Capituló. 12

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- Adelante. Pasa Petra. - Le dice el, al abrir la puerta para que ella pasé primero.

En cuanto ella pone un pie al interior de la casa, un extraño ruido se comienza a oír, al perecer algo se acerca a ella. Después de que Leví pasa, enciende las luces y es ahí cuando el ángel se da cuenta que un pequeño perro le estaba dando la bienvenida.

Al no soportar la ternura del animal, Petra decide levantarlo del suelo.

- Se llama oso. - Menciona serio al mismo tiempo que cierra la puerta.

- Lo se, ya me lo dijo. - Responde ella con una sonrisa dirijida al cachorro.

- ¿Y que más te ha dicho? - Pregunta Leví fingiendo curiosidad.

- Que está agradecido por tus cuidados, pero que está preocupado por qué tu no duermes bien. - Dice la pelirroja con una sonrisa en el rostro, sin despegar su vista del pequeño perro, pero de un momento a otro se borra esa sonrisa. - Dice "necesita que alguien lo cuide".

En ese momento Leví, dirige si vista al rostro de la jovencita que a su vez, ella cruza su mirada con la de el.
Después de unos segundos, el silencio que gobierna se hace algo incomodo debido a los pequeños nervios del hombre que se empiezan a sentir.

- Pasemos a la cocina. - Más que una invitación, parece una orden por parte del doctor. - Tengo un poco de hambre.

Inmediatamente Ackerman se dirigen a tal lugar seguido por su invitada, a Petra se le hace poco creíble lo mencionado por aquel azabache pues a su criterio la familia Zacharius fue muy bondadosa al dar de comer y beber.

- ¿Que es lo que harás de comer? - Pregunta el ángel tratando de sonar normal y deshacerse del aura tan incomoda que se siente.

- Con un emparedado me conformo. - Responde el hombre con simpleza mientras se dirige a su refrigerador para abrirlo y sacar algunas cosas de ahí.

Petra ya no dice nada, no tiene ni la mínima idea sobre que tema hablar, con Marco tiene un sin fin de temas pero por alguna razón este momento no se le ocurre ninguno.

- ¿Me ayudas a rebanar el kiwi? - Pregunta Leví dándole la fruta y un cuchillo a la jovencita sin darle tiempo de negarse.

- Lo intentaré. - Nerviosa trata de hacer la actividad pedida.

Mientras tanto el doctor toma unas fresas y de igual forma comienza a cortarlas, pero cada vez que introduce el cuchillo en la frutilla, sus cortes son bruscos.

- Dime Petra ¿De qué parte de Japón eres? - Pregunta Leví fríamente.

- No soy de Japón. - Responde ella tratando de concentrar su atención en cortar la fruta.

- ¿Entonces en donde naciste? - Vuelve a preguntar el doctor.

Por supuesto que el ángel no dice nada, se queda en completo silencio. Trata de dar una respuesta que no implique decir una mentira pero nada se le ocurre.
Debido a eso, ella deja de concentrarse en rebanar el kiwi, lo que provoca que por accidente encaje el cuchillo en su dedo, tratando de ocultar lo sucedido intenta actuar cómo si nada hubiese pasado, de lo que no se ha percatado es de que cierto azabache está muy atento a cada uno de sus movimientos.

- Tus padres ¿De dónde son? - Continúa preguntando el doctor.

- No tengo padres. - Responde Petra sin pensarlo bien.

- Es cierto que para ti son Mike y su esposa. - Menciona el hombre a modo de recordatorio, dejando de cortar las fresas pero sin soltar el afilado cuchillo.

Enamorado De Un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora