Mundos paralelos

9° Sueños del ayer

Mis piernas comienzan a temblar y mis brazos le rodean para que nos estrechemos en un abrazo. Una de sus grandes manos me acaricia el cabello y hace que me calme.

—Te dije que nos volveríamos a ver —Toma mis mejillas y me mira fijamente a los ojos.

—¿Tu... me recuerdas? —Le miro fijamente a los ojos.

—Siempre te recordaría, aunque en estos momentos estamos en otro mundo —Besa mi mejilla y me mira a los ojos con ternura— ¿Te encontraste ya con Giovanni?

—No es el mismo... Aquí es un mujeriego y solamente me quería agregar a una estúpida lista.

—Demonios, ese idiota. Hace un par de años le dije que esa lista le iba a arruinar en el futuro. Pero, es extraño, luego de que cumpliera la mayoría de edad, dejó esa lista —Me alejo un poco de él.

—¿Conoces a este Giovanni? —Me mira y suspira.

—Mis recuerdos están mezclados entre este mundo y el anterior. Conozco y soy amigo del Gio de este mundo desde muy pequeños, después de todo. En este mundo mi familia es de las familias fundadoras también.

—Entonces... tu me podrás explicar todo sobre este mundo. —Lamí mis labios.

—Sería mejor que mezclaras tus recuerdos con los de la Nicola de este mundo. Pero, la desventaja es que vas a estar un par de días inconsciente.

—¿Qué le pasó a la Nicola de este mundo? — Me miro algo lastimero.

—Murió justo cuando tu llegaste, pero no porque tuvieras la culpa. Si no, que apareciste justo en el momento exacto y nadie sabe que ella está muerta.

—Entonces, ¿tú también moriste? —Me mira horrorizado.

—No, en el otro mundo, tuve un proyecto personal y traspasé todos mis recuerdos a este cuerpo. Mezclándolos para poder recibirte adecuadamente. No fue coincidencia que justo aparecieras cerca del lugar de residencia de Gio. No es coincidencia que seas de las familias fundadoras. Todo esto, lo hice yo. Porque te mereces lo mejor. Por eso, acompáñame y te daré todos tus recuerdos mi pequeña Nicola.

Tomo la mano que me extiende y le sigo confiada. Por fin podré saber todo al respecto y conocer este mundo. Atravesamos un largo pasillo y al entrar por la única puerta, sólo veo una capsula y me hace entrar en ella. Siento como una luz se enciende sobre mi y me siento flotar. Es una sensación celestial y que hace que me duerma...

Gio

Demonios, demonios, demonios. ¿Dónde estás Nicola? La busqué por todo Capitol y no estaba, volví al pueblo y tampoco la encontré por ninguna parte. Necesito enmendar el error que no cometí. Hace dos años que no tocaba esa lista. Y lo ultimo no lo escribí yo. Todo es culpa de mi abuelo y sus intensiones ocultas de odiar a los D'Angelo. Cálmate Fioremontti, tal vez se está hospedando en alguna cabaña del pueblo, o tal vez alguien la vio con el broche tan decaída y la está consolando ahora mismo. Aprovechándose de su inocencia y que parece conocer tan poco de nuestro mundo. Tal vez se están aprovechando de ella. O tal vez se confundió de tren y ahora está en otro pueblo muy lejos de aquí.

—Tranquilo Gio, pareciera que vas a hacer un agujero en el suelo por todo lo que estás caminando en círculos— Louis intenta hacer que me calme dándome golpecitos en la espalda.

—Es que, estoy preocupado por ella— Me mira de forma angustiada, nunca me había comportado así, pero tengo la sensación de que estamos destinados a estar juntos.

—Ya volverá, dale su tiempo y tal vez comprenda la realidad de las cosas. Después de todo, es culpa de tu abuelo que todo esto pasara. Tú dejaste esa lista hace más de 2 años. —Sus palabras logran tranquilizarme un poco y las chicas me traen un café. Lo necesitaba tanto para relajarme.

—Tú no te preocupes de nada y sólo búscala con más calma, ya verás como aparece en un día o dos— Saco mi broche y lo observo con determinación. —Gio, ni se te ocurra usar el lazo. Tu sabes que es muy peligroso y sólo los fundadores originales podían usarlo.

