Conociendo el destino

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-Eijiro, querido, ¿Llevas todo?- Pregunto Hana desde la puerta, aún en bata. Kirishima quería llegar temprano a su primer día en la UA y se despertó antes, mucho antes que ella. No le dio tiempo ni de cambiarse, ella solo hizo el desayuno para su retoño, el cual trago como nunca antes. -Llévate algo para el dolor de estomago, comiste muy rápido-

-Estaré bien, mamá- Dijo Eijiro mientras baja las escaleras, intentando recordar la lista mental que había echo "Cuaderno, cartuchera, lapicera, lapices, auriculares, llaves, papas fritas, soda, pelota de baloncesto desinflada, inflador"

-Cariño, ¿llevas... eso?- Pregunto Hana seria, con un toque de duda y... vergüenza, en su pregunta. 

Kirishima se la quedo mirando unos segundos, ¿Qué se olvidaba? Hasta del inflador de acordó, porque un buen partido en el receso no podrida hacerse con una pelota desinflada..

La madre, al ver la cara de desentendido de su hijo, entró corriendo a la cocina y sacó un frasco de uno de los cajones de la repisa, luego corrió hacia su hijo nuevamente- Toma, casi te los olvidas-

"Los inhibidores"  pensó, se estaba olvidando de eso -Gracias ma, casi olvido algo importante- Dijo agarrando el frasco que le dio su madre, guardándolo rápidamente en el bolsillo interno de su mochila

-Recuerda que es mejor que no sepan que eres Omega, al menos al principio. Tu celo fue la semana pasada, así que tienes un mes para dar de apoco la noticia-
Habían acordado entre todos en la casa que seria mejor que no revelase su segunda sexualidad hasta que este más cómodo dentro del ambiente de la academia, no querían que sucediera lo que paso en su curso de la escuela media, donde todos lo criticaron sin siquiera conocerlo, solo por ser un Omega que quería ser héroe.

-Si ma, tranquila. Los tomaré- Dijo un sonriente Kirishima, ni su problema de segundo sexo arruinaría su emoción por empezar su carrera de Héroe.
Los inhibidores que tomaba fuera de su celo eran algo mas suaves que los de su celo en si. Con ellos, ocultaría lo más posible su olor. No por ello se darían cuenta en seguida que es Omega, pero mejor prevenir que curar.

-Amor, cuídate mucho ¿si? Cualquier cosa, me llamas- Dijo Hana agarrando las mejillas de su hijo, con una leve sonrisa.

-No creo que me dejen usar el móvil en clase, pero si algo sucede, te lo haré saber- Kirishima dio un abrazo corto a su madre y se fue corriendo, quería tomar el primer bus que lo dejara en la U.A. 

Aunque sus planes salieron mal.... muy mal.

Perdió el bus que se había estacionado justo en frente de él por estar buscando su tema favorito en su galería de música, mientras sonaba otro tema de Rock Heavy a todo volumen en sus auriculares. Cuando levanto su vista, el bus había arrancado, y no paró por mas que lo corrió casi dos cuadras. Se quería morir. 

Volvió rápido a la parada por si llegaba otro, pero habían pasado casi cuarenta minutos y aun no había rastro del nuevo bus en la carretera "jamas demoran tanto, carajo" Pensó. Ya no estaba escuchando música por los nervios que le daba perder de forma tan tonta otro bus.
Aunque se lo tomara en ese mismo instante llegaría sobre la hora.

Pasaron otros 5 minutos y el bus apareció. Para su suerte, o desgracia, era uno que transportaba gente mayor. Subió sin avisar detrás de una viejecita encorbada de cabello corto y canoso. El chófer lo miro con cara de enojo - Solo transportamos a gente de mediana edad- Dijo. Kirishima sintió que se le paro el corazón, volteo a ver el fondo del cuatro ruedas y estaba lleno de gente vieja mirándolo desconcertados, algunas viejitas chismosas estaban parloteando entre ellas por lo bajo, como si él no escuchara.

-Esta conmigo, buen hombre. Es mi nieto- Dijo la señora que subió delante de él, con una sonrisa que por sus arrugas apenas se podía visualizar.

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