❄️CAP. 10🔥

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-Ella me ha pedido que no te lo contara, porque te preocuparías mucho. Pero...no lo veo correcto.- Terminó de decir, mirándola con neutralidad.

Su progenitora se encontraba completamente tensa ante sus ojos, sus manos apretaban más de lo normal la taza de té y se mordía fuertemente el labio inferior. Y luego miro a su hijo con ternura.

-Gracias por decírmelo de todas formas, cariño.- Le sonrió, tomando su mano. –No le diré a Yuna que me lo has dicho.-

El menor asintió con lentitud. Sentía la preocupación en su madre, como parecía estar pensando algo, o en alguien. Siempre pensaba en ella, Yuna parecía ocupar la mente de su madre mucho tiempo. Y eso no le gustaba ¿Por qué se preocupaba tanto? Ella estaba bien.

-Madre.- La llamó, obteniendo una mirada interrogativa pero llena de cariño por su parte.

-Dime.- Lo invito a continuar. Él siempre tendría toda su atención.

-¿Qué es lo que tiene?-Preguntó. Rei supo de inmediato a que se refería el menor.

-Eso...es algo complicado de expli- Comenzó a decir su madre, pero Shouto la interrumpió.

-No me refiero a su enfermedad.- Aclaró. –Si no a ella ¿Qué tiene ella que la hace tan importante... para ti?-

Esa pregunta había estado en su cabeza hace algunos días. La manera en que la miraba, le hablaba y se preocupaba por ella era algo que no entendía. Los ojos de su madre brillaban de una manera descomunal cuando la peli-azul se encontraba frente a ella, o incluso cuando se la mencionaba.

-Ummm Yuna-chan es...- Su madre se quedó pensativa, buscando las palabras correctas. –Luz.- Dijo luego de unos segundos en silencio, mirándolo con una sonrisa radiante. –Esa sería la palabra que describiría a Yuna. Al menos, ante mis ojos lo ven de esa forma.-

-Luz.- Repitió el muchacho, sin comprender realmente, frunciendo el ceño.

-No sabría cómo explicarlo.- Lo miró algo apenada. – ¿Pero no te parece que todo es más ligero a su alrededor? Es extremadamente miedosa, no le gustan las películas de terror, sigue teniendo una luz de noche y no soporta dormir sola. Aunque ella tiene sus propios miedos y conflictos, siempre parece empeñada en disolver los miedos de los demás, incluso si eso puede acabar con ella.-

-Ah! Que estás diciendo ahora mismo, Todo-sama.- Aquella voz había salido cargada de reproche. En la puerta medio abierta, Yuna se encontraba parada mirando a la mayor con un puchero. -¡Como puedes decirle que duermo con una luz de noche! Es vergonzoso.- Dijo, mientras entraba arrastrando los pies, sentándose al lado de la mayor y abrazándola por el torso.

-¡Yuna-chan!- Exclamó la mayor, riendo ante las palabras de la recién llegada. –Perdón, se me ha escapado.- Se disculpó, llevando la mano al cabello de la menor, comenzando a acariciarlo. –Además, Shou-kun no dirá nada ¿Cierto, cariño?- Lo mira con una sonrisa.

El muchacho la miró y asintió lentamente. Yuna extendió su dedo meñique hacia él, quien la miró sin comprender realmente.

-Promételo.- Le dijo, fingiendo una voz infantil.

-¿Prometerlo?- Preguntó el chico con el ceño fruncido.

-Sí. Prométeme que no se lo dirás a nadie. Solo tres personas sabían lo de la luz de noche, y contigo son cuatro.- Movió su dedo meñique, esperando su respuesta.

-Lo prometo.- Le dijo el bicolor, simplemente.

Yuna soltó una pequeña risilla, despegándose de la albina, para sentarse con la espalda recta y tomar la mano de Shouto.

Luz y Oscuridad [Todoroki Shouto - BNHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora