EL YETI (Pie Pequeño Fanfic)

Capitulo 28: Sakari

Paso un tiempo bastante extenso cuando nos iban a rescatar, por una parte no sabíamos cuando terminaría la tormenta, así que probablemente aquella gente debería estar discutiendo si vale la pena ir a ayudarnos, tomando en cuenta de que hacía un montón de frio desde el punto de vista de mis amigos humanos, el viento afuera era terrible al punto de que había que afirmarse de algo para no salir volando, ni hablar de la poca visibilidad, unos metros en el exterior eran apenas distinguibles, por lo que un paso en falso y la caída sería extremadamente larga desde una altura superior a los 8000 metros, aunque eso iba para mis compañeros, yo era una piedra hablante ahora.

Los Yetis estaban saliendo totalmente atemorizados, sus caras lo decían pues estaba impregnado el sentimiento de temor hacia los humanos y de cuan malos podrían llegar a ser, pero eso solo se aplicaba a sus soldados que los repudiaban totalmente, a diferencia de nosotros, que estaban preocupados a muerte por la salud nuestra al igual que sus propias familias.

Ayudaban a llevar a los soldados, que estaban igual de heridos que mis amigos, por el simple hecho de que el guardián tuvo que convencerlos de hacerlo, pues si no lo hubiera hecho los hubieran dejado morir allí, así de fríos se habían vuelto, no los culpo, hartas cosas malas han sufrido. Entre las cosas que ayudaron a llevar, también estaban los objetos pertenecientes a los "malos", como artículos médicos, suministros, combustible, entre otras cosas, que servirían para cualquier función o situación que ocurriera, en mí caso Madeline los usaría para hacer el tratamiento con mis hermanos y a mí (me preguntaba como lo haría para permanecer un tiempo largo en la montaña).

Sobre aquellos pequeños, estaba muy preocupado, el señor Dorgle los había cargado encima en todo momento, pues un gran problema había ocurrido, estaban perdiendo grandes cantidades de energía a una velocidad considerable, se estaban desnutriendo, ¿por qué?, pues mutaciones más grandes iban a ocurrir en sus cuerpos. Imagínense un feto, que esta dentro del vientre de su madre, constantemente requiere de energía para realizar sus procesos de crecimiento para que en un tiempo estimado de 9 meses logre tomar la forma que conocemos de un recién nacido y sano, pues he allí el problema, no estaban recibiendo los suficientes nutrientes, signo de que la Mutación que nos haría pasar de "humanos" a Yetis iba a aumentar su velocidad. Lo primero que hicieron fue suministrarles los alimentos por vía sanguínea, los de la SIP tuvieron que ayudar a cargar con mis hermanos conectados a una bolsa con nutrientes para Yetis, a pesar de tener un color azul en su piel, estos niños se estaban colocando muy pálidos.

-¡Madeline, no responden! - alzaba la voz Wilson

-¡Lo sé, Lo sé!-decia Madeline nerviosa y adolorida por sus heridas vendadas-¡Los rescatistas se demoran demasiado, y estamos aquí con gente muriéndose! - dijo Madeline mientras curaba mis heridas y trataba con mis fracturas

Mi única labor fue preguntar a todos como se encontraban, los Yetis me decían que estaban bien, que sus casas las podían recuperar y sus bienes también, agregando que podrían usar materiales "humanos" para reconstruir. Sin embargo, les preocupaba yo, me miraban con pena y lástima, sin embargo eso no me importaba, mis lágrimas me las contuve, pues perder la movilidad de tus piernas y brazos es como estar prisionero en tu cuerpo (al menos podía hablar).

En una de esas, las familias con hijos e hijas, entre ellas, la mamá de Soozie se acercan a mí, yo estaba acostado en el suelo mirando mi alrededor, pues no podía hacer nada más que eso.

-Gracias-dijo la mamá

-¿Por qué? Mi especie ha hecho mal a la suya-decía mirándola a los ojos

-Lo que tu especie haya hecho, no te define como eres, salvaste a mi hija y a los hijos de los demás-dijo ella haciéndome acordar de mi heroica estupidez