El frió cristal presionándose contra sus labios entre abiertos y la sensación caliente del whisky deslizándose por su garganta era todo en lo que NamJoon quería pensar por el momento, la luz de la luna atravesando el gran ventanal del salón frente a él y su cadera recargada en el antiguo piano de cola que hace mucho tiempo solía usar, una gran sonrisa cruzó sus labios ante el pensamiento del precioso chico que justo ahora estaba recostado en su cama casi desnudo y completamente exhausto con la boquita entreabierta suspirando.
Hacía un poco de frío y la piel de su torso desnudo se erizaba de a poco con las mínimas corrientes de aire que alcanzaban a traspasar por una rendija pequeña de la ventana al otro lado del salón. NamJoon se acercó hasta la pequeña mesita al lado del sofá y tomó un cigarrillo de la cajetilla, lo encendió y volvió a su posición frente al ventanal, las pequeñas bolas de humo se arremolinaban frente a él y chocaban contra el cristal del ventanal produciendo un gracioso empañamiento, se preguntó a si mismo ¿cómo había terminado siendo tan afortunado de tener a SeokJin en su casa? Y una sonrisa avergonzada se escapó de sus labios, el castaño lo traía comiendo de la palma de su mano, se suponía que él era el dominante y sin embargo Jin lo dominaba en cada aspecto, NamJoon estaba enamorado de su bebé y lo sabía, le encantaba en cada forma, cada faceta, desde el pequeño chico tierno de cuerpo frágil que inocente se entregaba a él sin rechistar hasta el hombre fuerte y responsable que demostraba ser en sus estudios y en otro aspectos de su vida, SeokJin era tremendamente precioso y NamJoon no podía quererlo más...o tal vez si porque ese sentimiento que estaba en él desde que lo conoció iba creciendo cada día.
El sonido de una puerta al cerrarse cortó el silencio y el moreno ni si quiera se sobresaltó pues sabía perfectamente de quien se trataba, pasos suaves resonaron por el lugar cada vez más cerca y unos brazos delgados se enredaron en su cintura desnuda, la depresión central de su espalda recibió una caricia suave de lo que él pensaba era la punta de la nariz de su bebé.- Creí que estabas dormido, príncipe-. El susurro de NamJoon se dispersó por la habitación al tiempo que entrelazaba sus manos a las del pequeño chico.-La cama estaba muy fría sin ti, papi-. El aliento cálido de Jin se irradió por la piel morena haciéndole cosquillear, se giró aun apresado en sus brazos y tomó las suaves mejillas de su bebé entre sus manos, le dio un vistazo y su ceño se frunció.- Bebé debiste haberte vestido, vas a resfriarte-. Negó con una mirada reprobatoria el atuendo del chico que solo lo conformaba la enorme camisa azul cielo del hombre mayor y su pequeño bóxer negro.- No quería estar sólito en la cama, papi-. Un puchero natural e infantil se posó en sus gruesos labios, tan tentador que no se pudo resistir a acariciarlos con los suyos propios, podía entender porque SeokJin se mantenía despierto, mañana sería un día importante, después de muchos meses de espera por fin SeokJin tendría su ceremonia de graduación, a su bebé le carcomían los nervios naturales de un evento tan importante, a NamJoon le llenaba de inquietud el ambiente en que todo se iba a desarrollar.
En primer lugar no podrían ir juntos ya que todavía seguían siendo alumno y maestro, además su precioso bebé y él estarían separados, NamJoon se sentaría con el personal académico de la universidad tratando de no mirarle a cada segundo o al menos fingiendo que no lo hacía y su bebé estaría entre las filas de estudiantes ansiosos, sus suegros estarían entre el montón de gente que se reunían a ver sus hijos, amigos y familiares recibir su tan ansiado título universitario, a ellos los había visto solo una vez en vídeo llamada mientras su bebé trataba de calmar a sus padres sobre la idea de que NamJoon solo quería aprovecharse de su inocencia y sobre todo para asegurarles que lo suyo no era una aventura sino más bien algo que planeaban mantener a largo plazo... lo hicieron lo mejor que pudieron pero si ellos supieran la magnitud de su relación... Nam no quería ni pensar lo que harían. Ahora tendría que verlos en persona por primera vez en la comida familiar que habían planeado para celebrar a su chico y por supuesto sería en ese momento donde su relación sería revelada al resto de su familia. Sería un día bastante complicado.
La hermosa noche estrellada de Seúl era el escenario perfecto para este momento, abrazados frente a la luna su hermoso chico apretaba su mejilla contra la piel desnuda del pecho del mayor, no hacían falta muchas palabras, tan solo la sensación de sostenerse el uno al otro, el vaso de whisky había quedado en un segundo plano, olvidado sobre una mesita, su pequeño novio era mejor que cualquier bebida embriagante, era capaz de relajar sus nervios con solo una palabra y adormecer su aturdida mente con una caricia. La tonada de sus corazones latiendo en el silencio nocturno fue la banda sonora acertada para apaciguar sus miedos, se mecieron suavemente acurrucándose entre sí y protegiéndose del suave frío, cuando miraron el reloj marcaba poco más de la media noche y con las manos unidas se dirigieron de nuevo a la cama, el mayor no pudo evitar la sonrisa al ver el par de trajes que descansaban colgados y perfectamente planchados en una esquina de la habitación, estaba rebosando de orgullo y se lo hizo saber así a su bebé cuando lo recostó en la cama y lo tapó hasta la barbilla depositando tantos besos en su rostro que SeokJin soltó una carcajada escandalosa que resonó por la habitación, NamJoon no podía estar más feliz de ver a su chico cumplir sus metas su pecho se inflaba de orgullo incluso cuando estuvo recostado a su lado tratando de atraer al más pequeño entre sus brazos, apenas tan juntos cómo es posible estar los labios rosados como pétalos soltaron un suspiro de tranquilidad.- Te amo papi, gracias por todo-. La pequeña mano de SeokJin buscó a tientas la suya que se enrollaba en su cintura y poniéndola sobre ella entrelazó sus dedos, los ojos del mayor sentían un poco de escozor, era esto lo que la felicidad lo hacía sentir al retener las pequeñitas lagrimas que trataba de no dejar salir, un montón de besos fueron depositados en la cabellera de su niño y al final su mejilla reposó sobre su coronilla.- Te amo tanto mi cielo, eres mi orgullo y mi adoración-. Las últimas palabras pronunciadas esa noche, la última noche que pasarían siendo un secreto, mañana por la noche les importaría quien los viera NamJoon estaba dispuesto a demostrarle al mundo que ese ser etéreo era suyo y que eso lo hacía sentir el hombre más afortunado del mundo.

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Princess Complex [NamJin]
FanfictionSeokJin está harto de los estereotipos, está harto de que lo traten como si fuese de cristal pero sobre todo está harto de que lo traten como una princesa porque no, él no tiene un jodido complejo de princesa. Y sin embargo realmente no odiaba cuand...