Xavier pensaba que conseguiría alcanzar el primero a Axel. El moreno se separaba con cuidado de Nelly y nadie estaba seguro de lo que pudiera estar a punto de decir, y probablemente no lo sabrían a la primera. Xavier planeaba modos de tortura. Tenía ganas de matarlo, o algo así. "no, le arrebataré al culpable de que pase esto, le rebanaré la polla y se la daré de comer" pensaba él. Los instintos fraternales que Ren despertaba en Xavier sorprendían al propio pelirrojo. Y el mismo pelirrojo llegó a la altura de sus compañeros, a punto de propinarle una buena hostia en la cara a Axel, cuando de repente, alguien detrás del mismo lo agarró del cuello y lo elevó en el aire. Xavier pudo ver la cara de Enzo antes que nadie. Jordan se sorprendió, pero parecía disfrutar el espectáculo. Nelly tentó irse, pero Enzo la cogió antes, de la misma forma que cogía a Axel.
-Esto en mi pueblo, se llama machismo.
-¿Dónde ves la diferencia entre el chico y la chica? Y no hablo de hombre y mujer, porque ni tenéis nada de hombre, ni de mujer. No tenéis nada de persona.
-¡NO SÉ SI TENGO GANAS DE MATARTE, TORTURARTE O DE CORTARTE LA POLLA!.-exclamó Xavier, viéndose todavía en el momento.
Axel rodó los ojos. Nadie lo entendió menos Nelly, todo el mundo tenía la sensación de que al chaval no le parecía bien que le reprimieran por lo que acababa de pasar, pero él sabía lo que estaba pensando. No tenía ni idea de cómo explicarse.
Enzo dejó caer al moreno de pronto, deseoso de ver cómo Xavier lo abofeteaba. Y efectivamente, Xavier comenzó a darle puñetazos en la cara, hasta que Jordan lo agarró, sabiendo que en algún momento su amigo se iba a arrepentir de lo que estaba haciendo. Lo único que podían ver después, era los ojos de Axel llorosos, y su cara roja. Fue entonces cuando el quinético presente, se metió en la mente del muchacho, no teniendo las enseñanzas que tenía Ren. Y lo vio. Vio la verdad y soltó a la chica sin más dudas. De pronto, le soltó una bofetada.
-¡Au! ¡Ahora sí es machismo!.
-¡Lárgate de aquí, zorra! ¡Ni siquiera tú sabes respetar a las mujeres!
Nelly salió corriendo. Tal y como Enzo le había dicho que hiciera, y ninguno de los tres jóvenes sabía si ese comportamiento tan obediente era propio de la gerente. Enzo miró a Axel todavía con cara asesina, pero ya podía ver su mirada. Axel miraba al suelo con más ganas de llorar de las que recordaba haber tenido nunca. Casi podía sentir un enorme dolor en el pecho y en todo el cuerpo. La angustia, el miedo.
-¿De verdad no sabías lo que iba a hacer?
Para Axel no tenía nada de raro que Enzo supiera lo que estaba pensando. Al fin y al cabo, él también tenía parte de quinético, y a aquellas alturas estaba seguro de que Enzo lo sabía.
-No tenía ni idea de que fuera a llegar a ese punto. Pensé que nos respetaría.
-¿De qué coño estáis hablando?.-preguntó Jordan en tono agresivo, que a diferencia de Xavier, que estaba a medio camino de entender la conversación por lo que sabia, se encontraba totalmente perdido, y le parecía que todo era poco coherente.
-De que fue ella la que le besó. Él no tuvo nada que ver, y Ren apareció en el momento menos oportuno.
Xavier respiró muy hondo. Le pasaron por la cabeza todos los métodos que podía utilizar entonces para tranquilizar y mejorar la condición de su amiga, que sabía, estaría llorando desconsoladamente en el primer lugar escondido que hubiera encontrado. Que sabía, tendría ganas de morir en aquel momento. Xavier estaba convencido de que Ren sentía algo demasiado fuerte por Axel como para poder soportar aquello y salir ilesa. Pero el problema era que Axel también lo sabía. El problema era que, le gustara o no, Axel sentía algo todavía más fuerte por Ren que a la inversa. O al menos, él nunca había negado ni reprimido lo que sentía. Y era Axel entonces, quien lloraba desconsoladamente y en silencio, con la cara morada, los ojos rojos, y la espalda apoyada en la capa del banquillo.
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mírame ;; axel blaze.
FanfictionAxel Blaze no esperaba que su vida cambiase por completo. En una de las decisiones drásticas de su padre acabaría mirando a los ojos a Renée Evans. Ninguno de los dos tenía ni idea de que aquella primera mirada repentina desencadenaría el mayor caos...