Capítulo 17.

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MATT 'S POV

Viernes, 8 de marzo

Mis manos comienzan a sudar y a enviar temblores por todo mi cuerpo. Accelero y me salto el semáforo en rojo, por suerte, no pasaba ningún coche en ese momento. Llego a mi casa y dejo la moto tirada, sé que después me arrepentire. Abro la puerta y escucho "¡Para James!" Subí las escaleras de dos y encontré a mi padre aporreando la puerta de su habitación.

- ¡Para de una vez! - Dije mientras le cogía de los brazos y lo arrastraba hacia atrás.

- ¡Suéltame Matthew!

- ¡No! Apestas a alcohol. - Le senté sobre el suelo y este inmdiatamente se hechó a llorar.

Si, mi padre llorando, puede parecer absurdo pero, cuando algo se le acumula dentro, lo suelta en forma de rabia, lágrimas y a base de bebidas.

- Quédate ahí quieto James. - Ahora parecía que fuese yo el padre.

Me acerqué a la puerta y susurré "¿Estás bien mamá?" Si, mi madre me había llamado sollozando y atemorizada por el comportamiento de mi padre. De un momento a otro, se abrió la puerta y ella se abrazó a mí. A veces parecíamos como si fuésemos tres hermanos, nuestro comportamiento era de adolescentes. Después de que los dos se tranquilizasen, bajamos a la cocina y preparé tres tazas de café bien cargadas.

- ¿Alguno es capaz de decirme que ha ocurrido? - Se miraron entre ellos y empezó a hablar mi padre.

- La empresa a vuelto a caer en quiebra.

- Pero se puede arreglar, solo hace falta hacer alguna estrategia para volver a ingresar dinero de nuevo, igual que las otras veces.

- No hijo, esta vez no es igual, hemos tocado fondo. Tendremos que irnos a vivir con los abuelos, a Canadá.

- ¿Qué?

No, no, no. Eso no es verdad, la empresa se recuperara, y nos quedaremos aquí, en Almonte y seguiré con Sam y esto solo será un pequeño bache.

- Nos iremos aquí dentro de un mes, para las vacaciones de Pascua.

- No, me niego a irme.

- Hijo, sé que es muy difícil pero no tenemos otro remedio, o esto mejora o nos tendremos que marchar.

- Yo te ayudaré. - Dije con una sonrisa, porque había una mínima posibilidad de quedarnos y eso, ya alegraba. - Después del instituto me iré a San Francisco a las oficinas contigo.

- Gracias hijo. - Nos abrazamos los dos mientras nos dábamos pequeños golpecitos en la espalda.

- Todo por la familia. - Dije en un susurro.

- Mis chicos... - Se nos unió mamá y nos quedamos así un buen rato.

Subí a mi habitación y vi como la lucecita de mi móvil parpadeaba. Me acerqué y vi el nombre de "Pelirosa" en la pantalla. Me sentía culpable de haberla dejado sola en la fiesta, pero mi madre me necesitaba.

*Conversación de whats app"

S: ¿Está todo bien?

M: Si.

S: ¿Y se puede saber por qué te fuiste?

M: ¿Importa?

S: Si tu novio se va repentinamente de una fiesta y transcurrida una hora, habla como si no hubiera pasado nada...

M: Era importante Samantha.

S: Ok.

M: ¿Te has enfadado?

S: No.

M: Mentira.

S: Verdad.

M: No mientas Sami.

S: Hasta mañana Matthew.

M: Sam...

M: No te marches, por favor.

M: ¿Sigues ahí?

M: Vale, Buenas noches Sami.

*Fin de la Conversación de whats app*

Uf... Me siento mal conmigo mismo por no haberle dicho lo que había ocurrido pero tampoco quería hacerle daño con la posibilidad de que me marche. No, me niego rotúndamente.

Mi Historia: Samantha Miller. | EDITANDO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora