Capítulo siete.

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SAM 'S POV

Viernes, 25 de Enero.

Me sentía diferente, nunca me hubiera imaginado que yo, sería la primera en besarle. Pero tube un impulso y lo hice, del cual no me arrepiento. Entré a casa con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¿Dónde estabas? - Upss...

- Estaba... con Will dando una vuelta.

- Que yo sepa Will no tiene moto. - Responde mi hermano seriamente.

- ¿Me estabas espiando?

- ¿Quién era el chico con quién te estabas besando?

- ¡Me estabas espiando! ¡Dylan no tienes nigún derecho a hacer eso! - Grito furiosa.

- Soy tu hermano, y mi deber es cuidarte. ¿Con quien te has besado?

- Con nadie. - Salgo hacía mi habitación corriendo, pero me coge del brazo haciendo que me diese la vuelta.

- ¿Era alguien del equipo? - Pregunta muy cabreado, pero no espero a responderle, subo las escaleras mientras le oigo gritar. - ¡Samantha baja aquí ahora mismo! ¡Samantha!

"¡Será imbécil! ¿Qué derecho tiene?" Mis lágrimas empezaron a salir descontroladamente durante toda la noche.

Sábado, 26 de Enero.

Llevaba más de 10 horas llorando y mis ojos estaban muy hinchados y rojos. Eran las 9 de la mañana cuando tocaron mi puerta y entró Dylan sonriendo.

- Pequeña, levantaya, hoy hay partido. - Hermanos bipolares, tenéis que ser extinguidos del universo, gracias.

- No quiero ir. - Digo aún con mi cara sobre la almohada.

- No tienes otra opción, en 5 minutos te quiero en el coche.

Salió de mi habitación y empecé a patalear. Me levanté de la cama y abrí el armario. Me pongo una camiseta de manga larga y unas mallas junto con mis mustangs. Cojo las gafas negras de encima del escritorio y la chaqueta, que había colgada en la silla y salgo de mi habitación. Corro escaleras abajo y me adentro en el coche. En cuanto cerré la puerta, lo puso en marcha y durante todo el camino no hablamos, y se lo agradecí, sinceramente. Entramos en el recinto cerrado y seguía con mis gafas de sol negras puestas. Me senté en la baqueta y cogí el móvil, necesitaba hablar con Will.

*Conversación de whats app*

S: Will

S: Te necesito...

W: ¿Qué pasa pequeña?

S: Ayer besé a Matt.

W: ¿¡Qué!? ¿Samantha Miller besando a un chico que no sea yo? ES UNA BROMA.

S: Pues no te lo creas, pero hay más.

W: ¿No me dirás que te ha desvirgado?

S: ¡Will! ¡No!

S: Esto es más serio.

W: Cuéntame.

S: Dylan nos espió y me preguntó que quien era.

W: ¿Y qué le dijiste?

S: ¿Qué le iba ha decir? He besado a Matthew Johnson, ya puedes matarlo.

S: ¡Pues no! Le dije que nadie

W: Te grito ¿Verdad?

S: Si.

W: Has llorado toda la noche ¿No?

S: ¿Tu también me espías? :(

W: No hace falta espiarte para saber como eres Sam y por favor sonrie.

S: Lo dudo...

*Fin de la conversación de whats app*

Acabó el partido y se acercó Matt. No quería que me viese Dylan con él, así que intente ser lo más borde que pude aún que me doliese por dentro. Cuando me quité las gafas y me vio como estaba, sus ojos estaban llenos de culpabilidad y en ese momento me sentía la peor persona de este mundo. No podía aguantarlo más, salí corriendo hacia el coche y le grité a Dylan que se diera prisa para poder volver a casa y seguir llorando. Pero no aguanté, empecé a llorar de nuevo y todo por culpa del estupido de Dylan. Este, entró en el coche pero no lo arrancó.

- ¿Por qué no nos vamos? - Digo intentando parecer lo más tranquila posible.

- ¿Me vas a decir ya por qué llevas así todo el día?

- Lo sabes perfectamente. - Respondo mirando por la ventana.

- Oh venga ¿Llevas toda la noche llorando por qué te grité?

- No, lloro porque me gusta.

- Perdóname, no quería hablarte así... pero dime ¿Quién es?

- No quiero que me controles Dylan. Y ahora vayamonos a casa.

Encendió el coche y nos marchamos a casa. En cuanto llegamos, cerré de un portazo y me lancé en mi cama, cerré los ojos durante unos minutos intentando dormir y olvidarme de todo aquello. Pero era imposible ya que sonaba 'Love runs out' desde mi movil. "¿Quién diablos es ahora?" Miré la pantalla del movil y era Matt. "¡Dios! Me estaba llamando ¿Y ahora que le digo? " Opté por colgarle, no estaba preparada para hablar con él. Unos segundos después sonaron dos mensajes también de él.

* Conversación de Whats App*

M: ¿Por qué me cuelgas?

M: ¿Podemos hacer skype? Por favor. - Por una parte no quería hablar con él pero por otra le necesitaba.

S: Esta bien...

S: Espera cinco minutos ¿Vale?

M: Esperaré lo que haga falta.

*Fin de la conversación de Whats App*

Me levanté de la cama y me dirigí a mi armario. Cogí una jersey beige y me até el pelo con un pañuelo. Fui al baño y intenté disimular mis ojeras. Me acerqué a la cama y abrí skype. ¿Estaba preparada?

Mi Historia: Samantha Miller. | EDITANDO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora