Lo que él sentía

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El tiempo avanza con tal lentitud que llena de desesperación a quien es prisionero. Observó con disgusto aquellas paredes, me he aprendido de memoria cada detalle en esta habitación; se cuando él vendrá con mis medicamentos esbozando una sonrisa mientras añade «Vamos cariño es por tu bien y el de nuestro hijo», o cada vez que aparece con mi alimento recordandome que ha preparado mi platillo favorito, la paso fatal cuando viene por mi para indicarme que es la hora de bañarnos en "familia" la primera vez que lo hizo fue al segundo día de que intentó violarme y de que me golpeara, parecía tan arrepentido por el gran cardenal que dejó en mi piel. Intenté oponerme pero estaba agotado ya que me alimente mal, no dormía e incluso llegue a negarme a tomar mi medicamentos.

No fue complicado para Thor cargarme hasta el cuarto de baño, ahí me desvistió mientras lo miraba dolido por su conducta, adivine que buscaba compensar el mal rato que me hizo pasar, casi juraba que volvía a ser el dulce y amoroso Thor que fue mi pareja por años, con sumo cuidado me ayudó a tallar mi cuerpo, se detuvo en mi vientre para hablar con mi bebé. En lo único que mi cabeza pensaba era en gritarle que apartara sus manos de mi cuerpo pero no lo hice. Me resigne a ser un muñeco en sus manos, deseaba que se aburriera de mi y me lanzara lejos, no sería la primera vez que lo hiciera ¿cierto?

Los únicos momentos que tenia de paz era cuando pasaba tiempo en mi biblioteca leyendo a mi bebé, o también cuando fingía irme a dormir con tal de que me dejara solo

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Los únicos momentos que tenia de paz era cuando pasaba tiempo en mi biblioteca leyendo a mi bebé, o también cuando fingía irme a dormir con tal de que me dejara solo.

Ciertamente resultaba una tortura para mi cuando llegaba la noche y Thor venía a abrazarme, fingía dormir, era entonces que el pasaba largo rato hablando con mi "burbujita", escuchaba toda su conversación, sus ilusiones, sus sueños, lo mucho que me amaba y amaba al bebé, cómo ardía en deseos por conocerle. Le prometió llevarle a tantos lugares, enseñarle a ser un guerrero, jugar hasta que los dos terminarán exhaustos...

No miento cuando digo que estaba cansado, creo que el encierro me está afectando más de lo que quisiera, me sentía como un ave enjaulada; la jaula puede ser amplia y bonita, ser cuidado con esmero por aquel que te capturó mientras repite lo hermoso que eres, así como lo mucho que te ama pero, al final no dejas de ser un prisionero. El ave no nació para estar encerrada, ella no te va a agradecer por impedirle ser libre, estará hastiada de ver los mismos barrotes día tras día mientras canta para ti su triste melodía, esa que tu crees que es en agradecimiento. Su canto no hace más que pedir por un poco de compasión, su corazón anhela ser capaz de surcar nuevamente los cielos, no quiere que una mano le acaricie y le alimente si esa misma mano cortó sus alas... Yo únicamente deseo nuevamente ser libre, no quiero ser más un ave cautiva.

Apenas puedo creer que en una semana entraré a los ocho meses, cada vez se acerca más el momento de que nazca mi pequeño bebé, quisiera decir que no estoy preocupado pero eso sería una absurda mentira, tengo miedo... Se los riesgos, Strange me dijo lo peligroso que será cuando sea la hora de que nazca mi burbujita, no he llevado mi control, no se la condición actual de mi bebé ni la mía, últimamente me siento tan agotado, duermo más tiempo, mi cabeza duele al punto de creer que estallara, necesito nuevos medicamentos, él dijo que llegado el momento ocuparía corticosteroides si deseaba que el bebé tuviera oportunidad de vivir, incluso si yo quería vivir.

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