8° Problemas

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Se siente tan bien, sentir su calor contra mi cuerpo. Hace tanto tiempo que no me siento tan completa. Estar apoyada contra su cuerpo, sin hablar. Solamente escuchando la respiración del otro. Me hace sentir tan bien.

—Hey Nicci— Le miro y me sonríe.

—¿Qué sucede? — Me volteo, quedando sobre él.

—Tenemos que levantarnos e ir a hacer una cosa fundamental— Le miro extrañada y me siento, aunque sigo sobre él.

—¿Qué cosa? —Me acomodo.

—Una cosa que dejaremos para otro momento si sigues moviéndote así— Eso hace que reaccione y me quite de encima —Mejor así— Carraspea y sigue hablando— Tengo que llevarte a conocer a mi familia, ya sabes, la tradición de los fundadores.

—Ahh sí—Hago como que sé de qué habla y me levanto de la cama y voy a mi armario, que ahora cuenta con algo de ropa más variada— ¿Debería ir formal?

—Con lo que sea te verás hermosa— Siento mis mejillas arder un poco y lo saco a empujones del cuarto con la excusa de que me cambiaré.

Me siento en la cama, ya cambiada con un sencillo conjunto algo formal y suspiro. Nunca me esperé tener la oportunidad de poder volver a ser feliz. Me lanzo hacia atrás sobre mi cama y me cubro la cara con la almohada ahogando un gritito de felicidad. De pronto, recuerdo el broche que me dieron en NeuroBrain y lo comienzo a observar. En la parte trasera de este, veo un pequeño botón que presiono y sale un trozo de papel.

"Espero nos veamos pronto pequeña"

Esas 5 palabras hacen que me ponga nerviosa y la curiosidad me invada. Salgo de mi cuarto y me encuentro con Gio en la sala principal. Al verme, me hace una seña de silencio y nos vamos a la entrada con cautela.

—¿Por qué teníamos que hacer silencio? —Me toma de la mano y me sonríe.

—Porque Louis o las gemelas si se enteran de donde te llevaré. Te dirán algo que aún no puedes saber— la curiosidad me invade y le miro.

—Lo sabrás pronto cariño— llegamos a una estación de trenes.

—¿Y dónde vive tu familia? —Compramos los tickets con los broches.

—En Capitol— Toma mi mano y abordamos el tren.

El viaje es tranquilo, pero noto a Gio muy nervioso. Le miro y al darse cuenta de que está demostrando demasiado, me abraza y eso me preocupa más. Le beso para intentar calmarlo. Extrañaba tanto besarle y sentir su calor.

—Deberías dormir un rato. Queda bastante para llegar— Asiento con la cabeza y me acurruco en su hombro.

Sueño muchas cosas distintas y todas me inquietan, veo imágenes demasiado reales de un futuro donde Gio está casi muriendo. Siento que me mueven con suavidad y suelto un sollozo involuntario.

Gio me observa angustiado —Tranquilo Gio, son sólo malos sueños— Besa mi frente y acaricia mis mejillas. Temo que esos sueños se hagan realidad.

Un sonido de una campana hace que desvíe mi atención de los labios de Gio. Miro por la ventana y veo una gran ciudad rodeándonos. —Pareciera que nunca viste Capitol— Ríe un poco y yo río con él para fingir.

Nos bajamos del tren y nos dirigimos al auto que previamente él había pedido para ambos. Toma mi mano y siento la suya temblar, le aprieto la mano suavemente y respira hondo. Con rapidez llegamos a una gran casa con varias figuras de lobo. Al entrar por fin, una cálida decoración me rodea y miro todo con asombro.

—Bienvenido Sr. Fioremontti, su familia lo espera en el salón— Una persona muy elegante vestida de traje nos recibe y nos indica el lugar, aunque Gio conoce perfectamente el lugar.

—Madre, Padre— Reconozco a la madre y al padre de Gio, son iguales a mis suegros, Lisa y Robert del otro mundo. Estos se levantan para abrazarle y luego me observan de arriba abajo.

—Gio querido ¿esta joven es Nicola D'Angelo? —Lisa me mira escaneándome completamente.

—Si mamá, ella es Nicci, la chica de la que te hablé. —Me sujeta de la cintura y Robert me sonríe, parece que ya me gané su aprobación, siempre fue un hombre muy amable.

—¿Gio? —La voz de un hombre inunda el cuarto y volteo encontrándome con un señor mayor que nunca había visto.

—Abuelo, no pensé que estarías aquí. —Su voz suena incomoda y me trae recuerdos de que nunca conocí a sus abuelos porque estos habían muerto.

—Claramente estaría aquí para recibir a la despreciable descendencia D'Angelo —Me mira y parece que recuerda a alguien.

—¡Abuelo! Te recuerdo que estas hablando con alguien de mayor estatus social que tú. —Por lo que tengo entendido, hay una jerarquía entre las familias fundadoras.

—No me es relevante desde el momento en que su familia me hizo daño. —Me mira con odio como si le recordara a alguien más. —Nunca aceptaré tu compromiso con esta chica. Además, que probablemente no conoce tu lista.

Me lanza un trozo de papel y lo atrapo. Gio me mira conmocionado y me niega con la cabeza para que no lo abra. Pero la curiosidad me invade.

—Nicci, por favor— Desenrollo el papel y lo que me encuentro me hace palidecer. Una lista totalmente completa de lo que ha hecho con varias chicas, donde hay casillas marcadas con una X. Leo el primer nombre "Hanna Joshua" Tiene todas las casillas marcadas, en el auto, oral, en su casa, en la mía. La lista tiene muchas "X" que marcan todo lo que ha hecho, al ver el siguiente papel encuentro una redacción explicita de las mejores chicas y qué es lo que tienen de bueno. Le miro y se intenta acercar a mí — Nicci, te juro que dejé totalmente esa vida. Esa lista es vieja, es de hace 2 años. Lo prometo, no pienses cosas malas de mí.

—Tranquilo, no creo cosas malas de ti— Le doy otro vistazo y me arrepiento totalmente. Mi nombre está en la lista... aunque aún no está marcado nada... —Pero... ¿estás seguro de que es de hace dos años? —le entrego el papel y mira extrañado.

—Nicci... yo no...— No lo dejo acabar, miro a sus padres que miran todo asombrados.

—No tienes nada que explicar, creí que esto era mutuo, pero no es así. Simplemente querías que fuera otra de tu lista— Me despido con cortesía de sus padres y me voy con rapidez. Mi Gio nunca me hubiera hecho esto, fui ingenua al pensar que era igual...

Tomo el primer tren que me lleve de regreso y sólo pienso en una cosa. El viaje lo siento una eternidad. Intento contener mis lagrimas de lo engañada que me siento, y cuando estoy a punto de dormirme. Una chica bastante linda se me acerca.

—Hey, tú fuiste a Capitol con Giovanni en el tren. —la miro extrañada— Uy, no me he presentado, soy Mikaela Sprout. Conocí a Gio cuando éramos más jóvenes —Recuerdo que su nombre aparecía en la lista como alguien recurrente.

—Yo soy Nicola D'Angelo —Se sienta a mi lado.

—Siempre le gustaron las chicas importantes— Parece recordar algo con nostalgia.

—¿Es así? —Asiente y comienza a contarme un poco del Gio del pasado. Parece tan diferente a mi Gio, cuando lo conocí en mi mundo, era tan tímido y yo me tuve que acercar a él. Eso me llena de buenos recuerdos.

Llegamos a el pequeño pueblo y luego de despedirnos me dirijo derecho a NeuroBrain, necesito tomar cartas en el asunto. Saber más sobre este mundo. Llego a NeuroBrain y entro por la gran puerta. La secretaria que es la misma de la otra vez, me invita a pasar y pido ver al jefe momentáneo. Me indica la sala y abro la gran puerta frente a mí, encontrándome con alguien que nunca me esperé ver.

—Hola pequeña...—Los ojos se me llenan de lagrimas y me acerco a él...

Hola a todos, me presento... Soy WinterStar, la autora de esta novela. Quería preguntarles sobre qué les está pareciendo esta historia. Sus teorías al respecto y de qué piensan sobre los personajes, agradecería mucho si dejaran su estrellita y un comentario.

Me despido y hasta la próxima 

Mundos paralelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora