Fictober [Yullen]

23. I hate you

Advertencia: Celos, mascostas y drama?

(ლ╹◡╹)ლ

Kanda Yuu no era de los que compartían.

Menos a la persona que ama.

Una de las razones por la que odia a las personas es porque se acercaban a su novio como mosquitos que son atraídos a la luz.

Allen era su luz.

Y no pensaba compartirla con nadie.

Menos con el pulgoso.

Ese perro era muy protector con su dueño, cariñoso y obediente, bueno cuando le convenía.

Era muy irónico ya que él amaba a los animales, más a los perros y trabajaba en una veterinaria donde cuidaba a cachorros muy lindos pero este perro era muy grande y era muy imperactivo.

Gracias a él, no podía acercarse al moyashi. Cada que intentaba abrazarlo o besarlo con un gesto mimoso el perro se interponía recibiendo su premio y eso no era justo ya que se esforzaba por no cocinar conejo lambreado o meterse en cualquier pelea.

Por eso lo odiaba, odiaba al maldito perro dorado que se interponía entre él y Allen.

Por esa razón se encontraba con una cara de amargado mientras fulminaba con la mirada al perro.

Este tenía la atención completa de Allen.

Molesto de todo está situación se levanto con el ceño fruncido para irse a la cocina por algo de beber. No creía ser capaz de soportar por más tiempo al pulgoso depués de un tiempo meditando llegó a la conclusión de que no valía la pena malograr la cita con el pequeño albino.

Saliendo de la cocina con su vaso de agua un destello dorado lo derivó, cayendo al suelo y termino con la cara llena de saliva.

Y escucho unas carcajadas viniendo del sillón, un albino cubierto de sabanas con almohadas a su alrededor mientras reía de una forma muy tierna.

—Moyashi quítame a esta bola de pelos de encima.

Escucho los pasos de Allen venir donde él y le tendió una de sus manos para quitar a su peludo amigo.

—Calmate Kanda, Timcampy solo quiere jugar.

—Ajá y yo quiero ser la reina del mundo.

Volvió a escuchar las risas de Allen, tan tranquilas y sinceras. Sonrió por reflejo amaba mucho a su novio.

Un ladrido resonó en la sala.

Así también odiaba al perro pero tendría que hacer un sobre esfuerzo para no perder contra un perro.

[♡;]

Luego de su desastrosa cita, Kanda debía regresar a su casa para ir a su trabajo mañana pero Allen no lo dejó irse.

Bueno tenía que pensar positivo y alegrarse por que dormiría con su novio sin que el perro se interpusiera.

—Yuu, creo que tengo algunas polera tuyas. —habló mientras le pasaba una de ellas.

—Con razón me preguntaba donde estaban, pensé que las había perdido. —sonrió ladino—, tu fuiste el que ocultaba mis camisas y poleras.

Lo levanto para darle algunos besos por sus mejillas y el último en sus labios.

—Cuanto extrañaba tus labios moyashi

Recibió un suave beso en su frente y un empujón de Timcampy que hizo que ambos calleran a la cama.

—Empiezo a odiar a tu perro Allen.

—No digas tonterías Yuu. —río mientras jugaba con el cabello azabache de su pareja—, tu sabes muy bien que mis dos seres amados deben llevarse bien juntos.

Kanda era de un fuerte carácter y muy despiadado con todos pero no podía negarse ante su pareja menos cuando le ponía ojos de cachorrito y su pequeño puchero.

—Mierda, sabes muy bien que no te puedo negar nada.

—Lo se~

—Pero si me sigues ignorando por darle cariño a él, me molestare bastante y sabes cuando pasa eso no es nada bueno. —dijo serio.

Recibió algunos besos más y ambos se acurrucaron juntos, Kanda abrazaba de una manera sobre protectora el cuerpo del albino mientras Timcampy se acurrucaba en sus piernas.

Por hoy bastaba de los problemas entre ambos, necesitaban su preciado sueño y fuerzas para mañana porque sería un largo día

[♡;]

El despertar no fue nada agradable ya que un gran perro dorado lo estaba babeando y le gruñia con la intención de alejar a su amo del azabache.

—No hay un solo día en que me dejes de gruñir. —expresó molesto Kanda.

Aún con los gruñidos del perro Kanda lo miro con molestia levantándose de la cama.

No entendí el comportamiento de la mascota del moyashi se supone que los perros golden son los más armoniosos y amistosos pero este no tenía nada de esas dos cosas, cada día que pasaba con su novio este le gruñia y trataba de derivarlo –lo cual conseguía facilmente– al suelo.

Podía sentir el aroma a tocino y huevos fritos, seguro el albino ya habria preparado el desayuno.

—Moyashi

—Me alegro que estés despierto Yuu, Timcampy hizo un buen trabajo despertandote~

Kanda lo abrazo por la cintura mientras empezaba a repartir besos por el cuello del albino.

—A la próxima lo dejó afuera.

—Nee~ porque odias tanto a Timcampy si tu amas a los perros, no sería lo mismo con él además es muy juguetón.

—Amo a los perros pero odio a tu compañero canino que me aleja de ti.

Una ladrido se escucho en la cocina junto a ellos, haciendo reír al albino y el azabache frunciendo el ceño.

ლ(╹◡╹ლ)

Han pasado 184 años xdxd perdonen por no actualizar.

Y

no, no estoy muerta aún solo estuve desaparecida xD

Weno decirles que estuve ausente por mucho tiempo, lo siento pero estuve con varios problemas, la U cerca y prepara me para eso fue un desastre pero me fue bien uwu

Muchas gracia por seguir leyendo.

Espero y les haya gustado.

Nos vemos después~

Los quiere Anabel. ♡