Habían pasado 9 años y unos días desde el momento en que me propuse mi mayor meta y era el tiempo correcto, el momento esperado desde que era más joven, al fin logré adherirme a una excursión para ir al monte más alto del planeta. Estaba totalmente emocionado de que todo haya ido tan fácil, logramos obtener las herramientas necesarias para escalar, nuestros compañeros parecían prometedores. Lo mejor fue que mi mejor amiga me acompañará en esto, menos mal que se sumó, me sentiría un poco solo sin ella. Estaba alistando mis maletas, metiendo toda la ropa necesaria y adecuada para soportar las bajas temperaturas de los altos puntos de la montaña. Además llevé algún que otro libro para entretenerme, pues es obvio que la señal no llegaría en la cima. Había llegado el momento de despedirme de mi casa.
-Mi compañera... Me iré de viaje, se que es raro estar hablando con una casa, pero cuídate bien, estaré afuera un tiempo- agarré mi maleta y cerré la puerta y reja, seguro de haber dejado todo en orden para cuando volviera.
Fui caminando hasta un paradero, esperando a que apareciera un colectivo que pasara cerca de mi madre, tenía que despedirme de ella. A lo lejos logré ver que se acercaba una figura negra y enseguida extendí mi brazo para llamar su atención y que se detuviera donde yo estaba. Paró, se baja un hombre de edad avanzada y me habla.
-Hola joven, deje que le abra el maletero para poder echar su maleta-dijo amablemente.
-Hola, muchas gracias señor- le entregué mi maleta y me adentré en el asiento del copiloto.
Una vez cerrado el maletero, el hombre fue caminando hasta su respectivo asiento. Yo aproveche de llamar a mi amigo que nos tendría todas las herramientas listas para llevárnoslas, con nuestras mochilas y todas las ropas para escalar, además que también se había sumado a nuestra travesía.
-Aló Manuel, ¿Cómo estás?- saludando cordialmente.
-Muy bien Mateo, tengo ya todo listo para que vayamos todos juntos a la excursión, te recuerdo que hoy a las 22:00 pm empieza el vuelo de nuestro avión hacia Santiago y luego de allí a Katmandú-dijo hablando a través del teléfono.
-Muchas gracias Manuel, estaré en contacto contigo- dije.
-No es nada compañero, nos vemos a las 17:00 pm- dijo cortando la llamada.
-Supongo que se irá de viaje-dijo el conductor.
-Sí, iré a escalar el Everest, una de mis metas-dije entusiasmado.
Empezamos a entablar una conversación mientras el conductor avanzaba hacia mi anterior hogar. Aproveché de pasarle la plata o dinero respectivo.
-Me alegro que quieras buscar aventuras, a tu edad yo también tenía el mismo pensamiento, sin embargo tuve que hacer ciertas cosas para lograr mis metas, cosas de las que ahora me arrepiento-dijo un poco deprimido.
-¿Qué clase de cosas?, perdón por ser curioso-dije un poco atrevido.
-Por tratar de cumplir mis metas perdí todo lo que tenía, así que aprovecho de decirte que siempre trata de buscar la mejor solución-dijo el conductor.
-Entiendo, muchas gracias por el consejo, trataré de ser más prudente para la próxima-dije agradecido.
-De nada hijo, que te vaya bien en tu viaje-me dice mientras detiene el auto al lado de mi anterior casa.
-Adiós señor, espero verlo pronto a la vuelta- dije haciendo una señal con la mano y me dirigí a la reja.
Estaba nuevamente enfrente de mi hogar, el olor seguía siendo el mismo, los colores estaban un poco más renovados, la puerta estaba cambiada, lo que era agradable era que seguía en buen estado, ella se preocupó de mantener la estructura aún en pie. Abrí la reja, y di unos pequeños golpes a la puerta.
ESTÁS LEYENDO
EL YETI (Pie Pequeño Fanfic)
FanfictionInspirada en pie pequeño (hechos ocurridos antes y después de la película). Un día un grupo de personas son llevadas a un viaje hacia el punto más alto de la tierra, entre ellos esta un joven con una vida "normal" sin nada particular, que se encon...