7.

153 22 25
                                    

Sus labios se movieron al suave compás de los ajenos, sus párpados se abrieron de una sola vez, demostrando la sorpresa de ver al rubio en lugar del chico de cabellos negros rodando hacia el lado derecho sentándose mientras miraba al joven limpiando sus labios con el dorso de su mano.

-¡¿Kenma?! ¡¿Porque hiciste eso?!

-¿Yo? Pero si fuiste tu quien me besó Shoyo.

Kozume no se veía inmutado ante sus acciones, su pecho mantenía un movimiento normal aunque sus mejillas si tenían un ligero toque carmín que resaltaba de su piel.

-Lo siento, no debía hacerlo.

-¿Se sintió bien?

-¿Eh?

Hinata antes de postrarse en el suelo a pedir perdón tragó grueso ante aquella inquisitiva mirada rascando ligeramente su mejilla derecha, no sabía como responder en realidad, la mirada de Kenma no hacía nada más que ponerle aún más nervioso de lo que ya estaba.

Meneó la cabeza de un lado a otro tratando de sacar una buena respuesta de sus neuronas.

-Se sintió bien porque pensé que eras Kageyama, perdóname Kenma.

Sus manos hicieron eco al juntarse apretando los párpados con los labios temblorosos de que su amigo sintiese algo hacia el, pero su mente y corazón ya eran de Tobio mucho tiempo atrás.

-No importa, me da igual Shoyo.

Alzó su mano derecha en un gesto despreocupado hacia el pelirrojo, Kenma no sentía nada por el chico frente a el, solo lo beso por impulso, por morbo, por saber hasta donde Kageyama Tobio llegaba en el interior de Hinata, se sorprendió al saber que hasta en su subconsciente se encontraba.

-Shoyo...

El pelirrojo nuevamente se acercó a el para verlo mejor.

-¿Que harías si alguien llegase a secuestrar a Kageyama? Si se lo llevara para jamás regresarlo, solo lo quiere a el y nada más que a el.

Cuando termino de hablar Hinata tenía las pupilas contraídas, con los labios rectos y sus dedos fruncidos sobre sus piernas, imaginar tal escena aunque sonara tonta debido a la gran habilidad de Kageyama para defenderse y pelear, era espeluznante. Los cabellos de su nuca se erizaron, sus manos sudaban a causa de la ansiedad.

-Lo mataría, sin dudarlo lo mataría.

El rubio teñido le miro, nervioso y temblando pero afirmando lo que haría con un tono de voz claro, grave y demandante, Hinata no parecía siquiera pensar bien en lo que decía.

-Aunque ese alguien fuese cercano a ti...

-¡Sí! Así fuese Yachi la que le hiciera daño a Tobio la mataría, aparte la conozco bien, ella jamás lo haría.

Pronto el semblante de Hinata cambió al habitual.

-Ya veo.

-Lamento ser tan brusco, conoces mis sentimientos Kenma y bueno... usaría todo de mi para hacer que el esté a salvo.

No terminaron de hablar debido a que ambos fueron irrumpidos por uno de los superiores, siendo esta Kiyoko quien se encontraba agitada.

-Kiitagawa Daichi, ha venido.

Con eso Hinata se levantó, le pidió a Kenma que no saliera de la habitación, tomó un arma improvisada, para cuando puso un pie en el patio del refugio Kageyama se encontraba mano a mano con Oikawa Tooru, líder de aquellos chicos tras de el con un gran número a sus espaldas. El de cabellos negros se encontraba jadeante ante la pelea antes obtenida y a eso si le sumaba la pelea con el pelirrojo claramente se encontraba en desventaja.

ProcesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora