Conociendo el destino (II)

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-¿D-destinados? ¿Qué es eso?-  Kirishima se asustó de solo ver la cara de sus amigos, como si esa palabra se tratara de algo que ya debería saber desde antes. Él no tenía idea.

-Kirishima. ¿eres Omega y tus padres jamás te hablaron de eso?- cuestionó Sero, con cara de preocupación.

-M-mis padres y yo no hablamos m-mucho de temas relacionados a mi segundo sexo- dijo bajando la mirada. No entendía, si era algo tan importante eso de los Destinados ¿Porque jamás se lo mencionaron? ¿Acaso es algo de lo que no querían que se entere? Su mamá le hablo solo una o dos veces sobre cosas puntuales de ser Omega, ella tenia una sola hermana con esa segunda sexualidad así que sabia, a menor medida, como tratar el tema. Solo le menciono que debe amarse a si mismo y cuidarse, que no habría nada mas triste que ser marcado por una persona que no ames. Su madre era muy sentimental, a veces...

- Viejo,- Kaminari interrumpió sus pensamientos - Humm.. ¿Como lo explico?- dijo mirando al techo con un dedo en su mentón, no sabía cómo explicarle la cursi historia detrás de los "Destinados", principalmente cuando saben que es muy dificil que se encuentren y más aun, que la historia termine bien.

-Quizá Ashido pueda explicarlo mejor- interrumpió Sero.

-No creo que ella sepa de eso, ya me lo habría dicho- dijo Kirishima. Estaba seguro que su amiga no habría olvidado comentarle algo como eso. Debía ser algo importante si sus amigos estaban tan preocupados por que el Omega no lo supiese.

-¿Que yo no sé qué?- cuestionó Mina detrás de ellos, en tono leve de enojo, combinado con angustia. Su vecino-amigo gay dijo que no podría llevarla a la otra punta de la ciudad a comprar el nuevo CD de Ed Sheeran ya que se encontraba de vacaciones en Inglaterra con sus padres. Ashido y él siempre compartieron una gran pasión y amor por el cantante. El chico siempre la invitó a los conciertos que el famoso daba en Japón, inclusive una vez la llevo a Estados Unidos a verlo. Si, su vecino-amigo se limpiaba el culo con billetes a diario. Y ella, aunque no lo admitiría, se aprovechaba un poco de eso. Ashido se ofreció a acompañarlo a cada local de ropa femenina que a él le hacía tan feliz, no andaba de vestidos o polleras, pero siempre se compraba alguna campera rosa con tachas o alguna blusa de moda en ese momento. Regalandole algo a cambio a Ashido casi siempre, aunque a ella solo le bastaba que la acompañara a los conciertos.. y principalmente su amistad, era lo más cercano a una amiga que tenía.
Cuando ella salió corriendo de la cafetería ya estaba en la puerta de la misma esperando a su amigo, que aún no le había contestado el móvil. Cuando por fin lo hizo y le dio la mala noticia, ella volvió a paso lento a la cafetería, dudando si no era mejor volver a su casa a llorar escuchando los temas mas conocidos de su famoso preferido. Le dolía no ser la primera en Japón en comprar su nuevo CD.

-A-ashido, que susto- Kiminari se agarró el pecho, sintió por dos segundos que el corazón se le salía hacia delante.

- Tan fea no soy- Dijo con una mueca, parando en seco a medio metro de la mesa

-NO DIJIMOS ESO!
Todos se quedaron viendo a Sero por lo que gritó. No le importo, él negaría a muerte que ella era fea

A él le parecía todo lo contrario, hermosa por donde la miren.

-Ashido, ¿sabes algo de los Destinados?- Preguntó Kirishima, ignorando la situación.

-¿Ah? Si, mi madre me contó la historia de chica- dijo desinteresada, mirando su teléfono nuevamente.

-¿Porque nunca me hablaste sobre eso? - Cuestionó Kirishima, con rostro de leve indignación dado que su amiga, a diferencia de los otros dos, no le tomaba mayor importancia.

Ashido levantó la mirada tomando asiento en su lugar nuevamente -¿Porque debería? Son historias que se cuentan en familia-

¿Acaso era algo tan obvio? ¿Porque sus padres nunca le hablaron de ello?

Punto & Aparte ;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora