#NOTA: Hola, hola, quería subir este capitulo antes pero no me había sentido muy bien, este cambio de clima afecto un poco mi creatividad jaja, también quería decirles que encuentro muy feliz ya que NOS ENCONTRAMOS EN EL LUGAR #470 de novela juvenil y digo nos porque es gracias a ustedes y por ustedes, espero podamos seguir creciendo juntos.
Gracias♥Vacante
— Y bien Becca... ¿no hay novedades de un nuevo trabajo? — Empiezo a bailotear los dedos con la mirada perdida sobre la mesa del pequeño restaurante donde nos encontramos.
Sé a dónde quiere llegar con esa pregunta; hace tres meses que estoy desempleada, los mismos tres meses de nuestra segunda oportunidad, tres meses de salir en constantes citas como si nos acabáramos de conocer para recuperar lo nuestro.
Le preocupa el dinero, el gasto que está teniendo seguro nunca lo contemplo y ahora tiene el peso encima y me gustaría poder comprender eso.
El día que retomamos lo nuestro en el estacionamiento de la universidad, solo me pasó una cosa por la mente antes de tomar una decisión "si te hace dudarlo por el motivo que sea, tal vez debas de intentarlo una vez más" las palabras de ese chico comenzaron a resonar en mi cabeza una y otra vez mientras abrazaba a Matthew. Y eso fue lo que hice. Intentarlo una vez mas.
Ame el detalle que me hizo, puedo contar con los dedos de una mano las veces que me ha sorprendido. Nunca, nunca me ha reglado flores y esa no fue la excepción, pero el que estuviera ahí solo desde muchas horas antes y que se las hubiese ingeniado para abrir mi coche y meter ese regalo me había cautivado.
Gracias a mi silencio y lo que estaba pensando, él tuvo tiempo para justificar todas sus malas acciones, el escuchar el tema de su trabajo y del sueño que tenía por un mejor puesto me convenció, caí en sus redes de nuevo, me sentí satisfecha en ese momento.
Sé que el dinero no compra la felicidad de eso estoy segura, pero muchas veces te acerca a ella, gracias a eso pudimos conectarnos de nuevo con esos momentos que hemos pasado juntos y así poder recordar lo que teníamos.
Sin embargo, con esa pregunta que acaba de hacerme noto el reproche de su parte como si fuera una carga para él más que cualquier otra cosa.Sé que le está afectando su bolsillo, pero es un sacrificio que debería de aceptar por haberme recuperado, además perdí mi empleo gracias a él, no soy una persona aprovechada sino todo lo contrario, siempre he tratado de ayudarle en todo lo que puedo pero en estos momentos estoy atada de manos y el debería estar consciente de ello.
¿Solo tres meses le había durado el enamoramiento y la felicidad de tenerme a su lado de nuevo?.Desde aquel día empezamos de cero, todo fluyo perfectamente, no hubo reproches después de aquella charla ni resentimientos, la confianza siguió intacta y nuestra comunicación siguió siendo bastante buena, pero a pesar de estar más unidos con esta reconciliación hay algo en mí que cree que cada vez nos estamos alejando más, pero a la vez sin poder estar el uno sin el otro; si eso existe no sé qué clase de amor sea. Pero esto es lo que siempre he tenido con él. Algo estable, pero no lo suficientemente sólido como para que él no se fije en esas cosas y yo para no molestarme ante este tipo de comentarios.
Voltee a verle los ojos.
— ¿Tú piensas que no trabajo por gusto?, créeme Matty a mí también me afecta porque yo soy la que paga la mayor parte de mi colegiatura por si no lo recuerdas— Trato de escudriñarlo con la mirada —pero al parecer a nadie le gusta mi perfil y por eso nadie me llama — Me encojo de hombros, duele, duele no ser un buen candidato para nadie —he mandado a cientos de lugares distintos y estoy así por ti, lo menos que debería merecer es esto— Señalo con mis manos la mesa mostrándole los platillos ya vacíos que hay sobre ella.
Tal vez me esté comportando como una perra por ofenderme por su pregunta, pero después de pasar por una ruptura y todo lo que conllevo eso, como perder mi trabajo y batallar con los pagos de la universidad agotando casi todos mis ahorros era de esperarse que mi estado de humor sea el que esté pagando los platos rotos.
—Vale tranquila, ¿cuánto tiempo más crees estar así? — Puede callarse aunque sea solo un minuto.
— ¿Para qué?... ¿para volver a lo mismo de antes?, si quieres eso puedes dejarme ahora mismo si lo deseas—Le doy un sorbo a mi Frappe. Hoy no es un buen día, no me siento bien. Mis pensamientos se están volviendo más fuertes que cualquier cosa racional que deba hacer.
—Tranquila Becca, no te pongas a la defensiva, solo digo que desde hace tres meses no hemos parado de vernos ni un solo día, siempre salimos, voy y te recojo a la universidad... ya estamos bien... creo que podríamos regresar a como estábamos y no habría nada del porque quejarme, antes funcionaba no veo porque ahora no funcione—
— ¿Estás diciendo que pasar más tiempo conmigo te aburre?— No voy a parar quiero hacerlo enfadar.
—No empieces otra vez, ya sabes que te estoy muy agradecido por darme una segunda oportunidad a pesar de todo lo que hice, pero sabes que también tengo gastos—Hace una mueca.
Yo también tengo muchos gastos.
Mártir.
Siempre había creído que nuestra relación era estable y valía la pena, dos años de todas esas citas y momentos juntos no podían simplemente acabar así, gracias a mi terquedad de no mandar todo al carajo y el mantenerme positiva aún seguimos juntos, ¿eso es lo que quería no?
Debido al mal momento emocional que estoy pasando, el cómo nos conocimos se clava en mi cabeza, nunca había afectado ese momento ni para bien, ni para mal, hasta aquel día que el lo menciono. Ahora a pesar de que todo marcha de maravilla desde que regresamos, todos los días pienso en eso aunque sea un breve momento y hoy estoy en ese momento.
Nunca me había comportado así, fue la primera vez que lo hice y no me arrepiento, porque gracias a eso le conocí, el obtuvo de mi lo que quiso sin compromisos y aun así él fue el que decidió formalizar lo nuestro y le agradezco por ello; pero ahora siento una pequeña espina en mi cuerpo. ¿Por qué me busco si en algún momento pensó en no hacerlo?
—Sí, creo que mi orgullo debió durar un poco más y así tal vez hoy no estuvieras aburrido... en cuanto encuentre un empleo te juro que hasta me vas a extrañar —Le contesto mientras le doy el ultimo sorbo a mi Frappe.
—Pide la cuenta—Me dice molesto.
El tema de pedir yo la cuenta me ha traído un cierto conflicto, uno: tener que acatar el mandato de Matthew, dos: que el mesero lo note y se ría a mis espaldas, tres: yo no soy quien pagara la cuenta, además odio que los meseros piensen que estoy dándoles ordenes o peor aún que piensen que me quiero mostrar superior a ellos, suena tonto lose, pero no me gusta o bien solo podríamos llamarle inseguridad a toda esa odisea.
Le hice una seña a la mesera indicando que quería la cuenta.
Cuando íbamos saliendo del lugar como si la vida estuviera escuchando mis suplicas todo este tiempo de encontrarlo, ahí está frente a mí un lindo y hermoso letrero que dice Se solicita personal, siento un buen augurio y le pregunto a una de los chicas que se encontraba mas cerca sin dudarlo ni un segundo.
—Disculpa, ¿todavía sigue abierta la vacante del letrero? — Ya me encuentro nerviosa y mis manos comienzan a sudar. Está bien creo que si soy muy insegura.
—Oh si, el letrero lo acabamos de pegar hoy, déjanos tus datos y el transcurso de los días te llamamos— La chica traía en sus manos una charola llena de platos con sobras, me contesta lo más cordial que pudo y a la vez con mucha prisa.
Suena a que a todos le dicen lo mismo y no llamaran a nadie, pero mi optimismo no desaparece.
La chica deja la charola en el mostrador y se toma la molestia de buscar una solicitud.
Me la entrega y yo me tomo la libertad de llenar lo que se me pide.
Ojala que sí me llamen
Cruzo los dedos.
La chica fue rápidamente a dejar la charola a la cocina, al regresar tomo la hoja y se despide de mí.
—Si me contratan aquí ya no te preocuparas por verme de nuevo, ¿no es genial? —Le dije mientras cruzábamos la salida con el tono más hipócritamente feliz que pude.
—Ay! Becca, los dos tenemos este horrible carácter, siempre provocándonos, pero no sé qué haría sin ti—No le contesto pero lo tomo de la mano y le doy un beso fuera del local, sus labios son cálidos y siempre saben bien, jugueteo un poco con su labio inferior y lo suelto.
Todos los pensamientos pesimistas se esfumaron cuando lo bese, pero fue más por la esperanza de tener un nuevo empleo que cualquier otra cosa.
A él no le gusta el mismo tipo de música que a mí aun así nunca hemos tenido un problema por eso, respeta mis gustos y yo los suyos.
Siempre tiene para mí por lo menos un CD de la música que me gusta disponible cuando voy con él .
Una vez dentro de su coche inserto un disco y el estéreo se enciende.
I'm worse at what I do best, and for this gift I feel blessed.
— ¿No te cansas de escuchar ese tipo música? — Dice con tono serio y a su vez sonriendo. Sé que está bromeando quiere apaciguar lo de hace unos minutos, también sé que, aunque lo niegue le gusta escuchar esa música conmigo.
Ya se me están desvaneciendo mis cinco minutos hormonales con ese gesto.
—Sabes que no lo haré, porque mejor tú no te resignas y las disfrutas—. Le doy un beso en la mejilla mientras sobo el torso de su mano derecha.
—Sabes que eso no pasara
—No pierdo las esperanzas—Le doy otro beso en la mejilla mientras empieza a conducir.
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Un presente a tu lado
RomanceRebecca tiene todo dispuesto para la tan esperada boda de su mejor amiga. Solo hay un pequeño detalle ¿Dónde se ha metido su novio? Después de una discusión, sus planes de ir del brazo de Matthew se están esfumando con el pasar de las horas. ¡El l...