-No tengo idea de quién es
-No la conozco
-¿Daiki Yuna? Nunca existió alguien con ese nombre.
-No sé de quién hablas
-No existe nadie así en nuestra familia
-No existe
-No existe
-No
-No
-No
-No
No te ocultes.
La chica de despeinados cabellos y ojos somnolientos sorbió por la nariz al mismo tiempo que las lagrimas no paraban de caer por sus ojos, por lo que se paso la mano por ellos para evitar que mas gotas salieran. Miró por la ventana, donde apenas se estaba haciendo de día y el cielo lo demostraba con su lenta transición de colores. Ante el ardor en su muñeca derecha se miro las manos ¿Por que seguían temblando? La parte de piel adornada por la pulsera plateada se encontraba enrojecida y lastimada, sin mencionar que ardía horrores y el dolor se extendía por todo su brazo hasta llegar al hombro.
Era la segunda noche que soñaba con su familia, con una familia que se había olvidado de su existencia. Su madre, su padre, Hajime, Ikuto, ninguno sabia quien era ella. No importaba cuanto corriera por esos interminables pasillos y se encontrara con sus familiares, todos la miraban con indiferencia cuando ella se les acercaba con lagrimas en los ojos y un vacio en el corazón que se volvía cada vez más grande mientras más pasos daba por esos interminables pasillos grises.
Dirigió su vista a la mesita a su lado donde estaba su celular, lo desconecto del cargador y miro la hora. Hizo una mueca al percatarse de que se había levantado exactamente una hora y media antes de que sonara su despertador. Aun así, decidió dar comienzo a ese nuevo día, parándose para dirigirse al baño donde hizo sus necesidades, se aseó y peino; se miro unos momentos en el espejo, pues era la primera vez que se recogía parte de su cabello en una coleta, se peino un poco más el fleco con las manos y salió dando un bostezo. Se coloco el uniforme, que había sido dejado impecablemente doblado en el armario, pasándose con cuidad el suéter por la cabeza para no arruinar su peinado, no iba a estropearlo al intentar pasar una prenda por la cabeza. Los zapatos fueron los últimos, por lo que después de tomar los libros necesarios -que estaban sobre su escritorio- y la mochila, se dirigió a la cocina, donde sorpresivamente su hermano mayor estaba, sentado frente al desayunador, que extrañamente usaban.
-Buen día, Ikuto-niisan.- Le saludó con una pequeña sonrisa.
El mayor la miro y por más que seguía sintiendo que su hermana menor se encontraba algo decaída, se limito a hacer un puchero y volver la vista hacia la televisión que estaba pasando el noticiero. Yuna suspiro ante esa actitud, pues desde que había regresado a casa el sábado, su hermano estaba "extremadamente ofendido" por su actitud hacia él. Dispuesta a recuperar el cariño de su hermano mayor, la chica se sentó en la silla de al lado, mirándolo con los ojos brillantes y pestañeando repetidas veces.
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Luz y Oscuridad [Todoroki Shouto - BNHA]
Fanfic>>-Al igual que tu hermano, madre y yo, has nacido sin una particularidad ¿Me entiendes? Nunca, jamas tuviste ni has desarrollado una. Perteneces al 20% de la población que nunca tendrá una. Daiki Yuna no tiene ni tendrá una particularidad ¿Me has e...