Como había dicho antes, estaba más muerto que vivo, eso porque sentía un dolor molesto en mis articulaciones, pero no eran lo suficientemente "dolorosos" como para tirarse a morir, estaban dentro del rango soportable. Kolka despertó con el sonido del Gong. A pesar de mis molestias físicas, dormí bastante cómodo, ya saben, suave pelaje, calor corporal, y además el calor del fuego me mantuvieron a gustito como un bebé en los brazos de su madre.
Me fijé que cerca de nosotros estaban Manuel y Valentina, al lado de la fogata, ellos también despertaron, aunque sus caras estaban desanimadas, por culpa mía.
Kolka se levantó y me dejó ponerme de pie, yo fui hacia mis amigos, y comencé a hablarles.
-Vamos, no hay tiempo que perder, recuerden que tengo cuenta regresiva-dije
-Te veo animado hoy, ¿Dormiste bien?-preguntó Valentina
-Yo sí. ¿Qué pasó mientras estaba zeta?- pregunté ("estar zeta" es como decir que estaba dormido)
-Te llevaron corriendo hacia nosotros, yo me preocupé de una manera increíble, pero Luna dijo que te dejáramos descansar hasta que te recuperaras-dijo Valentina
-Dormiste como una guagua recién nacida-dijo Manuel
-No digas eso, nos puede escuchar Kolka-dije
-Tranquilo, ninguno de nosotros tiene el traductor, ni tampoco los Yetis. La razón es porque Cristina necesitaba cargar los traductores, por suerte tiene un aparato que transforma la energía solar en energía eléctrica-dijo Manuel
-Oye no es necesario que te avergüences por el cariño que te entrega ella, así como nosotros vemos a las mascotas tiernas nos ven a nosotros-dijo Valentina
-De hecho, por la forma como te está tratando, diría que perfectamente sería tu madre adoptiva-dijo Manuel
-Cambiando de tema, ¿Y si mejor comemos algo? - pregunté
-Tienes razón, pero creo que comeré algo más humano, pienso que esa fruta yeti es mejor digerida por estos gigantes que para nuestros diminutos estómagos-dijo Valentina
-En la fogata podemos calentar algo, y la comida enlatada servirá para ello-dije
Sacamos de nuestras mochilas algunas cosas para alimentar nuestros cuerpos, el fuego hizo su trabajo de forma excelente, la comida era deliciosa (pero solo porque teníamos mucha hambre), y además que el calor que emanaba la llama nos mantenía con una temperatura agradable.
Después de que ocurriera todo aquello, me propuse alistarme por última vez, para una Ascensión sin retorno, pasado un poco de tiempo nos dirigimos hasta el sitio donde se habían hospedado los demás alpinistas (en casa del guardián, Meechee y Thorp). Ellos también se alistaron, estaba con mi cuerpo nervioso, por una parte feliz de estar cerca, MUY CERCA de llegar a el punto natural más alto de toda la tierra, y la otra parte un poco triste, por mi fatal destino. Cristina nos devolvió el traductor, ya completamente cargados y listos para ser nuevamente usados.
Mis compañeros se mostraron con ánimo, por mi, y no tardamos mucho en partir el pequeño trayecto, tuvimos que ser guiados por Meechee y Migo, los demás se habían quedado he ido hacia el santuario que estaba debajo de la montaña, el cual, les recuerdo que nunca lo había visto. Se llevaron a los mamuts junto a ellos, a ellos tampoco los logré mirar de forma cercana.
La Aldea estaba desierta, era el mismo ambiente de el momento en que llegamos a este pequeño pueblo por primera vez, hermoso lugar que me hubiera gustado conocer de mejor manera.
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EL YETI (Pie Pequeño Fanfic)
FanficInspirada en pie pequeño (hechos ocurridos antes y después de la película). Un día un grupo de personas son llevadas a un viaje hacia el punto más alto de la tierra, entre ellos esta un joven con una vida "normal" sin nada particular, que se encon...