Cuando lo imposible sucede

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La vida sigue su curso, es una frase que puede parecer bastante trillada pero increíblemente cierta, hace un mes atravesé por uno de los peores momentos de mi vida, incluso llegué a pensar que moriría, a decir verdad estaba dispuesto a morir por el dolor que me provoco, no digo que ya no duele, mentiría si digo eso.

Uno suele acostumbrarse a la vida que solemos llevar, en mi caso me encantaba despertar y ser capaz de observar el rostro dormido de Thor, me podía pasar largos minutos contemplándolo antes de besarle para que despertara, en su lugar ahora despierto encontrándome de cara con la almohada vacía.

Después de mis días con Steven y con mis renovadas ganas de continuar viviendo, llegue a la decisión de no volver a mi antiguo hogar, todo el apestaba a Thor y yo ciertamente no deseaba volver a sentirme miserable por su culpa. Al final me quedé a vivir con los humanos en algún lugar donde pudiera pasar inadvertido.

Lo bueno de ser el Dios de las mentiras es que puedes crear las tuyas a tu beneficio, ahora tenía una casa en la cual vivía tranquilo, fue una fortuna que los ancianos que vivían en ella ahora pensaran que soy su nieto, lamentablemente la anciana cayó enferma y está internada, su esposo suele estar a su lado así que prácticamente vivo solo.

Suelo tener libre la mayor parte del tiempo lo cual suele resultar aburrido, así que ahora ocupo mi tiempo leyendo en casa.

Últimamente no me he sentido bien, por las mañanas lo primero que hago es correr a vomitar, casi no me da hambre en el transcurso del día, y si llego a comer algo me cae mal pues termino vomitando de nuevo, no es divertido despertar con la cara pegada al inodoro ni ir a dormir después de tener la cara nuevamente pegada al inodoro, por ese motivo estoy comiendo menos, mala idea lo sé porque ahora me han entrado mareos, el anciano insiste en que vaya al médico y siempre le digo "Lo haré, lo prometo" pero termino por no ir.

Hoy por algún motivo, supongo el hambre atrasada, en fin, hoy definitivamente se me ha antojado una enorme y grasosa hamburguesa con papas fritas, un refresco y una nieve, solo pensar en ello provoca que mis glándulas comienzan a salivar, no me lo pienso dos veces, creo que mi estómago podrá soportar esa hamburguesa así que camine hasta el establecimiento más cercano, cuando el hambre es fuerte no importa de dónde provenga la comida siempre y cuando se vea deliciosa.

Una vez frente al establecimiento entre en busca de mi deliciosa hamburguesa, llegue a la caja donde un anciano me atiende con una amplia sonrisa, le hago mi pedido, pago y aguardo por mi bandeja, una vez llega lo primero que hago es tomar la hamburguesa para sacarle el papel que la resguarda, sé que hay gente detrás esperando ser atendidos pero no me importa, digo estoy hambriento, apenas acercó aquella hamburguesa a mi boca, su olor inunda mis fosas nasales y de golpe la regreso a la charola para llevarme la mano a la boca evitando las ganas de vomitar que me provocó.

— ¿estás bien chico? ¡Hey Paul! ¿No volviste a cocinar bien la carne? — inquiere el anciano al chico de la parrilla.

—Estoy bien... descuide— dije visiblemente pálido al anciano que me observaba, miro su gafete leyendo su nombre— No se preocupe señor Stan, la comida no es el problema yo he estado enfermo.

—Deberías ir al médico hijo, me recordaste a mi esposa cuando estaba embarazada, la pobre no pudo comer nada por varios meses.

Mis ojos se abrieron de golpe por el inocente comentario del anciano, abandone mi charola y salí casi corriendo del lugar, lo primero que busqué fue una farmacia.

Al llegar a una pedí una prueba de embarazo casera, la más efectiva, tuve que aguantar los comentarios de la mujer que me atendió deseándome suerte con mi "pareja" tuve que sonreír para no dejar al descubierto que era para mí.

