CAPITULO X

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Habitación

Subo desesperadamente las escaleras de mi casa sin ninguna intención de que mis padres no se enteren a qué horas he regresado, sé que el día de mañana me esperan serios problemas ya que no me tome la libertad de siquiera enviarles un mensaje de que me encontraba bien, pero hoy mi cabeza no está para asimilar aun lo que sucederá mañana, yo solo tengo algo en mi mente en este momento y son sus labios y una culpa del tamaño de la tierra.

Entro a la habitación cierro la puerta tras de mí y me dejo caer de espaldas frente a ella, es inevitable poder contener las lágrimas, esto duele, sin que Matt este enterado acabo de partir lo nuestro en más de dos, ¿como poder verlo el día de mañana?, ¿se dará cuenta en mí mirada que hay algo que oculto?, ¿podre seguir como si nada de esto hubiera pasado?, espero que así sea. Porque por el bien de todos nadie debe saber.

Mis hormonas me traicionaron hoy, jamás creí que fuera capaz siquiera de salir con alguien más que no fuera Matthew, pero ahora, no solo cancelé su cita con una mentira a medias,  si no que salí con un chico del cual no se ni su nombre y que lo único que sé de el es: que tiene un amigo llamado Josh y otro Alex, que lo he besado y peor aún que me a gustado.

¿En que estaba pensando en aceptar esa invitación?, ¿realmente quería que algo así ocurriera hoy?, ¿o solo quería tener un amigo nuevo?, no lo sé y no creo encontrarle una respuesta hoy.

Me levanto del piso, camino hacia la cama y miro una foto que tengo en mi buro con Matt, estábamos festejando nuestro primer aniversario en un conocido restaurant de la ciudad. Tomo la foto entre mis manos y empiezo acariciar su rostro, ni siquiera estamos abrazados. Él tiene una camisa blanca como el día que le conocí y yo una blusa color borgoña, (color utilizado solo para eventos importantes), tengo mis manos juntas sobre la mesa, y el luciendo siempre  tan bien con su amplia sonrisa aunque con su ceño un poco fruncido, detrás nuestro se pueden ver otras personas en su mesa degustando de su platillo. Analizando aquel momento, podría jurar que éramos plenamente felices ese día, pero en la foto parece como si nos hubieran forzado y si, tal vez un poco, tengo que aceptar que solo tengo una par de fotos más con Matt  ya que a él no le gusta "exponer su vida privada", a pesar de que le he rogado en repetidas ocasiones nunca accede; a estas alturas creo que ya me acostumbré; o tal vez no. No sé si estoy pensando en esto para sentirme menos mal o para intentar justificar mi mala acción de hoy.

Dejo la foto donde estaba, me quito mi suéter ligero, cuando deslizo el pantalon por mis piernas recuerdo mi tragedia y arrastrando mis pies me dirijo al baño.
Una vez todo bajo control me dejo caer sobre la cama con las piernas y manos extendidas.
La culpa de todo la tienen estás hormonas, odio ser mujer.

La luz que entra por mi ventana hizo reaccionar a mis ojos, con lo distraída que venía anoche olvide soltar las cortinas.

Lavo solo mi cuerpo, no quiero mojar mi cabello, dure tantas horas alaciándolo para la entrevista que no quiero desaprovecharlo, si lo sé, lo sé, no es muy higiénico pero que le voy a hacer si no nací con el cabello lacio. Una vez fuera de la ducha uso shampoo en seco en mi cabello para eliminar malos olores, este producto se a convertido en mi gusto culposo, espero guarden el secreto.
Lavo mis dientes muy minuciosamente mientras examino mi rostro en el espejo que tengo enfrente, ayer dormí con todo el maquillaje en mi rostro y ahora mi cara está mostrando las consecuencias, aparecieron varias imperfecciones en mis mejillas; me pongo una mascarilla y voy a la cama  a recostarme boca arriba, tomo mi celular y no hay rastro de Matt, ¿Sera que ya se enteró? ¿Anna?
Mierda.
No quería ser yo quien lo buscará, pero cuando el nombre de mi amiga se posa en mi cabeza me hace querer salir de la duda de una vez.
Marco su número. No me contesta a la primera llamada, pero vuelvo a insistir.

Un presente a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora