Para NamJoon tener 27 y ser maestro de chicos que rondaban los 23 era difícil, tuvo que imponer orden y respeto, algo totalmente difícil cuando le llevaba a sus alumnos solo algunos años. Ciertamente no era su plan enseñar en una universidad, cuando regresó de Estados unidos con la idea de enseñar a adolescentes de colegio NamJoon estaba feliz inclusive extasiado, después de una charla telefónica bastante corta con su tío accedió a ser docente imaginándose a sí mismo en esa aula con chiquillos deseosos de aprender el idioma que tanto amaba, grande fue su sorpresa cuando el contrato estuvo frente a él y en vez de enseñar a adolescentes estaría a cargo de recientes adultos. HanSok le había engañado, o al menos había omitido convenientemente parte de la información sobre su reciente retiro y mientras Joon creía que le cedería la plaza de bachillerato la verdad era que la plaza universitaria era la única libre. De pronto y sin pensarlo se vio a sí mismo la mañana del primer día conduciendo su Audi con total pereza hasta la universidad preguntándose como rayos haría que un montón de chicos le obedecieran o al menos que no hicieran tan infernales sus días.
No ayudo en nada que la carrera que estudiaban fuese ingeniería civil y aunque en parte agradecía no tener un montón de chicas hormonales alrededor también era un poco frustrante que la bola de chicos no tomasen la materia enserio. No quiso poner demasiada atención a sus alumnos el primer día aún sin resignarse a estar ahí y en cambio se dedicó a explicar el programa y tratar de poner mano fuerte e imponer el respeto que necesitaba. Cabe decir que los chicos no eran revoltosos en sí y podía ver que aún había rastros de buen humor debido a las recientes vacaciones. Al final de la clase mientras recogía sus papeles con un suspiro logró captar por el rabillo del ojo algo que llamaba su atención, un muchacho rubio bastante peculiar se acercaba hasta la puerta, a su lado iba uno mucho más alto que le hacía ver pequeño, vestía de forma completamente diferente a los otros y lucía adorable, desprendía un aura delicada y gritaba en silencio por protección o eso decía el tirón de su interior.
Se dijo a si mismo que estaba mal si quiera pensar en el chico o atreverse a saber más de él, después de todo era su alumno y aunque a simple vista era lo que el buscaba se obligó a sí mismo a desechar esos pensamientos. La verdad es que una cosa era decirlo y otra era hacerlo, fue más difícil de lo que pensó apartar la vista del chico durante las clases y solía hacer recorridos visuales del aula tratando de verle al menos un segundo con el engaño a sí mismo de "Estoy viendo que todos estén en orden". No fue difícil para él conocer un poco de su información y aunque hubiese querido no saber nada, el ser maestro tenía sus ventajas. El primer día supo su nombre y desde entonces "Kim SeokJin" no salió de su cabeza.
Solía dar miradas de reojo hasta el chico mientras este se concentraba en el trabajo de clase y admiraba la dedicación que ponía aun cuando bien sabía que su aprendizaje en la materia era totalmente nulo. La palabra "adorable" se repetía en su cabeza al verle, rebotaba por su cerebro y trataba de eliminarla. Reprimía la necesidad de su interior que le pedía fuese hasta él y le ofreciera ayuda o al menos lo hizo por medio semestre hasta que descubrió que el chico era de calificaciones perfectas excepto en su materia y después de un examen totalmente fallido se acercó con la mejor disposición ofreciendo su ayuda...SeokJin la rechazó y algo en su interior vibró sin saber que significaba.
NamJoon no estaba acostumbrado al rechazo de ninguna forma, no es que fuese ególatra pero su actitud y su aura dominante solían conseguirle cualquier cosa que deseara, desde pequeño tuvo esa actitud de líder y las personas solían considerarlo un modelo a seguir, viniendo de una familia de alto renombre, con un porte elegante y belleza, la sonrisa pura y sincera, la mejor educación e incluso con todo eso todos podían ver que el hombre era todo bondad.

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Princess Complex [NamJin]
FanfictieSeokJin está harto de los estereotipos, está harto de que lo traten como si fuese de cristal pero sobre todo está harto de que lo traten como una princesa porque no, él no tiene un jodido complejo de princesa. Y sin embargo realmente no odiaba cuand...