— ¡Espero que su esposa esté embarazada! — dijo ella antes de que yo saliera.

Llegue casi corriendo a la casa, subí las escaleras llegando al baño de la planta alta, era una suerte que tuviera muchas ganas de orinar en ese instante, saque el test, leí rápidamente las indicaciones, me dispuse a orinar sobre el test, una vez mojado lo tape y coloque en una superficie plana, no espere mucho por el resultado cuando éste reveló una terrible realidad.

—Mierda...— balbucee al ver las dos rayitas pintadas gritándome mi evidente embarazo. —Imposible, ¿Cómo ha sucedido esto?... —dije tomando el test entre mis manos.

—Bueno tú sabes, eso pasa cuando papá abejita y mama abejita tienen relaciones— dijo una voz a mis espaldas.

— ¡QUE CARAJOS! — Grito al tiempo que pegó un brinco y arrojó la prueba de embarazo al recién llegado.

— ¡No hagas eso! ¿Tienes idea de lo sucio que es? — dijo el hombre esquivando el objeto.

Observó con horror al hombre de la capa roja, que me devuelve la mirada.

—¿Cómo demonios entraste? ¡Esto es invasión en propiedad privada! — dije reconociendo al hombre frente a mí.

—Técnicamente los dos estamos invadiendo propiedad privada— dijo con tono de sabelotodo. —Si me hubieras hecho caso la primera vez que nos vimos no estaríamos aquí ¿o si? — respondió con aquella actitud de quien las tiene todas consigo.

—¿Eres alguna clase de acosador? — dije recobrando la compostura— Más importante ¿Cómo te metes siempre?

—Loki, respondiendo tus preguntas, no, no soy un acosador, el cómo me meto no es de vital importancia, deja me presento y mas te vale no huyas nuevamente— dijo con severidad— Soy el Dr. Strange, lo cual es bueno para ti puesto que ahora lo que necesitas es un doctor en tu vida, dado que no me hiciste caso has puesto al mundo en riesgo y es mi obligación estar a tu lado para ver como seguirá esto.

— ¿Qué estás diciendo? — pregunte sin entender del todo lo que acaba de decir. — Lo único que comprendo es que eres un Doctor— la desconfianza volvió a mí— ¿Cómo sabías que estaba embarazado si no eres un acosador, ni siquiera yo lo sabía y más importante aún...¡Nos espiaste a Steven y a mí cuando hicimos el amor! — mi rostro se torno rojo

—Primero te lo dije antes, no escuchaste que es otra cosa pero te dije que tengo la habilidad de ver varios futuros posibles, es por ello que sabía estabas embarazado, segundo deja de llamarme acosador, tercero tuvieron sexo no hicieron el amor y no, no los espíe, a nadie le gusta ver sexo gay.

— ¡Suficiente! Solo lárgate de esta casa, fuera de mi eres el único que sabe que soy un genme, así que vete. — dije llevándome las manos al vientre en modo protector.

—Por ahora soy el único que lo sabe, y si me hicieras caso las cosas saldrían bien, además soy un excelente medico y tu vida en mis manos estaría a salvo.

No supe qué decir, todo esto me era tan extraño, él tenia razón, ocuparía un médico pero no sabía si él era de fiar.

—Bien, será el Doctor, pero ahora vete que necesito tiempo para pensar en lo que sucede.

Dije girandome al hombre que ya se había marchado tal como llegó.

Nuevamente estaba solo—No, ya no estaré solo ¿cierto pequeño? — dije pasando una mano por mi vientre plano, me sentía feliz porque una vida crecía en mi cuerpo, ¿entonces porque estaba llorando en el suelo de rodillas? Porque su rostro venía a mis pensamientos, porque solo pensaba en Thor.

—Rayos, Steven... el no debe saber que tendremos un hijo...— balbucee hablando conmigo mismo, luego apreté mi vientre con ambas manos— Por favor bebé, deja que "mami" sea egoísta y no le diga a papi de ti... seamos nosotros solos...                           

ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora