Capítulo. 3

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Aquella chica también se va demasiado contenta, no sabe cómo ni porque, pero de alguna forma logro lo que recientemente anhelaba, ser vista por un humano, por el humano que ella tanto deseaba ayudar, después de todo ella había sido quien ayudo a su tío a caminar después de la muerte.

"No quiero ni imaginar que pasaría si se entera que yo fuí quien acompañó a su tío"

.

"No. Él no debe de enterarse"

.

"Hice mi trabajo por su bien"

Se dirige mas eufórica de lo normal al encuentro con su amigo en el edificio más alto de la ciudad con helipuerto.
Por primera vez el chico es quien la espera.

- Creí que no vendrías hoy. - Habla el chico en cuanto la ve llegar.

- ¿Porque no vendría?. - Pregunta la pelirroja.

- No lo sé tú dime. - Mira como ella se sienta a su lado, ahora ambos están sentados en plena orilla. - ¿Qué te distrajo está vez?.

Ella al recordar el encuentro inesperado que tuvo con el doctor, sonríe.

- Sea lo que sea perece que te agradó. - De nuevo dice Marco. - Bueno saquemos las notas y ya me contarás.

- Está vez no lo he escrito pero si me das un segundo lo haré. - Menciona la muchachita con un poco de pena.

- Está bien no te preocupes, cuéntamelo. - Menciona con calma. - Pero no se te olvide escribirlo después.

- Si claro, bueno comienzas tú. - Decreta ella.

El pelinegro saca sus notas, y comienza a leer. - Hoy un joven se arrepiente de estar a punto de convertirse en un ladrón...

El ángel de nombre Petra, sin querer se pierde en sus pensamientos después de la palabra "ladrón".
Nunca antes le había pasado pero ni ella misma es consciente de ello.

- ¡PETRA TE ASIGNARAN OTRO PAÍS! - Habla fuerte Marco.

La chica estaba balanceando sus pies pero deja de hacerlo, lo voltea a ver intentando decifrar lo que le acaban de comentar.
Cuando por fin entiende lo que fue dicho por el muchacho abre sus ojos con sorpresa.

- No. Eso no puede ser si me mueven de aquí no podré ayudarlo... - Comienza a decir tranquila pero negándose a la idea. - Además no podré verte tan seguido y cuando lo haga no podremos contarnos todo.

El chico sólo sonríe, levantando su vista al cielo - Número uno: ¿Con que alguien está antes que yo? Y Número dos: - Vuelve a sonreír. - Sólo fue una broma.

Al escuchar el punto número dos, la pelirroja se sonríe y pregunta - ¿Por qué has hecho eso?.

- De pronto me sentí ignorando, te mire y vi que no me estabas prestando nada de atención, por eso lo dije. - Se justifica Marco.

- Lo siento. - Guarda silencio y después razona lo último dicho por su amigo. - Nunca me había pasado.

- Por tu cara, sé que tienes que contarme algo. - Acierta el pelinegro.

- Bueno... - Titubea ella.

- ¿Tiene que ver con que hoy llegaste tarde? - Cuestiona él, para ayudar a su amiga a hablar.

Enamorado De Un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora