Ambos volvieron con los víveres de toda la tienda, al menos los que se encontraran en buen estado, en un carrito improvisado con el cual avanzaron usando sus poderes hasta quedar a unos metros del refugio para dejar este y comenzar a jalar ellos hasta las puertas de su hogar, Shoyo saludó a Kozume que se encontraba en la puerta junto a Sawamura y Sugawara que igual les dieron la bienvenida.
-Bienvenidos, Hinata, Kageyama.
Ambos bajaron la cabeza para recibir los mimos que el peliplateado les brindaba.
-¡Kageyama! ¡Ayúdanos con esto!
Azumane cargaba pesadas bolsas y el azabache se despidió de su pareja y de los mayores para apoyar con la carga ayudado también de Tsukishima que no dudo en comenzar a burlarle de su salida romántica sin saber exactamente lo que había pasado entre esos dos.
-¡Kenma!
Saltó a abrazar a su supuesto amigo con una enorme sonrisa.
-Lo hice.
-Si, has traído mucha comida por lo que veo Shoyo.
-¡N-no! Lo otro, lo que te había dicho, ¿recuerdas?
Los cabellos dorados se menearon en señal de negación.
-Lo hicimos y... ¡ay, ay, ay!
La mejilla de Hinata fue tironeada por Kageyama.
-Vamos idiota, tenemos que ayudar a desempacar.
Los orbes azul oscuro y los dorados se cruzaron un momento, Kageyama retrocedió por instinto, de no ser por su autocontrol hubiese atacado con todo a Kenma con sus poderes y de forma inconsciente apretó la mano de Hinata, ¿cuando había llegado su extremidad hasta allí? El pelirrojo miró extrañado a su pareja y se despidió de este mirando al más alto preguntandole si se encontraba bien.
-Lo está notando...
Kenma simplemente le observó hasta que ambos se perdieron a lo largo del pasillo.
Extraños síntomas acaparon el cuerpo de Kageyama, le daba por comer a escondidas, sueño excesivo, pereza, las ardillas le rodeaban todo el tiempo, su humor era tan cambiante como su incomodidad y Hinata solo suspiraba por ser la tercera vez que Tobio le llamaba para abrazarlo con necesidad quedándose dormido sobre su pecho con la oreja izquierda pegada a aquella zona escuchando el latir de su corazón.
-¿Que te sucede?
No pudo evitar enredar sus dedos a los cabellos de Kageyama y sonrojarse ligeramente, también el apetito sexual de Tobio había aumentado significativamente, no le importaba el lugar, si deseaba que le tomara era "obligado" a hacerlo, la sonrisa boba de Hinata era prueba de que al menos involuntariamente no era por lo que no podía acusarlo de violación.
-Veo que ya no pasa mucho tiempo contigo Kenma-san.
Tsukishima se acercó al rubio más bajo y este le devolvió la mirada.
-Son novios, es normal que los amigos quedemos a un lado, ¿no lo crees Luna?
Tsukishima alzó los hombros, fingiendo que la noticia no había destrozado sus sueños de quedarse con el rey, pero no le importaba y no iba a soltar aquella falacia de que si él era feliz, el lo sería; estaba celoso, odiaba al enano por haber llegado primero y esperaba que ambos terminaran muy mal, ese era el verdadero sentimiento de Tsukishima oculto tras una cara sonriente y medio asqueada por la situación.
-¿Te quedarás con nosotros?
-No falta mucho para que me vaya, de hecho quizás lo haga hoy en la madrugada cuando todos duermen para dejarle una carta a Shoyo y no se preocupe.
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Proceso
Ciencia FicciónEl mundo es bello aún en el caos y la miseria, las estrellas brillan para los que rebosan de vida y los que están a punto de dejar el mundo de los vivos.