Capítulo 32

925 41 5
                                    

Me desperté gracias a que tenía a alguien dándome besos en la mejilla. Cuando abrí los ojos me dí cuenta de que no estaba en la habitación de Harry, si no que estaba en la mía. ¿Cómo había llegado hasta aquí?

- Anoche te traje ya que recibí una llamada de tu madre, estaba muy preocupada- respondió Harry a la pregunta que me hice en mi cabeza.

- ¿Y por qué estás aquí? Has tenido que dormir algo mal, esta cama es pequeña para dos personas.

- No quería irme de tu lado y por eso me quedé. Pues sí, es algo pequeña, pero no pasa nada-respondió sonriendo-. Y venga arriba que tu madre ha entrado hace un rato para ver si estabas despierta.

- ¿Y te ha visto tumbado a mi lado?- pregunté sonrojada.

- Sí- respondió con una sonrisa-. Pero venga, que hay que levantarse.

- Mm... no, que si me levanto te vas a ir- dije abrazándome a él.

- Que no, que no me voy, pero tu madre me ha dicho que te despertara y bajáramos a desayunar.

- Bueno vale- dije al fin resignada.

Me levanté y él hizo lo mismo. Los dos aparecimos por la puerta de la cocina y allí sentados estaban mis padres, los de mi amiga, Nat y Niall. Nos sentamos en los dos únicos huecos libres y empezamos a comer mientras hablábamos con el resto. Al terminar nuestros padres nos dijeron que podíamos irnos a cualquier sitio, pero que teníamos que hacer antes nuestras maletas y estar en esta casa antes de que fuesen las diez del día siguiente ya que nos íbamos a las doce de la noche. Harry y yo subimos nuevamente a mi habitación ya que él se habia ofrecido a ayudarme a preparar las maletas. Nos costó mucho trabajo meter todas las cosas en ellas ya que aunque no lo parezca aquí hemos comprado muchas cosas y a eso hay que sumarle lo que nos trajimos de España, que fue bastante. Al estar todo preparado Harry me ofreció irme a su casa y obviamente acepté. No hay plan mejor que pasar el último día que te queda en una ciudad con tu novio. Él me dijo que no cogiera nada de ropa, que él me dejaba algo allí suyo y así no tenía que volver a abrir la maleta. Bajamos, avisé a mis padres y salimos los dos a su coche. Por lo que se veía íbamos a ir a un restaurante caro, no puedo dejar que Harry se gaste tanto dinero en una comina ni en mí, a si es que hablé.

- Harry no, no puedo permitir que te gastes tanto dinero en una comida y mucho menos cuando yo estoy contigo. No es necesario.

- Déjame hacerlo aunque sea por una vez. Quiero que tengas un buen recuerdo de cuando estuviste aquí, conmigo.- dijo mirándome cogiendo mis manos después de haber aparcado.

- Para tener un buen recuerdo de aquí no me hace falta comer en un restaurante caro. Ya tengo un buen recuerdo de este lugar.

- Pero por favor. Quiero hacerte este regalo- dijo haciendo comillas con los dedos cuando dijo la última palabra- por haberme aguantado todo este tiempo y por haber aguantado mis estupideces también.

- Jolines Harry, mira que eres.

- Venga baja.

- Que no. No me voy a bajar hasta que no arranques el coche y vayamos a un sitio muchísimo más barato.

- O bajas tú o te bajo yo- dijo desafiante.

 - Tú verás.

- Bien, tú lo has querido- dijo desabrochándose el cinturón para luego bajarse del coche y cerrar la puerta.

Le vi rodear el coche hasta llegar a mi lado, abrió la puerta y pasó su torso por encima de mis piernas para poder desabrocharme el cinturón. Despues de realizar esa acción, él pasó su brazo izquierdo por detrás de mi espalda y su brazo derecho por detrás de mis piernas para así, de un momento a otro, levantarme y sacarme del coche. Yo lo único que hacía era gritar y reír, no me esperaba que en ese preciso momento me levantara.

Todo Comenzó Gracias Al 1DDayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora