Capítulo 9 - Una segunda confrontación

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Luego de todo lo acontecido, de pasar por situaciones que solo lograban contradecirse entre sí, de haber dicho y hecho cosas tanto negativas como justas, me encontraba maniobrando a toda velocidad por los pasillos para llegar a mi salón de clase, ya de por sí corría una carrera perdida considerando la hora, pero ahora tenía múltiples dificultades con las cuales lidiar en este presuroso trayecto.

Para empezar, estaba corriendo de manera insólita y nada agraciada por los amplios corredores, totalmente expuesta a cualquier instructor con el que tuviera el infortunio no solo de encontrar, sino de chocar, sin mencionar figuras de autoridad que pudieran encontrarse por ahí. Segundo, mi llegada, la puntualidad no era mi fuerte, pero trataba de no ser tan descuidada como para acumular retrasos que llevarán no solo a un sermón, sino a una intervención familiar, ya que mi madre es la última persona con la que quisiera tratar o eso diría si no fuera por Torikawa, quien después de todo me vigila de manera constante, impaciente por fijarse en el mínimo error que pueda cometer y justificar de esa manera mi expulsión. Ya eran puntos suficientemente desfavorables para un solo día y en tan poco tiempo, pero siempre se puede ir a peor y eso me lleva al tercer punto. . . lidiar con una maltratada cíclope que descansa en la enfermería y por la cual soy momentáneamente responsable, eso solo hace que llegue a mi mente una interrogante

(¿Por qué? ¿Por qué me metí en este lío?)

Llegados a este punto, no valía la pena llorar sobre la leche derramada, pero sigo cuestionando que clase de pensamientos me llevaron a mi situación actual, una en la que en menos de 12 horas no solo intervine en una disputa por defender a Usui – san, tuve un combate mano a mano con una desconocida y ahora me encontraba en la mira de 3 chicas sumamente peligrosas, lo que realmente asaltaba mi conciencia era que clase de mentalidad me llevo a interceder por ella y hacerme responsable de su bienestar 3 veces.

En este momento, yo era mi mayor interrogante, el repasar mis acciones de hace unas horas era un esfuerzo considerable que solo escalaba mientras más indagaba en mi psique. No dejaba de preguntarme a mí misma, aunque cada vez me diera la misma respuesta de diferentes maneras, seguía ignorando que fue lo que me pasó en esos instantes.

(¿Por qué me empeñe tanto en ayudarla? ¿Por qué me ofrecí a cuidar de ella? ¿Por qué he hecho tanto por esa cíclope después de como la he tratado?)

Esas solo eran algunas de mis preguntas personales, pero sin duda la que mayor importancia había cobrado y no dejaba de hacerme era. . .

(¿Por qué estoy preocupada por ella?)

No tenía sentido, no había una excusa o explicación coherente, ni siquiera yo podría dilucidar esa cuestión, pero realmente anhelaba la respuesta. Como es posible que aquel individuo al que he lastimado y del que he abusado durante tanto tiempo, se convirtiera en sujeto de mi lástima y mi compasión.

Esto nunca me había sucedido, jamás he sentido clemencia ante nadie que no sea mi hermana menor y aun si lo hiciera, no llegaría al extremo de ofrecer mi ayuda de una manera tan desmedida y desinteresada. Lo que hice hoy, va en contra de todo lo que he hecho anteriormente, puede que aplicará a un sentido de moralidad o al deseo de reparar mis equivocaciones que no hicieron más que aumentar su dolor, pero aún así. . . quiero saber por qué.

Luego de una breve maratón por los pisos, me encontraba frente a mi salón, tomando un respiro para lo que se avecinaba, abrí la puerta con decisión y libre de cualquier rastro de duda y el resultado, era lo que esperaba. . .

De repente el silencio envolvió todo, el único sonido del profesor anotando en la pizarra se había acallado, mientras su mirada, así como la de mis compañeros se centró en mí persona, sobra decir que no demostraba felicidad por verme, era lógico asumirlo si examinabas el ambiente

Love at First Sight Alternative - La Ruta de Sadokawa RuiWhere stories live. Discover now