Capítulo Tres.

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SAM 'S POV

Jueves, 17 de Enero.

Al parecer hoy la cafeteria esta más llena de lo normal y solo queda un hueco. Espero que no este esperando a alguien o que no le importe que me siente. Me acerco a la mesa y apoyo mis cosas sobre la mesa.

- ¿Puedo sentarme en... - Levanta la mirada. - ¿Matt?

- Te estaba esperando.

- ¿A mi? - Pregunto extrañada.

- Te dije que necesitaba tu ayuda.

- Pe.pero ¿Aquí?

- Claro, es el único sitio donde pasas las tardes de lunes a jueves y es lo único que se de ti. - Dice sonriendo. Al parecer Lia se ha ido un poco de la lengua. - Siéntate.

- ¿Y qué necesitas?

- Todos los apuntes. - Asiento con la cabeza y busco en mi bolso. ¡Mierda!

- Pues me parece que no va a poder ser, los tengo en casa. Si quieres mañana te los puedo dar.

- Te acompaño.

- Veo que tienes mucho interés en esos apuntes. ¿No?

- Si, y más con un padre que es gerente de los ingresos de una multinacional y tu eres el que le remplazará.

- Entiendo. - Recojo todas las cosas y salimos fuera.

- ¿Vives muy lejos?

- No, a unas calles de aquí.

- ¿No tienes miedo de llevar a un desconocido a tu casa? - ¿A qué viene esa pregunta ahora?

- ¿Por qué lo dices?

- No se, una chica como tu, callada y buena, no se fiaría de un chico que acaba de llegar y no lo conoce de nada. ¿Y si soy un delincuente? - Aquello me hizo reir. Me paro en seco, doy media vuelta y lo miro a los ojos.

- Creo que en ese caso, llamaría a mis padres, que pertenecen al cuerpo de policía y en menos de una hora estarías en la carcel. - Digo con una sonrisa amplia.

- Chica con recursos, me gusta. - No hago caso a su comentario y sigo andando, hasta llegar a mi casa.

- Pasa. - Digo abriendo la puerta.

Se escuchaba la música de mi hermano. Como no... Subí las escaleras seguida de Matt.

- Espera aquí. - Abro la puerta de la habitación de mi hermano y asomo la cabeza.

- ¿Que haces aquí tan pronto?

- Hay gente en casa, puedes darle un poco menos de voz, porfa. - Digo poniéndole cara de cachorrito.

- ¿Quién es? - Dice levantándose de la silla. - ¿Le conozco?

- Cotilla. - Salgo de su habitación y me dirijo a la mía.

- ¿Johnson? ¿Qué haces aquí? - Escucho a mi hermano hablar

- Entrenador... - Vale, se conocen. Me hace gracia, cuando mi hermano habla como si fuera un adulto y se comporta como un niño en casa. "Jugador de baloncesto..." ¿eso a que ha venido?

- Ha venido para que le deje unos apuntes, nada más. - Digo entrando en su conversación y dándole a Matt una carpeta con los apuntes. - Ahí esta la copia de todo.

- Gracias.

- Te acompaño a la puerta. - Dice mi hermano, le noto molesto y eso, es muy raro en él. Bajaron las escaleras y les seguí con la mirada desde la planta de arriba.

Mi Historia: Samantha Miller. | EDITANDO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora