Jamás he podido disfrutar de las fiestas, sean de cumpleaños, bodas, bautizos, ect. -Digo ect porque ya no sé que más decir- porque siendo sincera lo único que hago es sentarme como bruja en cautiverio con una mirada agría mientras todos bailan y cantan. Me han dicho que amargo la atmósfera. Yo también creo lo mismo.
Hoy, no es mi día feliz. ¿Cómo me alegro yo sabiendo que mi querida -sárcasmo- madrastra va ha hacer una fiesta con sus amables -sárcasmo- padres? Si piensan que Janet me trata mal no quieren imaginar como me tratan sus padres. Lo juro, que cada vez que vienen a casa me siento más despreciada que Jane Eyre por sus primos.
-¿Quieres cambiar esa cara?- Chilla Janet molesta. Suspiro e intento sonreír, miro a mi padre que se encoge de hombros. Yo, yo usando vestido rosa ¿dónde está mi honor? Por favor si lo llegan a ver me dicen porque lo estoy buscando.
-¿Por qué debo hacer esto? Quiero ir a casa de Harry.- Chilla Missie y me dirije una mirada de odio y burlona.-Yo a diferencia de algunos, tengo una vida y un novio.- Vuelve a chillar, me miro en el espejo intentando no hacerle caso. Arreglo el lazo en mi pelo y procuro verme bien.
-Tendrás "novio" o no pero hoy te quedas aquí con tu familia.- Chilla Janet. Cargo a Ben y le arreglo el pelo, él juega con su avión más interesado en eso que en mí. -Además los he invitado a venir para la fiesta, ¿feliz?
-¿No puedes dejar a los Styles hacer sus propios planes familiar?- Pregunta Maxxie molesto mientras se pone una Supra. -Digo, dejarlos fuera de nuestra puta vida. Qué hagan algo ellos con la suya. Porque apuesto a que sería bueno que por fin tengamos una vida normal sin que tú metas a todas estas personas en nuestra casa.-agrega.
-Maxxie.....
-¿No es hora de poner la mesa?- Todos me miran. -Ya están por llegar y aún no está el té.- Janet frunce el ceño y sale de la sala directo. Después de 5 minutos de paz, vuelve a salir. Nos anuncia que sus padres van a llegar en 4 minutos. Me manda justo a mí a preparar la mesa. Suspiro mientras arreglo la tetera de porcelana con hermosos dibujos, me pregunto si mi madre biólogica tendrá una de estas. Después de ésto pongo los pequeños vasos sobre el platito, todo combina a juego con la tetera. Pongo servilletas a cada lado de estas y voy a la cocina a buscar galletas, los dos pasteles que amablemente Amelia y Ben hicieron (Dios nos salve de una intóxicación) y muffins hechos por su servidora, Victoria. Después de sentirme orgullosa de mi creación salgo a la sala justo cuando el timbre suena.
-¡Madre! ¡Padre! Qué justo es volverles a ver.- Janet abraza a cada uno de sus padres, primero a su madre y luego a su padre. Papá les invita a quitarse los abrigos y colgarlos. La familia de Janet es una refinida familia egócentrica de Cambridge, no sé si se creen los duques o algo así pero viste de la realeza. Y Tanya jamás se calla a la hora de contar sobre su maravillosa charla con la Duqueza. George siempre, siempre tiene que agregar sus grandes torneos de Polo con el Duque y yo. Yo me muero del aburrimiento. -¡Han traído regalos! No debías.
-No digas boberías, querida.- Dice con un perfecto asento Tanya. Porque esa es otra despreciable cosa, el bendito asento refinado de la realeza alguien debería bajarlos del Pony y decirles, más bien aclararles, que ellos no son de la realeza. -Es un gusto para Bob y para mí traer regalos a tu familia.... Y a Victoria. ¿Dónde está esa niña?- Pronuncia con cierto disgusto mi nombre. Me consideran una bastarda arruina familias. ¿A qué no son tiernos mis abue?
-Aquí esto, Tanya- Susurro, ella se voltea para verme. Tanya se ha teñido el pelo pelirrojo de rubio, tal vez para ocultar las canas que le han salido, tiene el cuello lleno de perlas. Tiene aretes de perlas y anillos con gemas, qué creo son de mentira.
-Mira como haz crecido, encorbada y fea. ¿Qué no te enseñan modales? Michael, ¿cómo puedes tenerla así?- Chilla. Mi padre abre los ojos y me mira y luego a Tanya. No dice nada.
-¿Y nuestros regalos?- Pregunta Missie. Bob ríe.
-Esa es mi nieta, directa al punto.- Aplaude. Detrás de él tiene bolsas.- Para mi hermosa hija.- Besa la mejilla de Janet y le da una bolsa, ella sonríe como lobo frente a Caperucita Roja. -Para mis dos nietos.- Les da a Maxxie y a Ben dos bolsas. -Para mis nietas.- Les da una a Missie y otra a Amelia. -Y para tí Victoria.- Me da mi bolsa de manera brusca. Hago una mueca y pienso si ver que me han regalado o esperar a otro rato. -Y para mi yerno.
