Entró en la tienda con aires de seguridad, consiguiendo no llamar la atención de nadie. Caminó entre todas las demás personas corrientes que ya por ello eran diferentes a él. No se trataba de una persona corriente. De un adolescente que entraba en el supermercado con intención de comprar refrescos para la salida de la noche ni nada parecido. De hecho, se rió al pensar que aunque hubiera querido algo de allí lo hubiera robado sin tener que intercambiarlo por monedas absurdas con el cajero para que este ni siquiera se las quedara y, aún encima, lo que comprara a cambio de dichas monedas no le devolviera las fuerzas que había necesitado para ganar el dinero.
No era esa clase de persona, que tenía una sola idea a favor de las cosas tal y como funcionaban. Se deslizó y coló. Molestó a algún que otro hombre con ninguna apariencia en especial. El supermercado era exageradamente grande, pero llegó sin problemas a la puerta que buscaba. "Sólo personal autorizado" ponía. Estaba tan cansado de ver ese mismo letrero que la abrió sin reparar en él, como si no estuviera.
Una vez atravesada la puerta, sin preocuparse de las cámaras de seguridad, se encontró de pronto a la persona que buscaba.
-Así que por fin has salido de tu escondite.-dijo el otro chico, que se plantaba delante de él.
-Parece que están organizando una reunión familiar, y no me han invitado.
Leonard Robinson se encontró con que justo a su derecha había un montón de cajas con cargamento. De todas las cosas en las que pensó se encontró con una caja llena de snacks y cogió una bolsa al azar. Ahora sí cogería algo del supermercado, pero estaba seguro de que se lo comería antes de sacarlo de allí.
-¿Vas a ir a Tokio?
-Mi querida hermana gemela está allí, reunida con Elijah, Enzo y Bright. No digo que sea demasiado interesante sin Olympe y Hannah pero algo es algo.
-¿Echas de menos a tus hermanas?
-Ni lo más mínimo.
-Renée tiene muchas cosas que averiguar todavía. Elijah, Enzo y Bright se lo estarán ocultando en su mayoría, tal y como eres se lo dirás todo. Y si de verdad tenéis los mismos genes, creo que reaccionará de una forma mucho más violenta que Oly y Hache.
-No puede escapar de la vena psicópata. Todos los Robinson la tenemos. A ver qué dice su amadísimo novio, ¿Axel Blaze? Cuando vea a su novia con las manos manchadas de sangre puede que se plantee dos veces esto de meter las narices en los rollos sobrenaturales. Y mi hermana, siendo como es, creerá que me debe un favor por hacer a la fuerza lo que sabe que es mejor para ambos. Todos salimos ganando. Hasta puede que me deshaga de mis hermanos.
-¿No te aburres de tí mismo?.-preguntó una tercera persona. Una chica que surgió del umbral, y que Leo conocía muy bien.
-Ni lo más mínimo, amor. Ni lo más mínimo.
-Tengo que hablar contigo.
Axel me miraba con la misma expresión con que yo le miraba a él. Ni siquiera había buscado palabras para decirlo, para decirle que fuera lo que fuera que le preocupaba quería estar a su lado y que no soportaba pensar que no estábamos bien. Creo que lo interpretó todo bastante bien, y se limitó a besarme. Así, de repente, y con ganas. Nos separamos al cabo de un rato, sin preocupación de estar perdiendo clase.
-Vámonos antes de que nos pongan falta.-dijo.
Reí sobre sus labios, y volví a darle un beso, pero más corto antes de salir casi corriendo hacia la clase de Biología.
-¿Me contarás lo que te pasó?
Se quedó callado, y respiró muy fuerte. Estábamos a pocos metros de la puerta.- Sí, terminaré haciéndolo, de una forma u otra.
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mírame ;; axel blaze.
FanfictionAxel Blaze no esperaba que su vida cambiase por completo. En una de las decisiones drásticas de su padre acabaría mirando a los ojos a Renée Evans. Ninguno de los dos tenía ni idea de que aquella primera mirada repentina desencadenaría el mayor caos...