Punto & Aparte ;

Aizawa Shota

Linea de tiempo: Viernes de juntada del Bakusquad

Eran las 7 pm, yo me encontraba acomodando unos papeles en mi escritorio con una coleta en mi cabello.
Me prendí un cigarrillo. La larga semana solo trajo a mi más cansancio de lo habitual y es que, desde el accidente del campamento, me paso los fines de semana acomodando el papeleo y cuidando a los mocosos. Aveces, entre cigarrillos, papeles y café, algunas memorias vuelven a mi.

Mi cabellera, negra, larga y seca, era la única parte de mi que siempre me agrado. O mejor dicho, la única que jamás deteste.

Luego de mis 16 años todo en mi cuerpo pareciese ser rechazado por mi alma. 
Mis ojos, mis brazos, mis piernas, mi torso, mi cuello...

El recuerdo de lo que ocurrió con Hizashi hace 18 años atras me atormenta cada noche y creo que esa es la razón por la cual siento tanto rechazo hacia mi mismo.

Saber que utilice vilmente al que en ese entonces era mi mejor amigo creaba un dolor punzante en mi pecho, al que ya me he acostumbrado.

Antes de Hizashi, yo no tenia amigos. Y no es que me entristeciera, de verdad creía que no los necesitaba.
Tener sentimientos como amistad nubla la mente de un héroe e incapacita la habilidad que uno puede llegar a obtener. Y sumando mi arisco carácter ante la gente en general, se podría decir que no me costaba mucho mantener al margen a las personas.

A todas, menos a él.

Mi primer día en la Academia de héroes fue tres meses luego que las cases arrancaron. Yo había ingresado inicialmente en el programa de estudios generales ya que consideraban que mi Quirck no era de eficiencia, mas bien de apoyo.
Yo jamas acepte esa idea y me esforcé de enorme manera para cumplir con mis expectativas.
Luego del festival deportivo de ese año los profesores se dieron cuenta que tenia mas capacidad que lo que aparentaba y sumado a ciertos entrenamientos que tuve para saber como atacar a través de mis duras cintas reconsideraron la idea de meterme en el curso de héroes.

Ahí fue cuando lo conocí.

Luego de que mi sensei me presentara ante todos me senté en el único lugar libre que por gracia del destino, fue al lado de él. 

Al principio Hizashi se mostraba con migo igual de alegre como ante todos, pero pasado el tiempo por alguna razón que aun no entendía él se acerco de enorme manera.

Me rogaba entrenar juntos y luego de varias suplicas acepte almorzar junto a él en la cafetería. 

El tiempo siguió y ya no me molestaba tanto la cercanía de Hizashi, más bien me jodía el echo de que aveces me sentía extraño estando con él. 
Supuse que dado a que jamas compartí tanto tiempo de mi vida con otra persona, eso era algo normal.

En lo único en que enfocaba mi mente era en progresar mi camino como héroe y ocultad mi sexualidad Omega.
Ante el colegio y todos mis compañeros yo era Beta. Gracias a unas llamadas incógnitas de mi madre conseguí el certificado medico que me pedía la Academia donde aclaraba mi naturalidad "Beta".
En esa época, los celos Omega aparencian entre los 17 y 18 años. Este año lo podría pasar tranquilo y si el año que viene se daba, ya me las arreglaría. En ese momento yo solo pensaba que ocultar el secreto era mejor ya que me tomo 3 meses y demasiado esfuerzo convencer a las miradas que aun se encontraban encima mio, que seria un buen héroe.
El echo de ser Omega y haberles mentido a todos seria la excusa perfecta para echarme del programa y yo no podía hacerle eso a mi madre, que era la única quien seguía confiando en mi. 

Perdí a mi padre cuando era muy joven dado a que un villano que aun se encontraba suelto lo asesinó. Mi padre era héroe profesional aunque no era muy conocido ya que era Beta. La sociedad antes de mi estaba aun mas podrida y si no eras Alfa, prácticamente no eras nadie.