Capítulo 32 - Redención

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Las primeras señales de calidez se hacían presentes en la fría mañana, algo que no es de extrañar considerando que aún era temprano. Sin embargo, podía sentir un fuerte escalofrío recorriendo mi espalda tan vívidamente que la temperatura no me afectaba en lo más mínimo, pero este malestar no lo ocasionaba la mañana.

Este temblor y preocupación que me carcomía eran producto de la presión sobre lo que podría suceder cuando la puerta – que parecía imponente y pesada a mis ojos – se abriera.

Los días subsiguientes pasaron rápidamente luego de esa tarde en el festival, y aunque el tiempo que pasé junto a mi hermana es un recuerdo realmente valioso, no podía sacar una única imagen de mi mente. Luego de lo sucedido, se repitió en bucle una y otra vez, consiguiendo que no pudiera dormir sin sentirme avergonzada y es peor si considero que tanto mi madre cómo Koume deben haberse dado cuenta de mi estado.

Pasé el último día de suspensión en casa, no podía ver a Sachi por más de una razón y no me imagino cómo podría ponerme si la hubiera visto al día siguiente, quizás lo más provechoso fue que Koume uso ese día para desquitarse conmigo por no haber enfocado toda mi atención en ella durante el festival y aunque seguía intrigada sobre ese "plan" suyo, no recibí más que una mirada desviada y el silbido menos inocente que he escuchado.

Y el día de hoy, mi suspensión concluía oficialmente por lo que era el momento de regresar a mi rutina, pero también implicaba muchos problemas por venir y estaba a punto de afrontar el primero, ya que ahora, tenía la puerta de la casa de Sachi justo frente a mí.

(¿Cuánto tiempo llevó parada aquí? ¿Alguien me estará observando? Espero que no saquen conclusiones. No, no es el momento para preocuparse. Debo hacer esto)

Estaba visiblemente preocupada, ya que en el momento en que tomara valor para tocar el timbre, una persona indudablemente me atendería y me aterra pensar en que expresión podría tener al verme. Tengo miedo, pero...

(Tengo que hacerlo)

- *Gulp*

- Sí vas a tocar el timbre en algún momento, deberías hacerlo ya

Sin más, lancé mi mano hacia el timbre y este procedió a sonar estrepitosamente, aunque puede que sólo se tratase de mis nervios aumentando el ruido. Mi corazón latía con mucha fuerza y un sudor frío empezaba a recorrer mi frente, todos estos síntomas me hicieron ignorar un detalle muy importante.

- ¿Ehh?

Me encontraba tan distraída por las dudas que había pasado por alto la presencia de Mayumi – san justo en la puerta

- ...

- ...

Aunque ya me hubiera pasado antes, todavía sería un escenario particular el verme paralizada ante alguien, pero aparte de motivos justificables, Mayumi-san emitía una presión que no podía ignorar. Puede que haya demostrado un cariño genuino por Sachi – parte de la razón por la que puedo sentirme oprimida bajo su mirada – pero a simple vista, cualquiera pensaría que era una mujer imperturbable y con una actitud profesional.

(Tienes que seguir. Deja de retroceder, Sadokawa)

- B-Bu-Buenos días, Mayumi-san

- ¿Realmente te cuesta tanto decirme buenos días?

Esas palabras me hacían sentir como si estuviera en una prueba y había fallado la primera fase. No sabía cómo manejar la situación ahora que la tenía en frente, todos los pensamientos negativos se manifestaron repentinamente al punto de sentirme incapaz de verla directamente. Mi mirada se desviaba en contra de mi juicio mientras la presión me mantenía abrumada, mi cuerpo actuaba de forma totalmente contraria a lo que yo deseaba

Love at First Sight Alternative - La Ruta de Sadokawa RuiWhere stories live. Discover now