Todo comienza con una pijamada

18.Locuras del señor arrogancia

Estaba nerviosa, y no entendía el porqué. No podía dejar de pensar en Félix, y eso me confundía bastante.

De vez en cuando le lanzaba unas miradas rápidas, hasta que en una él me vio y no lo volví a hacer.

Para distraerme un poco decidí empezar a tararear una canción y, para la sorpresa de todos los presentes, Félix empezó a cantar la canción, algo desafinado, pero la estaba cantando.

-Valla hermanito...no sabía que cantabas – le dijo Natalia con una sonrisa en los labios.

Él sonrió y se voltio hacia mi – no sabía que te gustara Coldplay

-B...bueno, sus canciones son buenas – le conteste algo nerviosa

El asintió y no volvimos a cruzar palabras hasta que llegamos a la casa.

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Odiaba las matemáticas, creo que son algo enviado por demonios para explotar la cabeza de los simples mortales como yo, pero para mí mala suerte esa era una materia principal y no podía reprobarla. Así que opte por lo más lógico, ir en busca del señor arrogancia.

Luego de una larga búsqueda que solo hizo que perdiera mi tiempo, decidi hacer la tarea con mi conocimiento, que se reducía a un 1%, pero, aunque haga la tarea mal, la habré hecho.

Unas dos horas más tarde ya había terminado la tarea y estaba jugando Candy Crush en el teléfono.

-Querida, perdón por molestarte, pero... ¿podrías ir a la habitación de Félix a decirle que ya vamos a comer? – me pregunto la madre de Félix con tono amable.

-No es molestia – le respondí con una sonrisa.

Subiendo las escaleras me pregunte si de verdad el señor arrogancia estaría en su habitación, lo había buscado allí, pero no estaba.

Al llegar a la puerta toque tres veces, pero nadie contesto, toque otras tres veces y nada. Luego de un rato decidí abrir la puerta y me encontré con una habitación limpia y ordenada, pero sin rastros del señor arrogancia. "Qué raro" pensé, pero en ese momento escuché un ruido a mi derecha. Me volteo y veo que desde una puerta de la cual no me había percatado salía el señor arrogancia con una toalla amarrada a su cintura.

Me puse roja como un tomate mientras que un muy confundido señor arrogancia me veía.

-¡Lo siento! – chille ruborizada – t...te venia a avisar q...que la comida está servida – dije antes de salir corriendo de ese lugar.

La cena transcurrió de manera normal, excepto por algunas miradas llenas de picardía por parte del señor arrogancia.

La madre del señor arrogancia decidió irse al supermercado a comprar algunas cosas para la casa y Lili junto con Natalia la acompañaron.

Me puse bastante nerviosa. Ver a Félix después de lo ocurrido no me gustaba mucho que digamos. Así que, luego de que la señora Brown se fue, me fui directo a la cocina a servirme un vaso con agua.

No me di cuenta de que me venían siguiendo hasta que me sirvi el vaso y me di la vuelta para encontrarme con el señor arrogancia observándome a mí y a todos mis movimientos. Eso me puso bastante nerviosa, y me sorprendí aún más cuando, después de terminar mi vaso con agua, el señor arrogancia se acercó para agarrar mi vaso, servirse agua y bebérsela.

Al terminar de beber agua él guardo la jarra, lavó el vaso y se giró hacia mí, yo por mi parte, lo miraba bastante confundida.

-¿Por qué esa cara señorita inculta? –me pregunto Félix con un tono juguetón

-Por nada, con permiso – dije tratando de salir de la cocina, pero Félix me bloqueo la salida.

-¿A dónde crees que vas pequeña saltamontes? – dijo acercándose a mi con una sonrisa de medio lado

-Pues a la sala – dije retrocediendo un paso ya que cierta persona se estaba acercando demasiado.

-Mmmm...no lo creo – me dijo Félix

Yo estaba demasiado nerviosa viendo a los ojos del señor arrogancia y seguía retrocediendo hasta que mi espalda choca contra el mesón de la cocina y Félix aprovecha ese momento para encerrarme poniendo sus manos a mi lado en el mesón.

-¿Has visto a alguien merodeando cerca de la casa señorita inculta? – me pregunto Félix luego de unos segundos.

-¿Por aquí? – el asintió – bueno...no ¿Por qué?

-Las amenazas han aumentado, además de que han secuestrado a muchas adolescentes esta última semana – me respondió

-Bueno, lo de las adolescentes si lo sabía, pero... ¿de verdad han aumentado las amenazas? – le pregunte, olvidándome por completo de su cercanía

-Lastimosamente si, antes eran menos frecuentes, pero ahora llegan casi tres a la semana

-Wow...deben de estar bastante preocupados ¿no?

-Pues sí, es por eso que te pregunto si has visto algo extraño

-Nada después de...eso – dije recordando al hombre que me apunto con un arma.

-Entiendo...bueno, cambiando de tema ¿se puede saber por que entraste a mi habitación sin tocar la puerta? – me pregunto con bastante picardía en su tono.

-Yo si toqué la puerta, pero como no abrías supuse que estabas escuchando música o algo y entre...casualmente estabas saliendo del baño – le dije bastante rápido y con un sonrojo bastante fuerte.

-¿Segura? ¿o solo querías verme desnudo? Porque déjame decirte que si es así solo tienes que pedírmelo y con mucho gusto me desnudo señorita inculta – me dijo con picardía.

-¿!QUE!? ¡CLARO QUE NO¡- chille bastante ruborizada - ¿Quién te crees... - empezó a decir pero no pude terminar.

El señor arrogancia me agarro el mentón y se acercó bastante hacia mi poniéndome bastante nerviosa y me beso. Sip señoras y señores, el señor arrogancia me esta besando y yo aquí de pie sin poder moverme.

Uno, dos, tres besitos mas y el señor arrogancia se separó de mí, porque su madre había llegado y tenia que ayudarla con las compras, o eso fue lo que me dijo a mí, que, por cierto, seguía en shock después de lo ocurrido.

Si algo había aprendido de esta situación era que el señor arrogancia estaba totalmente loco, que mis sentimientos hacia él habían aumentado, y que el señor arrogancia no besaba tan mal.

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Nota de la autora:

Hola ositos de chocolate Como la estan pasando?

Quiero decirles que...Ya se besaron! aunque bueno...no fue un beso super apasionado pero algo es algo...vamos con las preguntas...

Conocían esta faceta del señor arrogancia?

Juegan candy crush?

Bye bye ositos de chocolate