Capítulo. 2

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Ya han pasado dos días desde que Leví Ackerman perdió a un paciente por primera vez, realmente eso le ha afectado.

"Lo siento Kenny, no pude salvarte"


Pide perdón en sus pensamientos miéntras observa como la caja de madera va adentrándose poco a poco en el interior del agujero de tierra, con el cuerpo de su tío sin vida.

- Ya no lo pienses más. - Le dice Isabel abrazándose del brazo de Leví.

Él no menciona nada más, vestirse de negro y enterrar a un familiar, un ser querido no es muy agradable, para nada agradable, mucho menos cuando sientes que pudiste salvarlo.

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Después de otro amargo recordatorio de su perdida, lleva a Farlan y a Isabel a su casa.

Estaciona el automóvil justo en la entrada, cuando termina de apagar el motor, fija su vista en el hogar del que algún tiempo, él también fue parte.

- Ven Leví pasa un momento. - Church ofrece la invitación.

El azabache no dice nada pero asiente con la cabeza, después se quita el cinturón de seguridad y baja del vehículo.

Al adentrarse en la casa sus recuerdos comienzan a llegar a su mente, la casa no es muy grande al contrario era pequeña y un poco vieja pero acogedora.

- Siéntate Leví. - Habla Isabel, más bien parecía una orden.

- Gracias. - Contesta el mencionado sentándose en un banco de la barra que está entre el comedor y la cocina.

Al lado del doctor también se sienta Farlan.
Un poco de silencio gobierna aquel momento, de alguna forma se vuelve un tanto incómodo para los presentes, los anfitriones quieren hablar con el azabache pero no saben por dónde tendrían que empezar.

- Dime. - Por fin las palabras salen de la boca de Farlan. - ¿Cómo va tu relación con Nifa? - En realidad no le interesa pero es lo único que se le ocurre para intentar abrir una conversación.

Leví no dice nada al respecto, se queda un largo tiempo callado.

- Nos enteramos hace dos días, miéntras operabas a Kenny. - Interviene Isabel al mismo tiempo que pone líquido caliente en un trio de tazas.

- Seguro se enteraron por Hange o por algún otro chismoso del edificio. - Comenta Leví. - ¿Y bien de que quieren hablar realmente?.

Era cierto ambos habían olvidado que que el azabache era muy bueno para saber cuándo alguien quería decirle algo o evadir el tema, en este caso es la primera opción.

- Sabemos que te afecta demasiado el hecho de que mi tío Kenny no está... - Habla Isabel miéntras pone las tres tazas en la barra y las reparte.

- Lo sé es mi culpa. - Toma la palabra el Ackerman interrumpiendo a la mujer. - Estoy consiente de ello.

- No. Leví Ackerman eso no fue tu culpa. - Es ahora Farlan el que interrumpe al azabache. - En ese momento ya nada estaba en tus manos.

Lo último dicho por el oji celeste, es como un balde de agua fría para Leví, él creía que tanto Isabel cómo Farlan le reprocharían en su cara el no haber salvado a quien los educó. Después de todo estaban en todo su derecho y en dado caso que fuese así él no pensaba justificar su falla.

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Cómo últimamente era su costumbre, aquel ángel de cabellera pelirroja camina detrás de Ilse Langnar, su escritora favorita, le sigue los pasos pues no sabe en qué momento ella pueda inspirarse para escribir.

Enamorado De Un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora