12. Guardián de las Travesuras.

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Todos se habían ido ya, los únicos que aún seguían cerca eran Jack y Norte. Veíamos cómo los demás disfrutaban de la noche mientras recogían caramelos de casa en casa, y de vez en cuando, también algún truco para adornar la noche.

Norte: Has hecho un buen trabajo Lantern... La luna eligió bien.

Antes de seguir hablando, me da una figurita de madera, parece una de esas que se encuentran dentro de esas muñecas rusas. Diría que se parece a mi corazón de nabo linterna... Ohhhhhhh mi centro ¡Ahora lo pillo!

Lantern: Gracias Norte...

Jack: Eres un excelente guardián JACK. Va a ser genial tenerte con nosotros.

Lantern: Si...... respecto a eso... creo que voy a pasar de ser uno de los vuestros...

Norte: Espera... ¿Cómo que vas a dejar de ser guardián?

Jack: Si JACK, creía que eras un gran admirador de nuestro trabajo ¿Por qué quieres renunciar?

Lantern: No quiero renunciar... quiero seguir siendo guardián. Pero tenéis demasiadas reglas... estaba pensando en que podría ir un poco por mi cuenta... Pero si necesitáis pedirme ayuda no dudéis en llamarme.

Norte: Vaya... esto... esto nunca había pasado... Pero supongo que está bien... siempre que estés dispuesto a ayudarnos cuando puedas.

Lantern: Me encantaría. Además, teníais razón en algo... No soy bueno con los niños...

Norte: Me parece una decisión noble Lantern... sin embargo, antes de que te dediques a vagar como un, digamos... Guardian Errante, me gustaría que fueses a ver a alguien...

Norte cogió un globo de nieve de su bolsillo y en su interior me mostró la imagen de un gigantesco árbol de Siberia con una gran puerta, había oído hablar de ese sitio... parece que pronto iba a conocer al viejo Padre Tiempo...

Jack: Bueno Jack ¿Vamos a por esos dulces de los que hablamos el otro día?

Lantern: En realidad prefiero descansar un rato, tengo que ver si las otras linternas están prendidas. Ya sabes, hoy me toca trabajar a tope.

Jack: Está bien, como prefieras...

Lantern: Ya.... Oye, antes de irme, dale este chicle al Hada de los Dientes... pasan dos minutos de media noche y he perdido una apuesta...

Jack: Me vas a tener que explicar lo de esa apuesta...

Lantern: Verás, aposté con Hada a que si salvaba a todo el mundo antes de la medianoche de Halloween ella tendría que besarte.

Jack: ¿¡COMO!?

Lantern: Si, le gustas ¿No te habías dado cuenta? Pero como yo he perdido le tengo que dar un chicle. Oye, como me tengo que ir ¿puedes hacerme un favor?

Jack: Vale..... ¿el qué?

Lantern: Devuélvele el beso que te dio cuando estabais en el palacio de las hadas. Y antes de que me preguntes, si, tengo ojos en todas partes... *se ve un cuervo graznar detrás de mí*

Jack: Sabes.... Puede que lo haga.

Lantern: Lo suponía.

Me quedé solo antes de marcharme. Sin que se dieran cuenta, nuevas figuras aparecían entre ellos, eran las almas de los muertos que volvían a la tierra, aquellos que habían sido buenas personas en vida. Dos de ellas en especial me llamaron la atención, una mujer de hace 300 años y un hombre anciano que falleció hace un par de años. Les saludé ajustándome el sombrero y me fui a cierto lugar.

Horas mas tarde, en Siberia, me encontraba caminando por el bosque, abrazado por el manto de la noche mientras mi farol alumbraba la oscuridad.

Mientras camino miro a la luna, hablo con ella prestando atención a lo que dice, Mani es sin duda una persona interesante con la que hablar... seguro que me es de mucha ayuda durante mi periplo.

Finalmente llego a mi destino, el gigantesco árbol que abre la entrada a Santoff Claussen, un refugio para imaginadores y soñadores... Una oca enorme que vigila la entrada me mira atentamente, parece que sabe que soy un amigo y deja que me acerque a la puerta.

Lantern: Ombric, Katherine... ya era hora de conocernos...

FIN.

El Regreso de los Guardianes. Jack vs JACK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora