13° Noche

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Gio

El que dijo, que después de la tormenta llega la calma, es un idiota. Todo está saliendo terriblemente mal. Nico está dormida en mi cama y esa invitación de color oro sobre el mueble no ayuda para nada
— ¿Gio? —La veo intentando sentarse en la cama, voy rápidamente a su lado— ¿Por qué lo hiciste? —Sus ojos me miran con frialdad y eso me duele—
— Pequeña, lo hice, porque era mi única forma de saber de ti, cuando estuviste desaparecida, pensé que te perdería para siempre —Le abrazo, pero ella no me quiere cerca—
— Dame tiempo para pensar, necesito un tiempo para asimilar todo esto — Su voz tan fría me rompe el corazón. Pero, tampoco se lo puedo negar.
—Está bien, me iré de tu vida hasta que estés lista, cuando lo estés. Búscame aquí le señalo el sobre y me retiro del cuarto. No sin antes disfrutar de un último beso, que espero, no sea el último .

Nicola

Bien Nicola, es tu momento. Después de considerar todo lo ocurrido, ha llegado el importante día. Hoy vas a ir y hablar con Gio sobre lo que quieres en el futuro. Después de ver la hora y arreglarme con el vestido que compré para la ocasión. Louis me espera para llevarme.
— Vamos linda, es tu momento de brillar —asiento y subimos al auto—
— ¿Y si no quiere verme? —juego con mis manos nerviosa sin saber que hacer—
— Nicola, Giovanni muere por ti, estoy seguro de que debe estar con ansiedad casi, esperando que tú llegues —le sonrío y me indica que llegamos—
Nos despedimos y entro con toda la confianza que tengo, como aprendí en mis 30 largos años. Observo la casa de Gio y me pongo a pensar, la razón del por qué vive en la casa común. Le veo sonreír entre la multitud, pero, lo noto ansioso. Varios voltean a mirarme, al parecer, no esperaban ver a una D'Angelo, considerando que toda mi familia está muerta.
— ¿Quién es esa belleza? —Escucho la voz de varias personas—

Gio

Tengo la esperanza de verla hoy. La necesito tanto, pero, si ella no me quiere en su vida, no sabría qué hacer. Escucho atentamente a todos los invitados que me rodean y sólo sonrío para que no se sientan ofendidos. Un murmullo me distrae y miro hacia la entrada, donde una bella chica, mi chica, camina con una seguridad que sólo tiene ella. Nicola lleva un vestido que demuestra toda su elegancia. Camina hacia mí y yo, embriagado con su presencia, camino cuál borracho hacia ella. La tomo de la cintura apenas la tengo cerca y ella toma mi corbata, tirándola para besar mis labios. Su respiración acelerada se mezcla con la mía y cuando nos separamos, tomo sus mejillas y le doy otro beso, aunque más breve.
— Deseaba tanto esto —susurro y nos separamos, al darnos cuenta del espectáculo que hicimos—
— Yo también, aunque, eso no significa que lo acepte del todo —mi corazón late con fuerza— Pero, lo único que sé, es que, te necesito —
— Bueno, de cierta forma. Acabas de venir a la boca del lobo. No te pienso dejar ir jamás —la abrazo por la cintura y luego caminamos hacia la parte del balcón interior, robándonos toda la atención. Cuando ya estamos instalados ahí, es mi momento de actuar de la forma correcta— Nicola D'Angelo, descendiente de la familia fundadora D'Angelo —me arrodillo frente y me mira sin entender— ¿me concedería el honor de casarse conmigo? —
—la veo cubrir su boca y como sus ojos brillan de alegría— Si, Giovanni Fioremontti —
— Me has hecho el hombre más feliz del mundo —Luego de levantarme y colocar el anillo en su dedo, me preparo para hacer el anuncio oficial—
— Como todo el mundo sabe, hoy los convoqué en esta reunión. Para que todos pudieran ser participes de mi compromiso con la señorita D'Angelo. —Se acerca a mi y le rodeo por la cintura— Como ustedes deben saber, hace un tiempo, yo estaba comprometido con la Señorita Nora West. Con la que finalizamos nuestro compromiso por incompatibilidad —Respiro hondo y miro a mi bella prometida— Es por esto que, según las normas de Capitol, volví a contraer compromiso. Pero esta vez, con el amor de mi vida —Siento el flash de las cámaras y sonrío—

— Vaya, al parecer al Señor Fioremontti, le siguen gustando las de clase alta —Escucho el murmullo de varias personas—
— Señor Fioremontti, tenemos unas preguntas para usted y para la señorita D'Angelo —La encargada de la prensa más importante de Capitol, se acerca y nos comienza a hacer las preguntas— ¿Usted va a encargarse de NeuroBrain? ¿Sus padres aceptan el compromiso? ¿Cómo se siente estar comprometido con la familia fundadora más poderosa? —
— Primero que todo, NeuroBrain es de la familia D'Angelo. Segundo, mi familia está totalmente de acuerdo y tercero, no es para nada relevante que la familia D'Angelo sea la más poderosa —Sigo respondiendo a sus preguntas y luego de que la fiesta acaba, Nicci voltea a mirarme y me besa con necesidad—

— Te necesito tanto —No puedo aguantarlo más, la levanto en mis brazos y la cargo con suavidad a mi habitación—

Cierro la puerta, aunque sé que no hay nadie más. La dejo con suavidad sobre la cama y comienzo a desabrochar mi camisa. Su mirada de deseo hace que me sienta aún más excitado. Me comienzo a acercar con suavidad y ella extiende sus brazos, recibiendome con anhelo. Me coloco sobre ella y la beso, sus labios tienen un sabor dulce que me vuelve adicto.

— Cariño, de verdad te necesito —acaricio su cuerpo por sobre la ropa y luego cambio de posición, colocandola sobre mi—

—Acaricio la parte descubierta de su espalda, notando que no lleva sujetador— espero que esa no sea la única sorpresa de esta noche —se muerde el labio juguetona—

Su boca es mi mayor tentación y su perfume mi adicción. Levanto la falda de su vestido y acaricio sus suaves piernas, cuando llego a su trasero lo aprieto y siento sus manos juguetear con mi cabello. Con una de sus piernas, atrae mi cadera a la suya y comienza a rozarse contra mi. Sabe hacer esto tan bien, aún si es virgen. Demonios, es virgen...

— Nicci, deberíamos parar —Me mira extrañada—

— ¿Por qué? ¿No te gusta? —Joder, su mirada hace que la desee aún más, pero, temo lastimarla—

— Es que, eres virgen y temo mucho lastimarte —me dedica una mirada llena de ternura y me abraza—

— No me vas a lastimar, ya estoy preparada para ti —se quita el vestido y mi vista se deleita—

— Si quieres parar en algún momento, me dices —se muerde el labio y asiente, mis ojos van directo a sus pechos. Esos suaves y grandes pechos. Acerco mi boca y comienzo a lamer entre ellos, su piel sabe dulce—


Me termina de quitar la camisa y desabrocha mi pantalón, como si tuviera mucha experiencia, tiene un don. La dejo a un lado y me quito el pantalón, ella se vuelve a sentar sobre mi y yo estoy totalmente dispuesto a complacer a mi pequeña. Coloco mi mano en su centro y jugueteo con esa zona, acariciandola. Está tan húmeda y cálida que me provoca un hormigueo en la entrepierna. Esto se está poniendo muy intenso, le sujeto de las piernas y giro, para que ella quede abajo de mi. Le quito su última prenda de ropa interior, me alejo un poco y comienzo a atacar su cuerpo, dándole todo el placer que me pide. No creo poder aguantar más la necesidad de enterrarme hasta el fondo en su ser, así que luego de colocarme un preservativo. Me dirijo a su entrada. Espero a que ella me dé su permiso y cuando estoy por empezar a introducirme en su suave y cálido interior, se escucha una explosión en el ala este de mi mansión...

Mundos paralelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora