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Daniel se levantó más temprano de lo normal, pero su rutina era la misma de todos los días, despertarse, bañarse, vestirse, desayunar e irse, lo de siempre.

Agarró su celular, y vio como en la aplicación de mensajes había una burbuja roja que tenía el número "471". Suspiró, seguramente se trataba de Kuanlin y sus mensajes desesperados.

Los leyó. Kuanlin le estaba reclamando de todo. En ese momento, Daniel no supo exactamente la razón de porqué su amigo se estaba portando de ese modo, pero al parecer Daniel tenía la culpa, como siempre.

Sí, Daniel siempre era el culpable de los malos días de todos, especialmente de Kuanlin. Aunque, no sabía si el chino lo olvidaba, pero Daniel era la única persona a la que tenía.

Eso mas bien sonaba como algo que un abusador o una persona posesiva diría, pero era la verdad; incluso Kuanlin lo mencionaba muchas veces. "Daniel es la única persona que tengo porque él sí me escucha." Esa frase se quedó muy grabada en Daniel, pero en ese momento parecía que Kuanlin dijo eso porque sí.

—Que tonto— Rió Daniel al ver los mensajes antes de salir de su casa.

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No se encontraba murmurando las mismas palabras del día anterior, pero sí algo parecido.

—Contesta Daniel, contesta Daniel, contesta Daniel— Decía mientras veía desesperado su celular —En línea...— Dijo al ver el estado de Daniel —¡Visto!— Exclamó emocionado —Bien, está escribiendo— Miró fijamente su celular, y esperaba la respuesta de Daniel.

No le sorprendió que tuvo que esperar tanto, al menos unos cuantos minutos, a lo mejor la respuesta de Daniel era larga, o solo no sabía escribir.

Pero, después de unos minutos esperando la respuesta de Daniel, nada, no mandó ningún mensaje.

Así que solo lo dejo en visto y con la duda.

—¡QUE HIJO DE PUTA!— Gritó, agradeció que estuviera sin compañía en la terraza del colegio. Lanzó su celular con toda su fuerza al suelo, pero al recogerlo, no le había pasado nada, milagro.

Bajó enojado por las escaleras, empujando o haciendo a un lado a cualquiera que se le interpusiera; no iba a pedir perdón, nunca lo hacía, él no era nunca quien debía perdón perdón, o eso era o o que él pensaba.

No se concentró mucho en lo que estaba haciendo, pues, esta vez sin estar consciente de sus acciones, hizo que unas chicas que estaban corriendo tropezaran con él.

Kuanlin reaccionó. Vio como dos de ellas terminaron en el suelo y otras tres las iban a ayudar.

—L-lo siento— Dijo una de ellas que estaba en el suelo. La reconoció. Era una de las chicas del día anterior, las que estaban hablando de Daniel y que una de ellas era lesbiana o algo por el estilo; de hecho, era el mismo grupo de niñas.

—...— Kuanlin solo se les quedó viendo. No sabía si decir "No importa" "Está bien" "No te preocupes" "No pasa nada" o incluso él mismo pedir perdón. Pero la mirada de Kuanlin fue interpretada de otra forma por las chicas.

—¿Ves Sakura? Lo hiciste enojar— La otra chica que estaba en el suelo le dio un pequeño golpe con el codo a su amiga en el brazo.

—¿Hm? ¿Yo? ¿Enojado?— Kuanlin arqueó una ceja.

—Bueno, eso es lo que interpreta— Una de las chicas ayudó a sus amigas a levantarse.

—No, no lo estoy, o al menos no con ustedes— Se cruzó de brazos y volteó a ver a otro lado.

—Eso es bueno, no queremos que un chico guapo se enoje con nosotras— Añadió una de ellas, si recordaba bien su nombre, ella era Eunbi.

—Guapo— Sonrió Kuanlin; sabía que era atractivo, pero escuchar eso por parte de otra persona era emocionante.

Based on lies (Ongniel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora