quiero hablar dos veces.

Cuando Percy hubo regresado con una sonrisa en su rostro inexplicable, el dios retomó su relato.

-Hace unos 40 años me encontraba yo en Japón por unos asuntos de negocios. - él tosió disimuladamente desviando la mirada, Reyna claramente adivinó que se trataba de alguna relación con una mortal, pero no dijo nada.

》El punto es que me encontré con mi esposa Ceres, al menos yo pensaba que era ella. Izanami se hizo pasar por Ceres y...  - Plutón recordó aquella horrible velada y le entraron ganas de matar a alguien.

》Tuve una aventura con Izanami en Japón y ella engendró a nuestra hija. Luego me enteré que nació mortal por alguna extraña razón y la abandonó en el mundo mortal. Reclamé, por supuesto, pero jamás obtuve su ubicación. Pasaron años sin que supiera algo de Aymin. Pero luego Baco... bueno, el griego Dionisio le presentó a Hades su hija... la bebé Alison.

-Es por eso que recuerda sus ojos. - dijo Nico pensativo.

-Exactamente, semidios. Cuando me presentó a la madre... supe que era mi hija. El instinto de padre me lo decía. Enfrenté a Izanami por ello, pero no obtuve respuesta de su parte. Juré que la mataría algún día, y ahora...

-Ahora seremos nosotros los que harán ek trabajo sucio. - murmuró Percy.

Plutón lo miró con ira. Sus ojos se tornaron rojos, su aura sofocaba la habitación, se levantó de su trono y se acercó a Percy. Percy estaba a punto de hacerse en sus pantalones de miedo.

-Dios Plutón - dijo Reyna interponiendose entre Percy y el dios - Vinimos para ver si tenía información de dónde encontrar a Izanami.

-Ah. Sí, claro. - los ojos del dios se tornaron negros nuevamente y volvió a su trono de oro - ¿Conocen la entrada al infierno? Supongo que no. Se llama Yomi-no-kuni. Esta tapada con una gran roca en la Prefectura de Shimane. Nadie se atreve a ir a pesar que saben donde está, es una locura.

Percy Jackson y el Baúl de los Recuerdos [Cancelado Temporalmente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora