Compañera de cuarto
El fin de semana las clases fueron igual que siempre, unas muy interesantes y otras no tanto. Tengo muchos años estudiando y aun no logro acostumbrarme a esto, ni al ajetreo de los que me rodean, todos de arriba abajo sin voltear siquiera a ver que está a su lado, enfocados en sus aspiraciones y otros ensimismados deseando muy seguramente estar en otro lugar, yo me incluyo en el primer grupo soy antisocial, nunca he sido buena haciendo amistades, en este momento me encuentro caminando sola hacia la cafetería; en la primaria solo tuve una amiga y la muy traidora se mudó a otro estado sin siquiera avisarme y mucho menos despedirse, cuando entre a la secundaria me hice de tres amigas, más tarde me di cuenta que todo lo que les platicaba lo usaban en mi contra y para burlarse de mí, para la preparatoria fui más selectiva y nadie lleno mis expectativas, vagaba sola por los pasillos y siempre había un buen chico dispuesto a hacerme compañía para luego salir huyendo, me funciono, mi vida en esa época fue más tranquila, no tuve que discutir con nadie acerca de que chico era el más guapo o de competir a quien le haría caso, los comentarios me los guardaba y era más satisfactorio, gracias a esa época de mi vida mi guardarropa cambio y otro género de música invadió mi vida, creé un escudo anti hipócritas y así fue hasta que conocí a Elena, ella le dio un cambio a todo lo que creía no existía y deje de caminar sola por los pasillos, ahora estoy de nuevo sin ninguna compañía eso me pone nostálgica y me replanteo la idea de buscar nuevas amistades.
Tomo asiento en una de las mesas vacías que hay en la cafetería, los fines de semana hay muy poco alumnado, por lo regular son personas mayores y jóvenes como yo que por trabajo u otras razones tienen que optar por esta opción.
Abro mi libreta de apuntes y empiezo a leer.
En mis tiempos muertos que son muy pocos en realidad, me gusta leer información sobre mis materias, cuando logro dominar algún tema las clases se tornan un poco aburridas, es lo que no me entretiene tanto en clases, otras materias me enseñan aún más de lo que yo consigo investigar por mi cuenta que son por las que no dejo de venir.
Habría terminado la universidad hace ya un año, pero en el último año por trabajar y penas sentimentales, no pude tomar mi carga académica completa y eso me retraso, pero pronto acabare mi penúltimo semestre y si todo sigue igual de bien, este año me graduó.Decidí tomar la palabra a Matt de no vernos todos los días, hoy al despertarme de mejor ánimo me hizo reflexionar un poco y tal vez tenga razón, si antes no nos afectó el no vernos tan seguido no creo que nos afecte ahora, además se siente bien pasar tiempo conmigo a solas y mis demonios.
****
La semana siguió igual,no hay novedades acerca de un nuevo trabajo, llame a Matt porque me siento muy sola y desesperada, el no tener empleo se está robando mi energía en pensamientos pesimistas, me está costando más trabajo ir a clases, tengo ganas de enviar todo al carajo. A mis "mejores amigas" se las trago la tierra, ninguna de ellas contesta a mis caritas tristes, comprendo a Elena porque lo único que quiere en estos momentos es pasar tiempo con su marido, pero ¿Anna?,¿qué excusa tiene? espero que sea una muy buena, desde que regrese con Matt muy pocas veces las he visto, un café muy rápido en mi antiguo trabajo, para recordarme lo miserable que son mis días, pero ninguna de las tres profundiza en algún tema, se sienten vacías nuestras platicas. Matthew parece estar cansando del trabajo ya que muy pocas veces ha prestado atención a todo lo que le he dicho aun así me consoló un poco.
Llego el jueves y mis ganas de querer acompañar a Matt a su reunión se han esfumado completamente, quería que me diera alguna enfermedad contagiosa en la última hora para no acompañarlo, aunque ya tenía una; Depresión post desempleo. Ya no cuento con ningún ahorro, solo lo que la pobre Catarina contiene dentro, tampoco tengo un empleo y mis padres parecen no querer ayudarme aunque yo quisiera pedírselo.
Estoy recostada en el pequeño sillón de la sala con mis piernas colgando de la orilla cambiándole al televisor sin rumbo fijo. Estar en casa es aburrido. Odio la televisión abierta, pero el triste televisor no es Smart y no hay más opciones.
—¡Sanders podrías parar de hacer eso de una buena vez!— Grito mi madre desde la cocina, puedo contar con una mano las veces que me ha llamado por mi apellido, por esa razón sé que algo está pasando. Me paro de un brinco del sofá y camino hacia mi ella.
— ¿Me dices qué demonios pasa?, tu nunca me llamas así—
—Cuidado con esa boca Rebecca, no seas igualada—Creo que si exagere un poco. En verdad que estoy perdiendo el juicio de pasar tanto tiempo en casa.
—Vale, lo siento, pero dime por favor que ocurre porque luces muy... muy... no sé... tu cara no se ve alegre—Tiene los ojos rojos, como si hubiera llorado, pero estoy segura que no.
—Es Ruth
— ¿Qué pasa con ella Mamá? — Si yo me consideraba un poco rebelde a veces por el hecho de esconderles a mis padres que he estado hablando con un extraño, o que muchas veces falte a clases por ver a Matt o reservarme el hecho de que bebo alcohol, Ruth es mil veces peor, ¿Le habrá ocurrido algo? Ella es hija de mi tía Lourdes, la única hermana de mi padre y muy rara vez nosotras tenemos contacto con ellos pero mi padre siempre está al pendiente de su familia.
—Tu padre ha decidido darle posada sin mi consentimiento— ¿Que acaba de decirme? Eso solo significa una cosa, compartir mi habitación ya que solo son dos, una le pertenece a mis padres y la otra mía. Mierda
— ¿Por cuánto tiempo será eso?—Estoy que no me la creo. Mi papá nos debe una muy buena razón. De lo contrario no compartiré mi habitación.
—No lo sé — Luce indignada y molesta. Yo también me siento igual, pero tengo que intentar que eso no ocupe mi mente.
—Y ¿Cuándo llega?
—En otoño—Se me escapa una pequeña sonrisa. Ella apila los trastes sucios de la cena dentro del fregadero.
—Mama pero si todavía falta varios meses para eso, no hay necesidad de atormentarse desde ahora, probablemente para aquel día ella se arrepienta o se haya solucionado cual sea el problema que tengan—Siento un gran alivio al escuchar eso.
—Eso yo lo sé... estoy molesta con tu padre porque no me lo consulto— Apoya sus manos con mucha fuerza sobre la repisa.
—No te lo tomes personal, sabes cómo es papa con su familia siempre trata de ayudarlos, ya deberías de estar acostumbrada—No quiero profundizar más en el tema así que solo le doy un beso en la mejilla—Voy a salir hoy con Matthew , volveré temprano sirve y tienes tiempo a solas para hablar cómodamente con papá —Me recargo a un lado de ella.
—No quiero estarte llamando, ya sabes lo que opino al respecto ¿de acuerdo?— Logre mi objetivo, desviar su mente a otra dirección. Con tremendo lio que ha de estar pasando por su cabeza, no le di tiempo de asimilarlo.
Ya soy mayor de edad desde hace un par de años y aún me siguen tratando como adolescente, pero reglas son reglas. Mientras no me vaya de esta casa seguiré haciendo lo que ellos mandan. Y para lograrlo necesito dinero y es algo que no tengo. Fin.
Plancho mi cabello, me maquillo como lo hago todo el tiempo. Nada especial.
Cuando comencé a ponerme el vestido fue inevitable que por mi mente no cruzara el encuentro que tuvimos aquel chico y yo, puedo sentir aun su mirada quemándome la piel. Me estremecí al cerrar mis ojos y disfrutar de ese recuerdo el cual sé que jamás pasara de nuevo. Porque seamos realistas, es normal encontrarte a alguien desconocido en una boda inclusive que te invite a bailar, también hay posibilidad de encontrarte a quien te de una mano en algún accidente de tránsito, pero que te ayuden a subir ¿el cierre de un vestido? y todas estas la misma persona prácticamente a un lado de su novia, tendría que ser muy desgraciada mi vida para que siguiesen pasando estas cosas y el estar en el momento menos oportuno, así que es casi imposible. Ahuyento mis pensamientos que no iban a ninguna parte mientras corro hacia la habitación de mis padres, necesito la ayuda de mi madre para que suba el bendito cierre. Toco la puerta con prisa, Matthew ya ha llegado por mí y yo estaba bobeando entre mis recuerdos.
—Pasa—Mi madre ya se encuentra en pijama, pero eso no le impediría irme a buscar si le pareciera necesario.
—Sube el cierre del vestido por favor— Me sentí en la orilla de la cama y me hice el cabello hacia un lado, puedo escuchar el ruido de la regadera, mi padre se está bañando.
—Listo— Me voltee le di un beso para despedirme y salí corriendo.
Me subo rápidamente al coche.
—Lo siento, perdí la noción del tiempo mientras me maquillaba—Eso no es del todo mentira.
—Ya vamos retrasados— Me dice en tono serio mirando su reloj, ni siquiera me saluda y el coche sigue encendido. Empieza a conducir, es demasiado puntual para todo, nunca deja de sorprenderme.
La reunión fue justamente como la imagine. Aburrida. Lo que si me sorprendió fue Matt. Al principio fue muy atento conmigo como siempre lo ha sido, estuvo a mi lado mientras yo estaba sentada en el sofá y el platicaba de pie con sus compañeros con una mano en mi hombro, trato de explicarme diferentes cosas de los nuevos proyectos y trato de incluirme a sus pláticas, pero a cómo iban pasando las copas su atención hacia a mí fue disminuyendo hasta el grado de dejarme botada en algún rincón de la casa.
Todo esto me da pereza, no hay mucha gente pero se nota la clase entre ellos, sus voces normales son más alta que la música que tienen de fondo, solo hablan de trabajo, proyectos y más cosas de ese estilo. Yo no encajo para nada en ese grupo y menos olvidada al final de la cocina, solo había venido por un refresco y al voltear de nuevo a la sala ya no se encontraba Matt ahí, no quise mandarle ni un mensaje para no presionarlo, después de todo quiso invitarme y yo siempre había esperado este momento aunque no se acerca a nada de lo que me había imaginado. Así pase mi última hora, yo sentada en un banco al final de la barra con mi celular en las manos revisando mis redes sociales.
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Un presente a tu lado
RomanceRebecca tiene todo dispuesto para la tan esperada boda de su mejor amiga. Solo hay un pequeño detalle ¿Dónde se ha metido su novio? Después de una discusión, sus planes de ir del brazo de Matthew se están esfumando con el pasar de las horas. ¡El l...