—Lou, tengo que hacerlo. ¿Y si está en riesgo? —Su cara de sorpresa me confunde. —¿Qué?

—Hace mucho no me decías así Gio, pero, de todas formas, por lo menos espera dos días. Si no la ves hasta entonces, te apoyaré en hacerlo— Su sonrisa me reconfortó.

Luego de toda esa charla, Louis me intentó distraer del tema, pero aún así no lograba quitarme a Nicola de la cabeza. Ya era tarde y yo sólo deseaba que tuviera donde alojarse y dormir con tranquilidad.

¿Dónde estoy? Esto no se parece a nada que haya visto antes. Wow, que gran edificio es ese. ¿Y por qué demonios estoy caminando hacia este? Espera, siento una sensación extraña en mi mano, observo hacía el lado y veo a Nicola, se da cuenta de que la veo y me sonríe. Sus ojos reflejan puro amor. Parece mayor y mucho menos dura de como la veo siempre.

—Cariño, sólo tenemos que estar 3 horas en el trabajo y luego, tú y yo. Saldremos a celebrar nuestro 7 aniversario de bodas. —Se muerde el labio con coquetería y esa acción revoluciona mis hormonas de veinteañero.

—Está bien, ya quiero que pase rápido el tiempo— La tomo de la cintura y la atraigo para besarla. No sé por qué, siento que lo hago siempre y que es un beso normal para nosotros.

Entramos al edificio que coincidentemente se llama NeuroBrain. El lugar donde mi amigo Jean trabaja. Respiro hondo y siento que siempre he trabajado aquí, todo se me hace tan familiar. Nos dirigimos a una oficina y se despidió de mi con otro beso. Me podría volver adicto a estos besos. Camino como si conociera todo el lugar hasta una especie de laboratorios, donde me cambio de ropa, acertando la combinación del locker con mi nombre. Entro en un laboratorio luego de limpiarme en una especie de maquina rara. Y luego de saludar a algunas personas. Me limité a hacer mi trabajo como si lo hiciera siempre. Todo parecía demasiado normal, hasta que no supe cómo pasó tan rápido el tiempo y me encontraba en un auto con Nicci a mi lado. Ella iba dormitando un poco, así que, cuando llegamos a lo que parecía nuestra casa, la llevé en mis brazos hasta el cuarto con cama matrimonial. Todo estaba lleno de fotos de ambos, en distintas situaciones, las que más me llamaron la atención fueron las de nuestra boda. Todo parecía tan feliz, una vida donde éramos normales, una vida que no me correspondía. Siento a Nicci removerse en la cama y me acerco a ella. Le beso la mejilla y me atrae hasta ella, provocando una posición demasiado fuerte como para mi cuerpo. Esto provoca que me sobresalte.

Despierto con la respiración agitada, ese sueño parecía demasiado real. La Nicci de mi sueño, parecía una chica libre, simpática y adorable. Tendría unos 26 años por lo que aparentaba. Necesito verla, luego de ese sueño. Mi necesidad aumentó aún más. Me visto y salgo de mi cuarto decidido a hacer uso del Lazo...

Llego al lago de plata y me introduzco un poco en el agua. Trago saliva y me pincho un dedo con el broche. Escucho un aullido y una gota de sangre cae al lago. Esto provoca que toda el agua se vuelva de un color carmesí. El aullido aumenta su intensidad y veo una luz proyectarse en el lago, apareciendo tras sí. Mi lobo, el lobo del primer fundador que me fue heredado. Me enseña sus colmillos, no nos hemos visto desde mi iniciación en el lago cristal, se debe sentir resentido por mi abandono, cuando era joven, pasaba invocándolo para hacerme compañía. Pero ahora, al escuchar su voz grave en mi cabeza, luego de tantos años. Provoca que mi piel se ponga de gallina y me tense totalmente.

—¿Qué te trae por aquí, Giovanni Fioremontti?— Él sabe a qué vengo, él sabe todo acerca de mí. Aún así, respondo sin titubear.

—Necesito saber la ubicación de Nicola D'Angelo—