Después de comer nos sentamos en el sofá uno al lado del otro. Habíamos pasado toda la mañana tumbados en mi cama entre besos y abrazos, hablando de cómo habíamos estado estos días y también me dijo que tenía una sorpresa para mí, pero que no me la diría hasta más tarde. Estaba bastante intrigada y por esa misma razón no tardé ni un segundo en volverle a preguntar qué era.
- ¿Vas a decirme ya qué me tienes preparado o tengo que esperar más?- pregunté apoyando mi mano izquierza en su brazo, el cual tenía rodeando mis hombros, mientras me ponía sobre su pecho.
- Pues... solo te voy a decir que vas a tener que utilizar ropa formal.
- Eso solo me lleva a la conclusión a que iremos a un buen restaurante y no lo voy a permitir- respondí mirándole fijamente a esos ojos que tanto me gustaban.
- Sí que lo vas a permitir señorita. Ya está la reserva hecha y no hay vuelta atrás- concluyó la conversación haciendo que me tumbara todo lo largo que era el sofá.
Poco a poco fue acercando su rostro al mío y tras un 'te quiero' susurrado por su parte, sus manos se apoderaron de mi barriga haciéndome reír como hacía mucho tiempo que nadie lo conseguía.
- Te quiero- dijo poniendo ahora sus manos en mis mejillas mientras una pequeña risa se escapaba de mis labios.
- Yo también a ti, mucho- contesté ahora mirándole fíjamente a los ojos queriendo transmitirle todo lo que sentía.
- Pero no más que yo, te lo aseguro- dijo finalmente para rozar sus labios con los míos.
Como acto reflejo subí mis manos a su nuca y sin pensármelo dos veces le seguí el beso. Y en ese momento me di cuenta de todo. Me di cuenta de que por muchas peleas que tuviéramos íbamos a terminar arreglándolo, me di cuenta de que es mi mitad y de que si él no estaba a mi lado iba a pasarlo realmente mal como había podido comprobar estos últimos días.
- Venga, ve a arreglarte. Ya va siendo hora de ir al restaurante- dijo con una voz algo más ronca de lo normal una vez que nos separamos.
- ¿Y tú?
- Yo qué.
- ¿Tú no te arreglas?
- Claro que sí, pero venga, que tú tardas más.
- Eso me ha dolido, que lo sepas- dije señalándole con el dedo índice provocando una pequeña risa por su parte -. Venga, levanta, que entonces si que tardo.
Al terminar de decir eso me dio un pequeño beso en la mejilla y se levantó con cuidado. Al llegar a mi habitación cogí mi ropa interior y me dirigí hacia el cuarto de baño para poder ducharme. Una vez que terminé en esa habitación volví a mi dormitorio para poder decidir qué ponerme. Al final opté por un top negro, una falda rosa palo, unos tacones negros y como accesorio un collar plateado. Al estar vestida volví a la habitación para peinarme y poner algo de maquillaje en mi rostro, pero tampoco mucho, no me gusta usar maquillaje en ninguna ocasión. En el pelo me hice una trenza de espiga y en mi rostro apliqué un poco de rímel, la raya de arriba, la raya de abajo, brillo labial con un toque de rosa y ya estaba lista. Cogí mi bolso, coloqué dentro lo necesario para esta noche y bajé las escaleras. Una vez en la planta baja me dirigí hacia el salón donde podía escuchar a Harry cantar. Antes de entrar e interrumpirle, me apoyé en el marco de la puerta mientras le escuchaba cantar una de mis canciones favoritas.
- Why you got to be so rude? Don't you know I'm human too? Why you got to be so rude? I'm gonna marry her anyway. Marry that girl, marry her anyway. Marry that girl, yeah, don't matter what you... wow- dijo una vez que me vio en la puerta.
- Ahí te has confundido. Ahora iba 'say. Marry that girl. And we'll be a family. Why you got to be so... rude?'- dije cantando con una sonrisa.
- Lo sé, pero es que, wow. Estás guapísima bebé- respondió acercándose a mí.
Cogió una de mis manos y me hizo dar una vuelta sobre mí misma. Al estar otra vez en frente de él pude notar como mis mejillas tomaban un color rojizo. A la misma vez que él puso sus manos en mis mejillas, yo puse las mías en su pecho haciendo así que el espacio que quedaba entre nosotros se redujera un poco más. En menos de un segundo ya tenía sus labios sobre los míos dándome un dulce beso.
- Ve a arreglarte anda- dije una vez que nos separamos.
- Ya voy, pero no sé si estaré a la altura de mi acompañante- dijo giñándome un ojo para después pasar por mi lado para subir a mi habitación.
Lo único que pude hacer fue sentarme en el sofá más próximo a la puerta. Este chico me estaba volviendo loca. Ahora mismo estoy segura de que podría hacer conmigo lo que él quisiera. Si hay algo de lo que estoy segura es de que a pesar de todo es la persona a la que más quiero en el mundo.
- Aquí estoy- dijo haciendo que me sobresaltara, acción que provocó su risa- ¿Te he asustado?
- Pues sí, un poco.
- Lo siento- añadió dándome un pequeño beso, el cual me hizo sonreír como una tonta- ¿Vamos?- preguntó ofreciéndome su mano para empezar a andar.
- Claro- respondí con una sonrisa.
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¡Hola chicas!
Lo primero de todo es pedir perdón por tardar en subir, pero es que es verano y hay que disfrutar je.
Aquí está el capítulo 9 y espero que os haya gustado. Ahora os dejo unas preguntitas:
- ¿Qué creéis que pasará de ahora en adelante?
- ¿Os está gustando esta segunda temporada?
- ¿Cambiaríais algo de la novela?
Espero que contesteis muchas, me gusta saber vuestras opiniones :3
Y esto es todo.
Beeeeeeeeeeeesoooooooooos :*
PD: la cuenta de Twitter de la novela está cerrada porque no le veía utilidad alguna, lo siento :$
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Todo Comenzó Gracias Al 1DDay
Fanfic________ y Nat están ya preparadas para empezar a ver el gran livestream llamado 1DDay. Cuando este acabe ocurrirá algo que cambiará sus vidas. ¿Quieres saber qué pasará desde ese día en adelante? Pues te invito a seguir leyendo.