-¿No vas a abrir tu regalo, Victoria?- Pregunta papá, me encojo de hombros. -Vamos, nadie te juzga.- Já, no puede estar tan ciego el pobre hombre. -Abro la bolsa y veo otra casa. Suspiro algo cansada y una sonrisa se dibuja en mi rostro. Un grito inunda la sala.
-Tacones Modatoi, mis favoritos.- Missie abraza los zacones de color rojos. ¿Cuando de tacón tienen esas cosas? Ave María Purísima podría sacar un ojo con uno de esos. Pero cuando mi caja también encuentro una caja Modatoi, pero para mi suerte no eran como los de Missie. Son de plataforma parecen más bien Converse pero no son. Más adentro hay algo más, no, no he visto pero el grito de Missie me ha indicado que sí. -Oh éste vestido está chulísimo, abuela. Lo amando, ya quiero que Harry me mire en él.- Gira abrazando el vestido tal Princesa Disney. El vestido es de diferentes tonos. Es corto hasta las rodillas, muy lindo. Cuando yo miro en mi caja hay otra cosa, ¿un vestido? Nah. Es más bien una camiseta de hombre, pienso que tal vez es para los chicos hasta que una nota cae de él;"´¿No te verías hermosa con mi camiseta en vez de ese feo vestido? Te hice un favor, nena. X" sonrío y me llevo la camiseta a la nariz, huele a perfume. Un delicioso perfume.
-¿Qué tienes hay?- Chilla Tanya. Despierto de mi burbuja soñando al chico que me ha dado está linda camiseta. -¡Bob! Te había dicho que pusieras el vestido en su bolsa. Eres un inútil.- chilla.
-Yo lo había puesto hay.- Gruñe Bob. Abrazo la camiseta y levanto mis ojos hacía ellos.
-Me gusta, me la quedaré.- Anuncio, Tanya chilla un; "no puedes". Pero Janet a toda prisa se decide a cambiar el tema y nos invita a tomar el té. Tanya no se niega y acepta. Abrazo la camisa, papá me sonríe y yo a él, después de que entra por la puerta un cuerpo se posa delante de mí. Maxxie.
-¿No deberías darmela a mí? A ti te quedará como vestido.- Dice. Niego abrazando la camiseta. -Arriba esos brazos.- Me quita la camiseta, estiro los brazos y él me pone la camiseta. -Listo.- Agita mi pelo y entra a la cocina.
-Bulls.- Escucho la voz de Missie, se acerca a mí con paso seguro. Con los tacones (y sin ellos) es más alta que yo. -El equipo favorito de Harry, ¿raro no?- Pregunta.
-Los Bulls son el mejor equipo de Baloncesto del mundo. ¿A quién no les gusta?- Pregunto ella solo me mira y se va. Bufo y entro a la cocina. Me siento en mi lugar y espero a que me sirvan el té. Pongo mi telefono entre mis piernas y agarro la taza. Caliente, caliente. Me la llevo a la boca pero antes de tomarlo soplo, está caliente. Perfecto para éste día de lluvia. -¿Me pueden pasar las galletas, por favor?- Missie pregunta.
-Claro, querida. ¿Notas Victoria como deben comportarse las señoritas en la mesa? En vez de estar observando el té como china.- Dice Tanya.
-Sí, señora.- Me llevo el té a la boca y saboreo el hermoso sabor. Té. Amo el té, todo tipo de té. Me encanta tomar té con galletas y disfrutar sola en una mesa. Mi celular vibrá entre mis piernas (imaginen la sensación y la vergüenza) me disculpo y tomo mi celular.- Seas quien seas te voy a matar, ¿qué quieres?
-¿Así saludas a tu futuro novio, nena? Qué cáracter.
-No me vengas con ánonimato. Dime quien eres. Rápido, antes de qué mi té se enfríe.
-¿Y por qué debería, Gracie? Sólo quería decirte que te ves increíble con mi camiseta. -
-Dime ya quien eres. No estoy de broma.-
-Me llaman Edward, Edward Cox.-
-Lindo nombre, Edward Cox.
-Gracias, Gracie.
Corta la llamada. Me vuelvo a sentar. No sé porque estoy sonriendo, su voz es linda. Me llevo una galleta a la boca sonriendo, todos me miran. Pero sólo sonrío y de un momento a otro empiezo a reír. Paso una mano por mi pelo y pienso otra vez en Edward Cox y su voz, que me suena conocida pero no tanto. Dulce.. Un mensaje me llega;
Espero nunca termines de reír, tienes la risa más hermosa del mundo.
Edward X.
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Possessive Bully |H.S.| Book 1
Fiksi PenggemarNo importa cuanto ella quisiera ser libre de él, él siempre la tenía en vista. Sus ojos grises siempre eran acosados por los esmeralda de él. Sus labios rosados siempre eran besados por él. Su virginidad era de él, todo de ella era solamente de él y...