El ser que no debía existir

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« He sido capaz de escuchar su aullido rasgando la noche, invitando a sus fieles seguidores a devorar a aquel que aun sigue en pie. Sus pasos resuenan en los nueve mundos anunciando su llegada, quebrando los corazones y llevando a la desesperación a aquel que le ve.

El último gigante en pie, aquel que nació para convertirse en el más grande Dios.

Su piel azulada es fría pero no logra competir con el invierno en su corazón, su mirada es aguda, dejando en claro la astucia que posee, tan penetrante e hipnótica como la de una serpiente que busca seducir a su presa para devorarla en un instante.

He visto desaparecer estrellas enteras en el universo, mundos conquistados y devastados, este Dios está sediento de sangre, no le importa cuantas vidas robara, su placer es saber que los nueve mundos le temen, no busca llevar una corona que pueda lucir ante otros, ni siquiera le importa sentarse en un trono, su único deseo es exterminar toda vida.

Muchos héroes han sucumbido ante su poder, muchos villanos también vieron su fin al intentar oponerse, no hay duda en sus pensamientos, no le veras cavilar, no existió ser con un odio tan profundo.

¿Acaso nadie en los nueve mundos puede detener a semejante ser? No, no existe quien calme la ira que le controla...

Los rumores cuentan que el gigante de Jötun creció con el odio grabado en fuego en su corazón, la soledad le amargo, su inteligencia extrema le llevó a la locura, no poseer un lugar al cual llamar hogar te despoja del amor por otros, no ser amado o tener un cálido regazo que tranquilice tus angustias infantiles te transforma.

He sido capaz de ver la destrucción que provocará el ser que no debía nacer, quise detener la rueda del destino pero él sin más corrió a los brazos de este como si tuviera una cita que no quería perder.

Siendo adulto no habrá poder que le detenga, no existe un rival a su altura, el sufrimiento y dolor de una galaxia yace en las decisiones que se tomen antes de que su poder no conozca límites.

Confiar en un futuro improbable es lo único que me queda...»

Strange suspira sin apartar la mano del vientre de Loki, el azabache dormía tras haber llorado gran parte de la tarde.

Cuando vio los distintos futuros sintió el miedo penetrar en su cuerpo, intentó detener a Loki pero este se negó a escuchar y el no podía intervenir, una vez se confirmó el embarazo del pelinegro supo que su destino estaba echado, en aquel momento le fastidiaba la idea de vigilar a Loki pero con el paso de los días que se transformaron en meses se dio cuenta que el contrario era una persona sensible, detrás de aquella fachada de "no te acerques" estaba un vulnerable chico que suplicaba "No me dejes", el Dios de las mentiras no lo sabía pero Strange podía comunicarse con su hijo, al mismo Doctor le sorprendió como un ser que aun no nacía podía ser capaz de ello, sin duda poseía una inteligencia sin igual.

«¿Te ha gustado la historia?» preguntó el hechicero sin apartar aquella mano que con cuidado se deslizaba por el vientre.

«Entiendo, ¿Así que sientes tristeza por el gigante de hielo?, no, no es malo que sientas eso, a eso se le llama empatía y sin duda es un rasgo de humanidad» sonrió Stephen mientras noto como el bebé se movía buscando el calor de su mano.

«¿Eh? Si, yo también lo creo, estoy seguro que si eso fuera así los nueve mundos no tendrían que enfrentar tal sufrimiento...» una lagrima se deslizo por la mejilla de Strange.

Levantó la vista para ver como el pelinegro seguía en aquel profundo sueño, se sintió culpable por conducir a Loki a tomar las decisiones que lo estaban lastimando, se dijo que era lo correcto pues los nueve mundos eran su responsabilidad como guardián, como hechicero supremo, pero entonces ¿Porque dolía su corazón?

Le regala una última caricia al bebé que descansaba cálidamente en el vientre de su madre, luego tan solo se inclinó para rozar con sus labios depositando un beso.

«Te prometo que la historia tendrá el final que me has dicho, los dos detendremos al ser que no debería existir» 

«Te prometo que la historia tendrá el final que me has dicho, los dos detendremos al ser que no debería existir» 

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NOTAS:

¡Buenas noches! aquí una pequeña actualización, lo sé no es muy extenso pero tiene justo el tamaño que debería, sin contar que estoy mega resfriada y agotada porque han sido días pesados en el trabajo.

Espero que les guste, y lo disfruten.

¡Gracias por seguirme, por leer y por sus bellos comentarios que alegran mis días!

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