IV

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Durante las próximas semanas fuimos como uña y carne. En el repaso de gala de la Gala 3 todos estuvimos algo chocados por todo el tiempo que había pasado y por un momento hablamos sobre que ya se notaba como faltaban cada vez más personas. La nominación de Joan dejó a Alba con un malestar bastante notorio en las expresiones de su rostro, cosa que solo me hizo querer estar aún más pegada a ella.

- Es que no me gusta todo esto... No quiero que Joan se vaya. - Ella abrazaba mi cuerpo mientras hablaba con la frente contra mi pecho.

- No sabemos si se va o no, tendremos que esperar y ver qué pasa. Tranquila, Albi. - Le froté la espalda con suavidad, mientras que con otra mano le acariciaba el cabello. - Todos lo hemos hecho bien hoy, en especial tú. Deberías estar feliz. - Sujeté su rostro entre mis manos y la miré a los ojos, con una pequeña sonrisa tierna.

- Gracias, Nat. Yo no opino lo mismo de mi actuación, pero... Aluciné cuando te ví cantar, así que la verdad estoy realmente orgullosa de ti. - Sus palabras me hicieron ruborizar enseguida, dejándome muda.

Menos mal que las cámaras estaban apagadas al igual que cuando hablé con Miki, ya que el revuelo en el mundo exterior podría ser realmente severo si llegaran a ver tal cosa. Así mismo, habían grabado cuando me preguntaron con quién me gustaría tener la oportunidad de cantar, a lo que contesté de inmediato: "Sin duda me encantaría cantar junto a Alba Reche." La rubia me había mirado con una sonrisa deslumbrante y me agradeció por mencionarla de esa manera, momento que no pude disfrutar más.

(Alba's P.O.V)


Después del repaso me quedé tumbada de lado en el sofá, tapada con una manta. Era tarde, las 2 a.m marcaba el reloj de la cocina y ya la mayoría estaban en las habitaciones, dormidos. Escuché unos pasos por detrás del respaldo del sofá y abrí un poco los ojos.

- Buenas noches, pequeña. ¿Todo bien? - Miki, tan adorable como siempre. Le sonreí con tranquilidad y asentí. - He hablado con Joan, parece motivado al igual que Damion. - Estiró un poco la mano y me arregló el flequillo.

- Sí... Me siento bien al verles tan optimistas, si me nominaran no sabría qué hacer. - Comenté.

- Por favor, Alba. Tú jamás quedarás nominada, ni tú ni Natalia, sois las mejores de aquí. - Explicó con admiración.

- ¡Ay Miki! - Exclamé en un susurro, avergonzada. - Anda, vete a dormir, nos vemos mañana. - Seguí riendo por lo bajo y le di un leve apretón en la mano.

Él con una sonrisa bromista en el rostro se fue a dormir. No pasaron ni dos minutos más cuando de pronto alguien se unió a mí en el sofá. Era Natalia. Ella y yo habíamos estado muy juntas durante esta semana, algo que disfruté como si me fuera la vida en ello. No le mencioné que sabía que ella tenía novio, así que imaginaba que ella no tenía ni idea de que tenía esa información.

- Albi... ¿No vienes a la cama? - Me preguntó, mirándome a los ojos. Nuestros cuerpos estaban muy juntos, pegados, esto debido al poco espacio del sofá.

- Estaba relajándome un poco... Aunque a Mikel no creo que le guste que durmamos juntas, de todas formas no sé si es celoso o no. - Susurré con normalidad.

Natalia se paralizó, parecía haber visto un fantasma en lugar de mis ojos. Bajó la mirada y se incorporó en el sofá, dándome la espalda y apoyando los codos en sus rodillas.

- Perdón por no decirte nada... N- La interrumpí con calma.

- No tienes que pedir disculpas, no mencionar a tu novio no es ninguna barbarie. - Expliqué.

Stay CloserWhere stories live. Discover now