14º Rojo como el fuego y verde como el bosque

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Nicci

El sonido nos interrumpe e inmediatamente reaccionamos, al terminar de vestirnos unos guardias nos dirigen hasta el punto máximo del asunto, al parecer, decidieron atacar hoy porque deben interrumpir la unión entre dos grandes familias. Llegamos a donde está el clima de la batalla y liberamos a nuestros animales espirituales. Siento que algo no está bien, no puedo divisar al líder enemigo, siendo que este tiene que estar en la cabeza protegiendo a todos. Al separarme un poco de Gio, siento una respiración en mi cuello y rápidamente me sujetan de este, levantándome del suelo. Por fin le veo cara a cara, lleva el cabello largo, por debajo de los hombros y es de un color rojo como el fuego. Sus ojos verdes tan profundos como un bosque llaman mi atención, pero, sé que este no es el momento para preocuparme de eso. Intento soltar mi cuello de su agarre que apenas me permite respirar.

— Por fin nos encontramos —con su mano libre acaricia mi pelo que se soltó debido a todo el drama— Después de tanto, podemos vernos nuevamente. Mi dulce Nicola.

— Vaya... forma de... reencuentro —Hablo de forma entrecortada mientras busco en mi memoria—

— Era la única forma de impedir que el desgraciado de Fioremontti te quitara tu pureza. Esa pureza que solamente será mía —un recuerdo que no es realmente mío vuelve a mi mente y veo a mi padre—

Tendría unos 16 años en ese entonces, antes de que yo llegara a este mundo. Estábamos conversando con mi padre y en sus estrategias para lograr expandir nuestro comercio en NeuroBrain, tenía pensado presentarme a un joven que iba a ser el próximo líder del país vecino. Estaba bastante aburrida así que, no tomé mucha atención a esta persona hasta que mi padre habló sobre algo que no le correspondía

— Pareces muy interesado en mi princesa —Al levantar la vista, me di cuenta de que el pelirrojo de ojos verdes no paraba de mirarme— Si lo deseas, podrían comprometerse apenas mi pequeña tenga la edad para entrar en la selección.

Recuerdo haberme quejado mucho y luego de eso escapé a un pueblo, donde creo que morí de forma misteriosa luego de unos años y que mi cadáver desapareció dando paso a mi nueva conciencia.

— No soy tuya y nunca lo seré, ese trato con mi padre ya no es válido, no desde que yo soy la jefa de esa empresa —Su risa retumba en mis oídos y siento como comienzo a perder las fuerzas por no poder respirar—

— Linda, tu eres mía desde que naciste —Su cara se acerca a la mía y lame mi mejilla— Siempre serás mía.

Me suelta y caigo al suelo de rodillas intentando controlar mi respiración. Siento como mi cuerpo arde en llamas por todo el enojo que me provoca su presencia, de la nada, aparece a mi lado Nero por la intensidad de mis sentimientos y le comienza a gruñir. Se posiciona al frente de mi para protegerme y yo me levanto, secando las lágrimas que habían salido de mis ojos por culpa de su agarre.

— Miren al lindo gatito, protegiendo a su amo —Chasquea los dedos y una luz roja rodea su cuerpo, junto a él aparece un cocodrilo— Veamos quien somete a quien linda.

Nero se queda quieto frente a mí y siento que también necesito llamar a Bianco. Tomo el broche en mi mano y me pincho un dedo, dejo caer la gota de sangre y una luz blanca me envuelve. Bianco aparece a mi lado restregándose contra mi pierna, cuando se aleja, noto como camina con seguridad hacia el cocodrilo. Al cruzar junto a Nero, pasa la cola por su pelaje negro y este le sigue con mayor confianza.

— Creo que no te había presentado a mis dos felinos, Nero y Bianco son mis dos lindos consentidos —El ojo derecho de Nero brilla y el izquierdo de Bianco también, rápidamente llegan junto al hombre ese y mientras Nero ataca al cocodrilo, Bianco inmoviliza al pelirrojo— Nunca más vuelvas a subestimarme de esa forma.

Mundos paralelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora