14.

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-Tsukki...

Yamaguchi abre los ojos después de aquello, el rubio se ha pérdido entre los pasajes cambiantes y Tanaka toma la mano del pecoso.

-¡No te separes Yamaguchi!

Pronto todos se aturden debido al gran estruendo, después por las personas que atreviesan la pared con varillas de metal incrustadas en distintas partes de su cuerpo debido a la gran fuerza con la que son lanzados.

-¡Kageyama!

Hinata no puede ser detenido con las manos de los demás pero si por el campo de fuerza que contiene la batalla, la imagen de Tobio ha cambiado, a la altura de sus ojos se encuentran unas sombras que cubren sus párpados, sus ojos también han cambiado de color, por sus brazos se extiende el color negro y sus ropas han cambiado también.

Sus piernas se separan recibiendo con los antebrazos toda la fuerza de su enemigo, las coletas se menean con fuerza después del impacto y se lanza sin miramientos hacia su contrincante que es mucho menor que el, pero no se va a contener ni siquiera porque es una chica, esta es un experimento también donde la sangre de Iwaizumi corre por sus venas, Kageyama comprime sus manos dejando una pequeña esfera en sus manos que es lanzada con furia contra la joven y esta llena de orgullo por su poderío la enfrenta de frente pero sus manos son perforadas por el objeto que se deshace una vez ha causado suficiente daño.

-¡Akane!

El chico de cabello rubio golpea el campo de fuerza con todo lo que puede, su hermana tiene una herida que se agrava y entonces la observa, su abdomen duele ligeramente por lo que toma a la menor del cuello.

-¡No! ¡Detente monstruo!

Abre un agujero en su fuerza y lanza a la chica contra el otro que la recibe, Tobio arde en su interior por aquella palabra dirigida a el, está decidido a acabar con todo el lugar pero el agudo dolor que siente en su espalda le hace gruñir y voltea de manera furiosa a sus espaldas notando al chico con cabeza de pudín sosteniendo un rifle con dardos tranquilizadores, se arranca el proyectil y manipulando el interior de su cuerpo escupe el líquido tranquilizador, el punto al que ha llegado Kageyama no se puede comparar con cifras conocidas. En un instante Tobio se encuentra frente al rubio y sus manos toman su cabeza para hundirlo en contra del concreto donde ambos se encuentran, la casa que se mantuvo durante diecisiete años ha terminado en las ruinas, los recuerdos ya no importan y solo quiere acabar con la rama japonesa que obligo a su madre a entregarse a la lluvia de balas que le arrebato la vida dejandolos a el y su padre en contra de un enemigo enorme.

Kozume puede sentir su piel abrirse, grita de dolor y la sangre brota de sus heridas abiertas, Kageyama quiere ver como la piel se abre, como su cabeza se desprende de sus hombros y la columna queda suspendida en el aire.

-E-el está aquí, Shoyo te esta viendo, como matas a alguien sin poder alguno y usas tu fuerza sobre el, ¡ah!

El poder abrumador que presiente después de eso lo hace alejarse y bloquear un fuerte ataque en su contra reduciendo completamente su campo de fuerza a el mismo por el impacto, Iwaizumi es su nuevo enemigo controlado por Morisuke que sonríe y sabe que no sería capaz de herir a su superior. Kageyama maldice y es cuando siente las llamas quemar su espalda e ir contra su superior de ojos verdes.

-¡No! ¡Hinata!

Se levanta el campo de fuerza frente a este protegiendo al mayor y voltea a ver a su pareja que ya se encuentra a su lado.

-¡¿Porque lo detienes?!

-¡Está siendo controlado, idiota!

Ambos esquivan el proyectil que les lanza y alzan la mirada observando al mayor, a Tobio no le queda de otra más que hacerle frente sin dañarlo, ni a el, ni a la criatura que crece en su interior pero al momento que quiere ponerse de pie su poder no responde quedándose en su abdomen protegiendo aquella zona de su cuerpo, seguramente era por los pequeños dolores que había presentado con anterioridad. Hinata se levanta, el mayor se moviliza hacia ellos y Shoyo enciende sus puños dispuesto a la lucha pero el moreno deja de moverse gruñendo por esto, Morisuke huye dejando todo atrás cuando un grupo de chicos liderados por Yutaro aparecen, Akira contiene a Iwaizumi ayudado de lo que parece ser un extraño círculo bajo sus pies y Oikawa se acerca a este esquivando un fuerte golpe.

-Perdón Iwa-chan.

De un golpe con su pulgar corta todo control en su amado recibiendo el pesado cuerpo en sus brazos, Oikawa posa su mano sobre el abdomen de su pareja mientras recibe pequeños golpes en la palma de su mano como una prueba de que su descendencia lo ha reconocido.

-Ya llegué, perdón por la demora.

Besa la frente húmeda por el sudor del esfuerzo al que fue sometido su pareja en eso, con ayuda de los demás suben el cuerpo de Iwaizumi a una carreta improvisada compuesta de maderas suficientemente fuertes para sostenerle en un viaje que le permita llegar hasta su destino que sería el refugio donde Daichi y los demás sobrevivían, Oikawa habla con el líder de estos para pedir permiso aunque este lo tiene más que concedido.

Kageyama observa el lugar dejando de lado sin darse cuenta aquella transformación extraña, llega a los escombros de lo que alguna vez fue su hogar por dos años acariciando lo que queda de estructura, sus labios tiemblan ligeramente al ver aquello y saber que su madre se ha pérdido para siempre, las dudas no crecen pero se mantiene algunas la mano que se posa en su espalda detiene el dolor en su abdomen mientras su poder regresa a todo su cuerpo como si se sintiese seguro con la sola presencia de Hinata.

-¿No me vas a dar un beso como las princesas a sus heroés?

Su entrecejo se frunce y se inclina para besar a Hinata, un par de manos los obliga a permanecer de esa manera.

-Lo cortaré.

Kozume está consciente.

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