SAM 'S POV
Sábado, 9 de marzo.
Ese olor... Mmm... Chocolate líquido con croissants recién horneados... "Esto son otros placeres de la vida."Abro mis ojos, y veo como la puerta de mi habitación está abierta. Me desesperezo y miro hacia atrás, se ven como las gotitas de agua resbalan por el ventanal. Nada más ver aquello, abro la ventana y todo es paz y tranquilidad. Ese aroma a húmedo que se te mete por los huesos, ese mismo. Hoy es un día perfecto para pasarlo en el sofá junto con la manta y viendo peliculas.
Bajo las escaleras cuidadosamente y entro en la cocina. Solo con levantar la mirada, veo ese pelo rubio claro caer en pequeñas ondas que tanto echaba de menos. Me acerco y le tapo los ojos.
- Si no quieres que queme el desayuno, quita las manos de ahí Sam.
- Lo siento mami. ¿Hoy estáis oficialmente de vacaciones?
- Si, tenemos tres semanas.
- ¡Bien! - Justo en ese momento mi barriga empezó a hacer ruidos. - Creo que alguien reclama comida.
- El desayuno ya está, llama a papá y a Dylan.
- Valep. - Salgo y de nuevo vuelvo a subir las escaleras. Abro la puerta y veo como mi padre está tumbado en la cama. Corro hasta allí y me lanzo encima de él mientras grito. "Vacaciones"
- ¡Ouch! Sam bájate .
- Nop.
- Saaam...
- Eh, nop.
- Tu lo has querido.
Me cogió por la barriga haciéndome cosquillas por todos lados mientras gritaba "¡Para! ¡Ayuda!" pero nadie vino. Encuanto pude escaparme, fui corriendo a la habitación pero Dylan ya no estaba. ¿Dónde estará? Doy media vuelta y me lo encuentro mirándome con una sonrisa muy amplia, demasiado amplia que digamos."¿A que de debe esa sonrisa?" Digo mirándole. Se acerca a mi y en cuestión de segundos, me encuentro en sus hombros, pataleando como de una niña pequeña se tratase mientras bajaba las escaleras. Llegamos a la cocina, me deja en el suelo, doy media vuelta y frunzo mi ceño. ¿Qué hace Will comiéndose MIS croissants?
- ¡Eeh! Son mios. Tacaño. - Le quito el croissant que está apunto de llevarse a la boca y me lo como. - Mmm... están muy... buenos mamá.
- ¡Gomia! - Le miro y achino los ojos y le hago señal con mis dedos de "Te estoy vigilando"
Pasados unos minutos, nos encontrábamos desayunando los cinco como cuando éramos pequeños y Will se quedaba en casa a dormir con permiso de su mamá. Esta vez le obligué a quedarse después de la fiesta. Bueno, más bien él no se enteró de nada, iba bastante borracho. Me pregunto, qué habrá sido lo primero que se le ha pasado por la cabeza al ver que estaba en mi sofá durmiendo.
Ahora nos encontrábamos viendo los cinco "Expediente Warren" mientras los rayos y la lluvia seguían callendo y algún grito de mamá acompañado de alguno de Dylan, se escuchaban por toda la casa. La película se terminó y nosotros dos subimos a mi habitación.
- ¿Hice alguna locura? - Me preguntó nada más cerrar la puerta.
- No te acuerdas de nada ¿Verdad? - Negó con la cabeza. - Yo ya te encontré bailando y haciendo el tonto.
- Que malo es el alcohol... - Dijo mientras se estrujaba la cabeza. - No recuerdo nada.
- Hay veces que es mejor olvidar.
- Ya, pero ¿Y si hice alguna locura imprudente?
- Si la hubieras hecho, me habrían llegado mil del mensajes con fotos y todo lo típico.
- Tienes razón. ¿Y cómo llegué hasta tu casa?
- Gracias a Caleb. - Sonreí al acordarme de que tenía los mismos gustos que Will, y no refiriéndome al deporte.
- ¿Caleb? No me suena su nombre. - Dijo mientras fruncía el ceño y pasaba su mano por la nuca.
- El hermanastro de Giselle. Es mayor que nosotros, le gusta jugar a lacrosse, es gay, está sacándose la carrera de... - No me dejó hablar más.
- ¿Has dicho GAY? - Dijo mientras se le sonrojaban las mejillas. Está ocultando algo.
- Si, he dicho gay, pero me da la sensación de que tu ya lo conoces. ¿Me equivoco?
- ¿Qué? ¡Para nada! ¿Cuando iba yo a conocerlo? ¡Es una estupidez!
- Lo que tu digas William, pero a mi, no me engañas. - Le empujé un poco hacia el lado izquierdo de la cama para que yo pudiera tambien acostarme allí.
Miré el techo y por arte de magia, se me cruzó el nombre de Matt por la mente. Sabía que aquel "enfado" con él, no duraría mucho, pero me fastidió que no me lo contase. Y sé que me está ocultando algo. Entonces me doy cuenta de que unas diminutas lágrimas recorren mis mejillas. Escucho como me llaman, miro hacia mi derecha y veo como Will sostiene mi móvil, en el cual, el nombre de Matt aparece en la pantalla ya que me está llamando. "que oportuno" Lo cojo y descuelgo.
*Conversación telefónica*
S: ¿Qué quieres?
M: ¿Podemos hablar?
S: Habla.
M: Por aquí no, mejor en persona. ¿Esta tarde?
S: No puedo, tengo que ayudar a Dylan.
M: Entonces... ¿Hablamos mañana?
S: Si.
M: Sam...
S: ¿Qué?
M: Entra en instagram. - Dijo con un tono alegre.
S: Por mucho que subas una foto te recuerdo que sigo enfadada contigo.
M: Entra.
S: Ya va, espera que pongo el altavoz. Will abre mi cuenta de instagram en tu móvil, por favor.
W: Hola Matt.
M: Hola.
S: Callaros y dejarme leer. - El circulito acaba de cargarse y apareció una foto del otro día. Cuando fuimos al bosque. Bajo de ella estaba un mini texto. "Una chica arrogante, extrovertida, con un sentido del humor algo especial y con una sonrisa tan bonita como ella. Aunque pueda parecer mentira, Te quiero mucho pelirosa."
W: Matt ¿Qué has escrito?
M: Nada especial, solo la verdad.
W: Joder, nunca la habia visto llorar por algo así.
S: No estoy llorando. - Dije en mi defensa no creible. - Solo que no me esperaba... eso.
M: Entonces... ¿Me perdonas?
S: Ya te he dicho que hablamos mañana .
M: ¡Sam!
S: Lo siento.
M: Esta bien... Hasta mañana pelirosa.
S: Hasta mañana Matti.
M: Te quiero.
S: Y yo.
*Fin de la conversación telefónica*
- ¿Pero que ha sido todo eso? ¿Qué me he perdido mientras estaba borracho? ¿Y que te ha escrito?
Empecé a reirme por todas las preguntas que acababa de lanzar en pocos segundos. Ya esta de vuelta el Will de siempre.
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Mi Historia: Samantha Miller. | EDITANDO |
RomanceTodo el mundo esta gritando el dia de mi decimoctavo cumpleaños. Me duele la cabeza y estoy mareada. No puedo más, creo que me voy a desmayar. Os preguntareis el por qué de todo esto... Para que me entendais, tengo que contaros mi historia. La histo...