Tú y yo eramos una puta partida de ajedrez.
Tú llevabas las blancas
Y a mi me parecía injusto
Porque sabía que si tanto querías empezar
Era porque ya tenias la estrategia preparada.
No te guardo rencor,
Ya sabes que yo no hubiera sabido que ficha mover para que empezase el juego.
Que tú eres de pensar
Y a mi me mueven los impulsos.
Moviste el peón al frente,
Siempre te ha gustado mirar a los ojos,
Siempre me ha gustado a mi mirar los tuyos.
Deslicé el alfíl al diagonal,
Sin pensármelo ni un segundo.
Sabes que por orgullo me da igual perder algunos peones en el camino.
Tras esperar decidiste que lo mejor seria mover la torre y así derrumbar mis murallas.
Tenía que aprender a moverme con inteligencia.
Llevabas razón cuando me dijiste que lo nuestro no trata de rapidéz,
Sino de paciencia.
Yo estaba cansada ya de ser una pieza más en el tablero,
Y todo lo que un día veía de colores se convirtió en blanco y negro.
Seguimos moviendo fichas y limitándonos a quitarnos piezas "sin importancia" del medio.
Del miedo.
En el ajedrez se llama zugzwang,
Cuando el único movimiento posible es no moverse,
Y eso es lo que me pasó,
Me pasaste tú
Y yo ya no sabía por donde tirar.
Me hiciste darme cuenta de que había gente que amaba con movimientos rápidos,
Como los alfiles o las torres.
Otros quieren de forma extraña, como los caballos.
Y finalmente hay otros que son como peones,
Que no saben amar,
Sólo saben dar un paso corto.
Pero esos pueden llegar al final del tablero y encontrar una forma nueva de amar.
-Jaque.- dices.
-Mate.- Contesto.
Y te dejé ganar,
Porque era incapaz de matar a tu reina
Y mucho menos de quitarte la corona.
No importa,
Aquí al final de la partida,
Terminamos todos en la misma caja.
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Versos -para el- co(n)razón
PoesíaAquí no vas a encontrar historias de amor con un final felíz, Cuando las cosas acaban no tiene por qué haber un final. Aquí hay trozos de vida diaria en formato de poesía. Aquí hay versos a base de copas y almas en pena. Aquí hay tiritas para el cor...