15° Caliente como el infierno (+18)

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Nicci

Camino con lentitud hacia él y me siento en sus piernas con las mías a cada lado de su cadera, me mira como si no comprendiera lo que estoy haciendo. Me muerdo el labio antes de volver a repartir besos a lo largo de su cuello mientras abro su camisa. Sus manos van a mi cintura y me intenta alejar un poco.

— Nicola, deberíamos parar o sino no me contendré —Voy a su oreja y muerdo un poco la piel de esta para luego lamer—

— En la noche no decías lo mismo —Comienzo a acariciar su pecho me apego a su cuerpo—

— Nicola, hablo enserio —Le beso para que deje de quejarse—

(Advertencia de contenido, no es 100% vital para la historia leerlo)

Parece dejar de contenerse y me sujeta con mas fuerza por la cintura, me sigue el beso rozando su lengua contra la mía y mordiendo mi labio. Abrazo su cuello con mis brazos y acaricio su cabello, lo necesito tanto. Termino de quitar su camisa y él quita mi camiseta. Deja mis labios y comienza a lamer desde mi cuello hasta la curvatura de mis pechos, donde se concentra en pasar su lengua por entre ellos. Sus manos son hábiles y sueltan mi sostén sin esperar. Lleva uno de mis senos a su boca y comienza a estimularlo de una forma que me excita demasiado. Con su otra mano, acaricia mi otro pezón y juguetea con él. Me doy cuenta de que se levanta de la silla y me levanta con él. Me sienta sobre su escritorio y con el brazo mueve todo hacia un lado para que no estorbe. Acaricia la curvatura de mi cadera y luego va al botón de mi pantalón para desabrocharlo. Me levanto un poco para bajarlo y luego me vuelvo a acomodar. Toma una de mis piernas y comienza a besar desde el tobillo hasta ir subiendo por esta. Va dejando besos húmedos y pequeñas mordidas que me van calentando aun más. Cuando llega muy cerca de mi intimidad, repite el proceso con la otra pierna haciéndome desear sentirle. Terminando su paseo por mis piernas, tira de mi cadera con sus manos haciendo que me recueste en el escritorio y él se sienta en su silla para comenzar a pasar su nariz por la fina tela de mi ropa interior. La espera me tiene deseosa y cuando por fin puedo sentir como pasa la punta de su lengua por mi centro, es justo lo que esperaba. Siento como la oleada de calor abraza mi piel y de un momento a otro ya no llevo mi ropa interior. Su lengua satisface justo los puntos adecuados y puedo dejarme llevar a la perfección. Siento como si me conociera de siempre y supiera los puntos exactos que me hacen explotar de placer. Cuando mi abdomen se comienza a tensar, me doy cuenta de que estoy a pasos del tan deseado orgasmo, sólo un par de lamidas más en mi clítoris hacen que vea estrellas y sólo tenga deseos de más. Sin dejarme descansar mucho del reciente orgasmo, introduce sus dedos en mi interior, moviéndolos y torturándome a su antojo mientras se inclina sobre mi para seguir estimulando los puntos débiles de mi cuerpo. Ya no aguanto mas el deseo de tenerlo en mi interior que lo detengo y me siento mientras le beso. Desabrocho su pantalón con rapidez y lo dejo caer al igual que su ropa interior. Miro su erección deseosa y de como la punta de esta ya está completamente húmeda, a pesar de que ni siquiera la he tocado o estimulado. Comienzo por acariciarla e impregnar mis dedos en su líquido.

— No tengo condones —Le escucho quejarse, pero, yo si estaba preparada para esto—

— En el bolsillo de mi pantalón, saqué uno de tu cuarto antes de que saliéramos en la mañana —Lamo mis labios y le miro mientras que lo saca—

Se coloca el preservativo con lentitud y luego coloca su entrepierna en mi entrada sujetándola con una de sus manos. Muevo mi cadera en círculos deseosa y buscando más contacto. Comienza a introducirse en mi intimidad y jadeo por la sensación. No es doloroso ni nada, solo un poco molesto. Cuando le digo que comience a moverse, la sensación es tan deliciosa que no entiendo por qué esperamos tanto para esto. Sus labios recorren mi piel y sus manos sujetan mis piernas para impulsarse contra mi cuerpo. Siento como aumenta la velocidad y mi interior lo recibe gustoso. De un momento a otro, se detiene y sale de mi interior para levantarme y darme vuelta. No me quejo y vuelve a introducirse en mí. Se mueve a un ritmo que me encanta y hace que yo misma me mueva contra él.

(Termino de la escena, de aquí en adelante es necesario leer)

Las sensaciones se intensifican a cada minuto que pasa. Estoy a punto de llegar por toda la estimulación que estoy recibiendo cuando de repente toda mi mente se llena de recuerdos del otro mundo. Esto provoca que deje de moverme contra él y lagrimas caigan de mis ojos. Mi Giovanni aparece entre mis memorias y los recuerdos de nuestra primera vez. No puedo seguir y me alejo, me sujeta de la cintura y me separo, recojo mi ropa y me visto con rapidez mientras hace lo mismo, apenas me volteo a verlo. Su expresión cambia a una de preocupación, me rodea con sus brazos sin importarle que le dejara con las ganas. Me mira con unos ojos llenos de amor, pero, los recuerdos de mi antiguo amor siguen llegando como flashes en mi memoria, haciéndome llorar mucho más, esto no es justo ni para mi ni para él. Yo debo contarle todo, necesito desahogarme y soltar el nudo que tengo en la garganta. Mis lagrimas no paran de brotar de mis ojos y Gio no sabe qué hacer para calmarme.

— ¿Qué ocurre preciosa? —Se acomoda a mi lado en el sofá y me acurruca contra su pecho— ¿Hice algo mal?

— La que hizo algo mal soy yo... hay algo que nunca te he contado y que me siento mal por no hacerlo —Me mira extrañado y siento como mis manos sudan, este es el momento. Si luego no me quiere volver a ver lo comprenderé— Probablemente te sentirás muy confundido y querrás separarte de mi

— No hay nada que puedas contarme que haga que te ame menos de lo que ya lo hago —Esas palabras sólo hacen que mi mente se llene de preocupaciones.

— Está bien, pero tienes que prometerme que te quedarás callado durante toda la historia que te contaré —

— Lo prometo, preguntaré sólo al final —Respiro profundamente y comienzo a hablar—

— Todo comenzó cuando iba al instituto, conocí a un chico maravilloso, era un año mayor que yo. Era muy tímido y me costó mucho acercarme a él. Nos enamoramos profundamente con el paso del tiempo comenzamos a salir, lo conocía mejor que nadie y él a mí, además de mi pareja, era mi mejor amigo. Con el paso de los años, apenas salimos del instituto y entramos en la universidad me pidió matrimonio, obviamente le dije que sí. En ese entonces tendría unos 19 y él unos 20. Nos casamos con la aprobación de nuestras familias y luego de terminar la universidad comenzamos a trabajar en la empresa de mi padre, NeuroBrain, éramos de las parejas de científicos más importantes de la farmacéutica y ganamos varios premios por descubrimientos científicos, éramos una pareja perfecta. Pero, todo cambió cuando cumplí 25, mi madre murió de cáncer y esto provoco que mi padre se obsesionara con encontrar la cura contra esto y contra las enfermedades que más mataban, cuando cumplí 27, mi padre me dijo que estaba cerca de conseguirlo y que iba a necesitar mi ayuda para probarlo. Yo siempre sentí que algo estaba mal, así que, apenas ayudé en algunas pruebas y luego me salí del proyecto, no quería estar relacionada con eso y mi esposo tampoco. Un año mas tarde salió a la venta y todo el mundo estaba fascinado, al parecer si podía curar cualquier enfermedad, pero lo que nadie esperaba era que los efectos secundarios eran peores que morir. Las personas se comenzaron a volver adictas a esta sustancia, pensando que nunca se enfermarían por eso y que tenían que conseguir más y más. Entonces lo que pasó, fue que las personas se empezaron a asesinar unas a otras para conseguir obtener más de esta sustancia. Casi como que podían detectar a las personas que no lo habían consumido. Mi esposo y yo fuimos inteligentes y nos encerramos en nuestra casa, clavamos tablas en las ventanas y solamente salíamos cuando era estrictamente necesario para conseguir recursos. Un año después de que comenzó la locura... perdí a mi esposo —trago saliva de forma sonora y continuo respirando de forma alterada— murió cuando intentamos salir a recoger comida... se sacrificó para que yo pudiera vivir... pude sobrevivir un año mas sin él hasta que ya no pude aguantar más el sufrimiento y cuando iba a salir, me encontré con una caja en mi puerta, al abrirla, tenía el logo de NeuroBrain y había una carta que me pedía que fuera a mi antigua oficina, que un nuevo destino iba a estar esperándome. Cuando llegué, me encontré con mi mejor amigo que creía muerto. Me condujo a través de las instalaciones y me llevó hasta unos laboratorios secretos donde me encontré con mi padre... llevaba todo este tiempo vivo y yo ni siquiera tuve alguna señal de esto. Había construido un portal, el sueño de toda la vida de mi madre. Me pidió que entrara en este y que yo supuestamente era la única que merecía esto. Luego de eso, llegué aquí, aparecí en este mundo totalmente nuevo... y aquí estoy.


— ... —

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2020 ⏰

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