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Su última clase había sido exhaustiva, muchos de sus alumnos estaban molestos por las calificaciones y NamJoon tuvo que aclarar mucho de los temas que ya habían visto y darles un temario para su siguiente examen. Amaba su trabajo pero eran días como esos donde se preguntaba a si mismo porque carajos había querido ser maestro. Ya le había enviado un mensaje a su bebé que llegaría tarde y en respuesta le había llegado un foto SeokJin en medio de sus peluches y con algunas migajas de galleta en sus labios y un pequeño texto debajo diciéndole "Está bien, papi cuídate, te quiero", ese simple mensaje le había dado la energía suficiente para soportar su última clase y un poco más cuando el director de la escuela le había llamado para ver algunas cosas que tenían que ver con su programa. Para cuando salió eran quizás una o dos horas después de su horario de salida usual y tenía unas infinitas ganas de ir a casa con su bebé pero recordaba muy bien que le había hecho una promesa se dirigió al centro comercial buscando la tienda que había visto más temprano en la pantalla de su teléfono, tenía el mismo hormigueo en su estómago que siempre sentía cuando iba a comprar algo que era para su bebé , amaba complacerlo y sobre todo amaba la sonrisa brillante y hermosa que se posaba en sus labios cuando le llevaba un regalo. cuando entró a la tienda se sentía completamente fuera de lugar, todo estaba ambientado en colores suaves y lleno de artículos que sabía que difícilmente alguna vez iba a comprar, había cunas, portabebés y artículos que eran hechos específicamente para personas que los necesitarían en bebés y bueno su bebé no es como si necesitara esas cosas, cuando estaba preparando la habitación de SeokJin él solo tuvo que ordenar las cosas en línea, sin embargo esta vez no quería esperar uno o dos días a que envió llegara, no él quería cumplir el deseo de su príncipe pronto. NamJoon recorrió los pasillos del lugar buscando específicamente el artículo que su bebé le había pedido todavía recordaba el rostro suplicante cuando le había pedido un chupete y él estaba ahí buscando el perfecto para él.

Una chica con el uniforme del lugar se acercó a él y lo nervios de NamJoon se dispararon.- Buenas tardes, ¿busca algo en especial?-. NamJoon sopesó la idea de decirle que tenía todo bajo control...pero ciertamente no era verdad, el lugar era demasiado grande y se encontraba completamente perdido, un poco de ayuda no le caería mal.- Buenas tardes, hum... si, yo buscaba un chupete-. La chica le sonrió de forma profesional y asintió.- Claro sígame, están por acá-. Ambos se encaminaron por los estrechos pasillos que estaban llenos de ropa pequeñísima que iban desde colores pastel hasta colores vibrantes con una notable diferencia entre el área de niñas y el área de niños lo que le hizo rodar los ojos.- ¿Es usted padre primerizo?-. Le preguntó con la clara intención de mantener una conversación, ¿tanto se notaba su total inexperiencia en el campo de la paternidad? es lo primero que pensó.- Si...es el primero y huu bueno quiero comprarle su primer chupete antes que nadie-. Al menos sentía que hasta ahora parecía un padre primero inseguro.- Bueno primero que nada felicidades por su futuro bebé, aquí hay un montón de diseño de chupetes, elija el que más le guste, seguro a su esposa la encantarán-. A NamJoon casi se le escapó una carcajada por la mención de una "esposa", en cambio reprimió su risa y se limitó a sonreír y agradecerle antes de que ella se marchara.

Había tantos diseños que no tenía de cual le gustaría a su bebé, algunos tenían animales tiernos en la parte externa, otros eran de colores suaves y sólidos, todo eso le parecía a NamJoon una travesía. Encontró uno blanco con lunares dorados, el circulo y el anillo azul y una estrella dorada al frente, además la tetilla no era tan pequeña y le parecía perfecta para su bebé, buscando un poco más encontró uno morado suave con lunares blancos y uno azul suave con estrellas moradas, tardó al menos quince minutos observando cada uno tratando de decidir pero al final todos eran perfectos para su bebé y su príncipe no merecía menos. Fue menos incomodo al pagar que cuando entró a la tienda, una cajera le sonrió cuando NamJoon le entregó las pequeñas cajitas con su regalo y solo tuvo que pasar su tarjeta para que le entregaran los artículos en una tierna bolsa con dibujos de ositos.

No podía estar más emocionado y aliviado de llegar a casa y al entrar lo primero que hizo fue comprobar donde estaba su príncipe, encontró la habitación de su niño vacía pero la suya tenía la luz encendida y la puerta abierta, SeokJin estaba recostado sobre su cama mirando a la ventana mientras abrazaba uno de sus peluches.- Ya llegué, cielo-. SeokJin se incorporó de inmediato con una enorme sonrisa cruzándole el rostro, era siempre la reacción que esperaba de su bebé, tan sincera que las enormes ansias de verlo hacía que su corazón se saltara más de un latido. No fue sino hasta que se acercó a la cama que los brazos de su niño se cerraron sobre su cuello y su rostro fue salpicado de dulces besos de bienvenida que lo hicieron sentir más que en casa.-Oh papi, te extrañe tanto-. Una de las grandes manos del moreno se posó sobre la cabeza de SeokJin acariciando su sedoso cabello rubio.- ¿Es así, mi cielo?-. Su pecho se hinchaba de orgullo al tenerlo entre sus brazos cada segundo de su día valía la pena si podía regresar a casa y recibir este tipo de cariño.- Dios si, papi estaba tan aburrido de jugar al té con mr. whale y Brown, Nana HyoSun no pudo jugar conmigo hoy-. Un pequeño puchero se instaló en esos hermosos labios cuando se alejó lo suficiente para verle a los ojos.- Uhmm podemos arreglar eso, yo puedo jugar contigo-. Los ojitos de SeokJin brillaron como un par de estrellas en una noche oscura.- ¿De verdad?-. La pregunta en verdad era ¿Había algo que no haría por su bebé? definitivamente no creía que existiese, SeokJin se había aferrado tan profundo a su alma que haría todo por él.- Claro que si amor, pero primero hay algo que quiero darte-. Movió ligeramente la mano con la que no abrazaba a su príncipe y la bolsa de la compra hizo un suave sonido cuando las cosas dentro se removieron, la boquita del rubio se abrió en la imitación de un perfecta "o", cuando NamJoon le entregó la bolsa su bebé solo tuvo que meter la mano para sacar una de las cajitas y sonreír extasiado.- ¡Muchas gracias papi!-. Dios, NamJoon sabía que podía comprar miles de esos si garantizaban que la enorme y preciosa sonrisa que SeokJin le estaba dando justo ahora iba a ser para siempre.

Tuvo que sentarse en la cama con su bebé en su regazo para ayudarle a abrir las cajas y SeokJin eligió que usaría el chupete blanco con la estrella porque "es el que mejor se ve con mi ropa, papi y SeokJinnie quiere ser un niño bonito para papi", aunque NamJoon quiso rechazar esa frase porque el definitivamente creía que su príncipe era precioso con cualquier cosa que usara, no pudo decir nada porque la tierna mirada de su bebé le cerró la garganta. SeokJin en su regazo, con los rebeldes mechones rubios despeinados, la grande playera azul pastel sobre su cuerpo, los cortos shorts blancos aferrándose a sus piernas, los lindos pies desnudos que jugueteaban balanceándose y sus lindos labios cerrados en su nuevo chupete era una de las vistas más hermosas que había visto en su vida. 

Princess Complex [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora