-Ya sé que es muy famoso, pero no es la cosa como para extenderle la alfombra roja o algo parecido.-escuché decir a Enzo en el interior de la casa.
Axel caminaba totalmente tranquilo a mi lado. Estábamos en aquella época del año en que, a aquellas horas, llevaba un rato siendo noche cerrada. No se había arreglado de forma especial para la ocasión igual que ninguno de los de mi familia, conmigo incluida. Aunque tengo que admitir que había días que me arreglaba mucho menos. No por cualquier cosa me ponía vestido, aunque era negro, sin detalles.
-Me encanta como te queda ese vestido.-me dijo de pronto.
-Lo tenía por el armario perdido. Aunque siendo un vestido ajustado que no llega a las rodillas no me extraña que te guste. Y de manga larga, no sé porqué pero la manga larga siempre me pareció más sexy.
-No es por eso. Te queda bien y punto. No sé, destaca más todos los detalles de tu cara. Aunque no puedo negar que me encantan tus piernas.
Probablemente se hubiera sonrojado si lo hubiera pensado más. No yo, él. Miró delante de sus narices y a medida que transcurrían los segundos su sonrisa aumentaba más y más. No llegué a saber lo que hubiera pasado de tener más camino que recorrer. Al instante nos encontramos delante de la puerta, más bien portón, de mi casa, donde Elijah esperaba con una sonrisa enorme. Se saludaron con un buen abrazo. Conocía la opinión de Elijah; le resultaba curioso, bonito, y extraño a la vez que el chico desconocido con el que nos habíamos sentado en navidad fuera entonces mi pareja. Tengo que admitir que a mí también me resultaba todo eso a la vez, aunque siendo parte de aquello tan curioso no podía pensarlo tanto. No podía importarme tanto.
Después del abrazo que se dieron la noche para mí parecía transcurrir a pasos muy lentos, aunque fueran absolutamente inciertos, y no estuvieran para nada calculados. Al fin y al cabo, me encontraba ante lo que podía resultar un desastre para mí sin tener absolutamente ninguna influencia en ello. No sentamos a lo largo de la mesa del comedor, de la que no llegábamos a ocupar la mitad. Axel se puso a mi lado, y de frente tenía a mis hermanos. Era casi como una discusión familiar de mis hermanos mayores hacia mí, que defendía mi relación con Blaze. Así lo veía la desastrosa visión que tenía del porvenir.
Como si aquello no fuera suficiente hasta el momento, mi hermana se dedicó a hacerle las preguntas clichés a Axel, como si todo lo que yo le hubiera contado no fuera bastante. Como no contaba con una cena familiar sorpresa contaba sin reparo momentos graciosos con él que al final terminaban dando a ver todas las respuestas a las preguntas que le hacía. ¿Qué vas a estudiar? ¿Te vas a dedicar al fútbol? ¿Algún deporte en tu vida a parte del fútbol? ¿Qué tal te llevas con tus padres? ¿A qué edad empezaste a jugar? ¿Qué tal te llevas con tu hermana? ¿Tuviste alguna relación antes de tener a Ren? ¿Aficiones a parte de las dichas? ¿Gustos?. ¿Homo sapiens o gilipollas?.
Creo que ente pregunta y pregunta, debate y debate, detalle y detalle, pasaron unas dos horas. Cuando terminó el interrogatorio había en la televisión algunos programas musicales en directo, y ya estaba servido el postre. Mi familia se tomaba con mucha calma aquello de comer, cosa que noté que era presión para Axel. Él tenía el tiempo limitado para comer y vivir. Viviría como mucho, noventa años, así que no le gustaba tardar más de media hora en comer, era mucho tiempo relativamente perdido. Pero para mi familia y yo, que teníamos mucho tiempo, era una tarea a largo plazo. Lo mío era diferente porque tenía el día ocupado, pero ellos...
-Axel...-empezó Enzo.
No temía tanto de lo que mi hermano pudiera decir que de mi hermana. Al fin y al cabo, ellos se conocían algo más. Pero la única razón por la que no me atraganté, fue porque estaba precisamente tragando la comida.
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mírame ;; axel blaze.
FanfictionAxel Blaze no esperaba que su vida cambiase por completo. En una de las decisiones drásticas de su padre acabaría mirando a los ojos a Renée Evans. Ninguno de los dos tenía ni idea de que aquella primera mirada repentina desencadenaría el mayor caos...